Universidad
30/5/2025
Un balance necesario sobre el Nuevo MAS en el centro de Audiovisuales de la UNA
Corresponsal.
La caída del Nuevo MAS -ArteInsurrección en la UNA Audiovisuales- fue descomunal: la semana pasada concluyeron las elecciones a consejos (perdiendo abultadamente 58% a 29%) y al centro de estudiantes (más acotadamente, 46% a 43%), dejando paso al Fulf, un frente compuesto por agrupaciones peronistas ligadas a las autoridades. En esta nota no queremos sólo discutir sobre las elecciones y la derrota del MAS, sino sobre cómo fue la profundización a lo largo de tres años de una política con métodos expulsivos, de violencia con el resto de las agrupaciones y sin delimitación clara con las autoridades, la que nos llevó a este cuadro.
Autoconstrucción y métodos burocráticos
El MAS gana el Ceaa en 2022 luego de la desaparición de La Raymundo, una agrupación autonomista que se funde junto al centro. Ya desde ese momento comienzan los roces con una parte del estudiantado que, tal como en Filo, va a rechazar sus métodos de hostigamiento y la prioridad de autoconstrucción de su aparato a costa de la puesta en pie del movimiento.
En términos políticos, su rol como conducción del centro profundizó este sentido de autoconstrucción. Solamente convocaron cuatro comisiones directivas en tres años de conducción, algunas asambleas muy espaciadas en el tiempo, no armaron ninguna comisión (ni siquiera de género) y mantuvieron un diálogo distante y agresivo con el resto de la izquierda, al cual nos referiremos más adelante. Esto se terminó de verificar con el alza del movimiento estudiantil en 2024, que en defensa de la educación pública tomó más de cien facultades. Si bien Audio no fue la excepción, las tendencias a censurar mociones, cortar el micrófono y el intento de sustituir la ausencia de estudiantes genuinos con su aparato le costaron caras al MAS: una asamblea con casi 300 personas donde ya se había votado la toma concluyó repentinamente cuando militantes y responsables del MAS, para detener la asamblea, se abalanzaron sobre estudiantes independientes que pedían que se voten todas las mociones.
Este modus operandi no sólo se vio en Audio sino por ejemplo en Filo en varias asambleas, incluyendo una masiva de la cual se retiraron a los gritos con estudiantes independientes por… una discusión sobre un mural. También en la asamblea interuniversitaria en Plaza de Mayo, la cual decidieron romper unilateralmente. Todos estos hechos no pasaron desapercibidos en el movimiento estudiantil, en donde fue tomando forma una tendencia anti MAS.
Delimitación política
Su caída no sólo se debe a una tendencia negativa contra sus métodos, sino al avance y reforzamiento de las autoridades en el último tiempo. Este reforzamiento se debe en primer lugar a la lucha universitaria del año pasado, en donde las gestiones y sus agrupaciones estudiantiles intervinieron presentándose como defensoras de la universidad frente al ataque del gobierno. Esa posición la utilizaron luego para clausurar la lucha, en el caso de la UNA ni siquiera con un aumento de gastos de funcionamiento. Esto lo vemos en el retroceso de las condiciones de cursada (ratas y goteras en Salguero), en que una parte de la franja horaria se dedica a cursos pagos y en la amenaza de la puesta de cupos.
En Audiovisuales, esto tuvo un impulso extra con la política del MAS, no solo por sus métodos, lo que le permitió al Fulf crecer en rechazo a eso, posicionándose como la pata estudiantil de la gestión dentro de los consejos -los cuales desde que están compuestos por estas dos fuerzas se volvieron completamente cerrados a les estudiantes.
El MAS no ha llevado a cabo una delimitación sistemática de las autoridades, explicando su rol fundamental en la degradación de nuestra cursada y la necesidad de organizarse de manera independiente y masiva para lograr las reivindicaciones. Todo se trataba de reforzar a su agrupación, la cual “conquistaba” el apoyo de los consejeros de la gestión para aprobar proyectos, que no pasaban de ser papel mojado, ya que como no hay presupuesto y las autoridades avanzan con la privatización, y luego el Centro no llamaba ni a una asamblea para movilizar a les estudiantes, no se aplicaban, como pasó con la Proyectual de Dirección de Arte o las materias intensivas de verano. Esta falta de delimitación en cuestiones clave los llevó a movilizar junto a las autoridades en una de las marchas universitarias, en vez de encolumnar junto al Ceavi y el Cedam para visibilizar un polo de independencia política. En otra ocasión rechazaron movilizar junto a las autoridades… para llevar al Ceaa a la columna de su partido.
