Milei sigue atacando a la población migrante. En un nuevo acto xenófobo y un intento de privatizar la educación pública en el largo plazo, el actual gobierno busca expulsar a lxs estudiantes brasileñxs que ingresan al país sin documento argentino. Para ello, Milei cuenta con un instrumento nunca utilizado después de la dictadura militar en el país: la clasificación de “falso turista”.

Esta calificación impide el ingreso de ciudadanxs brasileñxs que no tengan todos sus documentos validados en Argentina, violando el Mercosur y los pactos bilaterales entre Brasil y Argentina. Según el acuerdo del Mercosur, todos los miembros asociados deben proporcionar un documento de residencia temporal por dos años a lxs migrantes, incluso si se encuentran en situación irregular.

Sin embargo, a diferencia del resto de países latinoamericanos, el acuerdo bilateral impulsado entre Brasil y Argentina permite el otorgamiento inmediato de residencia permanente a ciudadanxs de ambos países, tan pronto como se extienda la visa de turista de noventa días del Mercosur. Por lo tanto, transcurridos los noventa días, y con la presentación del certificado de nacimiento, para obtener la aprobación bastaría la ausencia de antecedentes penales, documento de identidad o pasaporte brasileño y registro de ingreso a territorio argentino.

Sin embargo, con la etiqueta retrógrada de “falso turista”, lxs estudiantes brasileñxs deportadxs tendrán dificultades para obtener un DNI argentino permanente, lo que dificultará su matrícula, especialmente en las universidades públicas. En este contexto, llama la atención la poca intención que tienen las autoridades argentinas en asesorar a aquellos estudiantes brasileñxs que intentan ingresar al país, no permitiendo que entren para continuar con sus trámites. La justificación de que ¨deben entrar con la visa correspondiente¨ rompe todos los pactos escritos en la Constitución hasta la fecha. El deber de los funcionarios públicos es amparar a les extranjeres, brindándoles todo el apoyo e información necesarios, y no expulsarlos.

La medida tomada por el gobierno nacional no posee solamente carácter xenófobo, sino que procede de una serie de acontecimientos: surge de la fallida Ley Ómnibus, derrotada por la movilización popular, procurando agregar un arancel a estudiantes extranjeres sin residencia permanente que quieran acceder a la educación pública en la Argentina. En este escenario, la población migrante es percibida como un ¨caballo de Troya¨ por el gobierno nacional que pretende avanzar con la privatización de toda la universidad pública. Para ello, Milei se apoya en los discursos discriminatorios de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien acusa a les migrantes de generar gastos dentro de las universidades. Circulan datos falsos generados por la ministra, diciendo que son mayoría, cuando les extranjeres son parte de una minoría universitaria (componen tan solo el 4% del estudiantado). Es común que un gobierno con características fascistas se busque un falso enemigo interno (minorías) para dividir a la población y aplicar un ajuste brutal.

Aún así, es importante mencionar que las medidas discriminatorias de Milei, Patricia Bullrich y la Ministra de Relaciones Exteriores Diana Mondino no nacen de un repollo: estudiantes extranjerxs denuncian la amenaza de no poder continuar con sus estudios porque su documentación regular no ha sido finalizada desde los gobiernos anteriores, con trabas burocráticas de todos los partidos políticos. La única diferencia es que la amenaza ahora ocurre cuando les estudiantes intentan ingresar al país y no después de su llegada.

En cualquier caso, el mensaje es claro: lxs estudiantes migrantes no son bienvenidxs por los partidos tradicionales argentinos, por lo que su independencia política es necesaria en la lucha contra la xenofobia y la discriminación. En la misma línea, para defender la existencia de la educación pública y su acceso para todxs lxs habitantes en igualdad de derechos, será necesario unirse a lxs estudiantes argentinxs para luchar contra el congelamiento presupuestario y por la obtención de un boleto educativo a la hora de viajar en transporte público: esta es la única manera de que las universidades públicas sigan funcionando. Por lo tanto, Milei y su plan de ajuste solo podrán ser derrotados con un plan de lucha organizado por lxs estudiantes argentinxs y migrantes.

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