Universidad

4/12/2008|1066

¡Ningún estudiante preso por luchar!

Las camarillas universitarias sacudidas por la campaña por el desprocesamiento

El miércoles 26 de noviembre, una gran movilización de estudiantes y docentes, junto a diferentes referentes políticos y sindicales, arrancó la absolución de Fernando Grenno. El juicio tenía por objetivo juzgarlo por haber realizado una pintada exigiendo la aparición con vida de Julio López. Se había convertido, por este hecho, en el primer imputado de esta causa. Mientras la Fuba se movilizaba a Tribunales exigiendo la absolución del estudiante de Ciencia Política, el Consejo Superior de la UBA rechazaba discutir y pronunciarse sobre el punto en la sesión que se realizó ese mismo día. La consecuencia política estuvo presente en ambos lados.

El procesamiento de los diez dirigentes de la Fuba por haber enfrentado el intento de cierre de la sede oeste del CBC, puso de manifiesto, en forma brutal, el carácter reaccionario de las camarillas  que dirigen la UBA. El propio Hallú, utilizó un espacio cedido por el diario Crítica (25/11), para defender la judicialización de la protesta en nombre de “la defensa de las instituciones”.

El conjunto del Consejo Superior, alarmado por el alcance de la campaña por el desprocesamiento, ha cerrado filas para impulsar una contraofensiva contra los estudiantes que luchan. Los aprietes a docentes que se acercaron a traernos su solidaridad y la “baja” de las agrupaciones estudiantiles ligadas a las camarillas son una muestra de ello.

En este contexto, la campaña por el desprocesamiento avanza. Superadas ya las 1.500 firmas, se ha decidido llevar en los próximos días las mismas al tribunal correspondiente para demostrar el repudio generalizado que despertó su política. Al mismo tiempo, se ha resuelto una campaña de pegatinas y pintadas con el objetivo de superar el bloqueo mediático que poco a poco comenzamos a superar. Luego de la realización de actos en Derecho e Ingeniería, la Fuba se prepara para poner mesas de agitación y recolección de firmas en distintos puntos de la Capital y lugares con amplia presencia de la juventud. La lucha por el desprocesamiento es una batalla más en la lucha por la democratización de la Universidad.