Tampoco han explicado el rol del Fulf como una agrupación que busca contener las luchas y embellecer a las autoridades ajustadoras. Este agrupamiento ha boicoteado iniciativas de lucha, y siempre intentó que Audiovisuales se organice detrás de su decano. El MAS, lejos de clarificar de cara a les estudiantes, contribuía a una confusión respecto del problema. En vez de dar la lucha política, defendía su autoconstrucción: las denuncias estaban concentradas en que el Fulf “ataca a la conducción del centro más luchador de la UNA”, o incluso directamente denunciando ridiculeces tales como “ataques fascistas” a que le arranquen carteles o que en un baño haya una pintada contra ellos.
Lógicamente una conducción que no llamaba a asambleas, o que llegó a movilizar con las autoridades, y que nunca estaría dispuesta a aceptar un error, tiene serios límites para entender y explicar el problema de la independencia política, y contraponer los suyos a los métodos de las agrupaciones pro gestión. Por ejemplo, la paralelización del centro de estudiantes que intentó el Fulf y a la que se sumó el PTS tuvo como base la paralización del mismo por parte del MAS.
El hecho de que en la facultad más golpeada presupuestariamente de la UNA, con ratas en los edificios, con una franja horaria entera entregada a los posgrados, y sin siquiera materiales y equipos para una cursada que es carísima, haya crecido en tan poco tiempo agrupaciones pro gestión, tiene que ser explicado a la luz de este derrotero político de parte de la agrupación que dirigió durante tres años el centro de estudiantes.
Todo esto contrasta con la actividad del Ceavi y el Cedam, centros de estudiantes que han siempre dado una lucha por organizar a les estudiantes en defensa de la UNA y también por reivindicaciones clave como la Ley de Danza y la formación del sindicatos de trabajadores de la danza; y lo han hecho sobre la base de una tajante y sistemática delimitación respecto a las autoridades. Esto ha permitido, incluso en estas duras elecciones, revalidar las conducciones y defender centros de estudiantes que serán la punta de lanza para la reactivación de la lucha en defensa de la UNA.
La transición del centro y los desafíos en audiovisuales
La salida del NMAS no fue en términos pacíficos, como último manotazo de ahogado se dedicaron a montar un escándalo mayúsculo interrumpiendo las clases y agrediendo física y verbalmente a estudiantes, docentes y no docentes, con el objetivo de intentar montar una campaña de victimización frente al rechazo de los estudiantes. Esto no hace más que llevar agua al molino del Fulf y las autoridades, despolitizando al estudiantado y proponiéndole discutir las piñas y los carteles en vez de cómo enfrentar el ajuste y los cupos.
Hay que decirlo, hoy en Audiovisuales tenemos una tarea fundamental, una tarea que vamos a tomar en nuestras manos y que vamos a llevar a fondo: organizar la oposición al Fulf, que, cóomo mayoría en el consejo y conducción en el centro, será el garante de que pase el ajuste. Esto se debe a su dependencia política de las autoridades. Por ejemplo, cuando el decano peronista avance en poner cupos o con los posgrados pagos, o cuando la rectora acuerde un presupuesto de miseria, el Fulf va a tener las manos atadas para posicionarse en contra e incluso van a apoyarles como ya han hecho en el consejo con otros temas.
Nuestra campaña contra la implementación de los cupos de las autoridades denunció su complicidad en este sentido y nos dejó una base sólida para continuar esa delimitación. Nosotrxs queremos ocupar el lugar de la izquierda, que como en Visuales y en Movimiento denuncie en cada momento la complicidad de las autoridades con el ajuste de Milei, no para debilitar sino para reforzar políticamente la lucha contra ese mismo gobierno, y que sean les estudiantes y docentes quienes la dirijan hacia su triunfo.
Continuando la perspectiva de nuestra corriente, la UJS, nos ponemos al servicio de la lucha contra el ajuste de las autoridades en audio, por el cine nacional y la educación pública. Solo así defenderemos nuestra universidad.
