El 8 y 9 de abril se desarrollará en Córdoba el plenario de Rectores donde se renovarán las autoridades del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional). Por los acuerdos que reinan entre las camarillas, el actual presidente de este organismo y rector de la UNC (Universidad Nacional de Córdoba), el macrista Hugo Juri, deberá cederle su cargo a un rector del ala peronista. El CIN tiene una amplia trayectoria si se trata de descargar el ajuste y las políticas privatistas al interior de las universidades públicas, sin ir más lejos el año pasado esta entidad firmó a favor del presupuesto educativo de miseria que luego se aprobó en el Congreso, y ha garantizado un ataque en regla a la educación superior avalando las políticas antieducativas de los gobiernos de turno.

 La resolución 1254/18, fue respaldada por esta institución quien se declaró coautora de esta normativa, que implica un recorte en las actividades reservadas a los títulos de 37 carreras para favorecer el desarrollo de carreras cortas, con títulos basura y una desvalorización de la fuerza de trabajo. El Sistema de Reconocimientos Académicos que tiene como conejillo de indias a la UNC, con el desarrollo de las materias por créditos, pretende crear trayectos que igualen la educación pública con la privada, buscando también desvalorizar la formación y los títulos como forma de garantizar la flexibilización laboral de los futuros profesionales y el negociado de la educación privada. Estas políticas a la medida del FMI tiene un único objetivo, degradar nuestra formación y completar el trabajo pendiente de la LES (Ley de Educación Superior) y la Coneau (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria).

Las camarillas universitarias son todas tributarias de estas posiciones, así lo muestra el hecho de que quien acompañó a Juri en el Comité Ejecutivo del CIN fue su antecesor, el kirchnerista Francisco “Pancho” Tamarit. El ex rector K ha sido quien se ha puesto a la cabeza del desarrollo de la CRES (Conferencia Regional de Educación Superior) que selló un pacto contra la universidad y la educación pública, dándole proyección continental a las reformas antieducativas. La continuidad de la CRES y las posiciones privatistas del gobierno y los rectores se evidencia, además, en que Juri fue designado como vicepresidente de la Asociación Iberoamericana de Postgrado, organización internacional cuyo objetivo es fomentar los estudios de postgrado, que de ninguna manera son gratuitos, mientras degradan cada vez más la educación y las titulaciones de grado.

Quienes protagonizamos la enorme rebelión educativa, no podemos quedarnos de brazos cruzados. El Plenario de Rectores se va a desarrollar mientras la docencia vuelve a establecer un plan de acción en defensa del salario, no es para menos si se tiene en cuenta que el año pasado nuestros educadores perdieron un 20% del poder adquisitivo y el gobierno, a pesar de que la paritaria está vencida, no establece una negociación para el 2019. Mientras los rectores, quienes ofician como correa de transmisión de la política del Fondo Internacional al interior de las universidades, se reunirán para ver cómo siguen atacando a nuestra educación, la comunidad educativa debe movilizarse por una respuesta al extenso pliego de reivindicaciones que elaboramos, por mayor presupuesto, becas integrales, contra la 1254/18, por la defensa de las carreras de grado, contra el Sistema de Reconocimientos Académicos y para rechazar la criminalización de los estudiantes de la UNRN (Universidad Nacional de Río Negro) y la UNC, imputados por defender el derecho legítimo a luchar por la educación pública.

Desde la UJS sabemos que la defensa de la educación está en manos de estudiantes y trabajadores, convocamos a la comunidad educativa a enfrentar a esta cueva de ladrones y movilizarse contra quienes pactan en detrimento de nuestra educación. El enorme proceso de rebelión educativa del 2018 de ninguna manera está cerrado, vamos por la continuidad de la lucha y la conquista de todas nuestras demandas.