Universidad

17/10/2002|776

No a las persecusiones en la UBA

Por el desprocesamiento de Sergio Salgado

El compañero Sergio Salgado, militante de la UJS-PO de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, está siendo sometido a un procesamiento que ahora, por pedido del fiscal, se pretende elevar a juicio oral. Al compañero se le imputan los cargos de “daño agravado” y “supresión y falsedad”, que sumados conllevan una pena de 8 años no excarcelable. A otro compañero se lo ha declarado en estado de rebeldía y se ha librado pedido de captura en su contra.


Los hechos que se le imputan ocurrieron a fines del año ’99. A tres años de acontecidos, ya fueron zanjados por la propia vida del movimiento estudiantil. Las pruebas contra Salgado son tan irrisorias que todos los jueces hasta el momento declararon la falta de mérito para seguir adelante con la causa.


 


Shuberoff y Etcheverry


Bajo el mandato de Shuberoff, la UBA se convirtió en parte querellante y fueron también sus abogados los que impulsaron la causa. Es Shuberoff – que hasta ahora ha logrado evadir a la justicia a pesar de todas las denuncias en su contra por el manejo discrecional del presupuesto – , el que debe ser llevado al banquillo de los acusados, y no Sergio Salgado.


Bajo el mandato del nuevo rector, Jaim Etcheverry, la UBA continuó con la misma política y ha dado un paso más: presentó como prueba un video, donde presumiblemente estarían registradas imágenes de la Asamblea estudiantil realizada tres años atrás. Este video fue proporcionado por la “Dirección General de Asuntos Internos de la UBA”. Nos venimos a enterar ahora que la UBA tiene una “oficina de asuntos internos” cuya misión es grabar las asambleas estudiantiles y fichar a los militantes y activistas en cada facultad. Esta “oficina”, sin duda, remite a los métodos típicos de la dictadura militar que en la UBA produjo casi mil desaparecidos.


 


Un ataque general


La pregunta que surge es por qué una causa que estaba parada desde hace casi tres años, vuelve ahora a activarse. Es un tema que ilustra también sobre las causas abiertas de más de 3.000 compañeros, que en cualquier momento pueden ser sometidos a juicio y mandados a prisión. Para el gobierno y su “Justicia” las causas son como un nudo en el cuello de cada compañero que será cerrado dependiendo de la evolución de la situación.


En el caso de la UBA, el hecho más resonante es la caída implacable de la Franja Morada y el crecimiento de las corrientes de la izquierda. Para las camarillas que dirigen la universidad, que no son otra cosa que la correa de transmisión del régimen al interior de la UBA, este derrumbe de Franja equivale a perder el control del movimiento estudiantil. Se abre, entonces, una etapa de choques, de persecusiones y de duros enfrentamientos entre la universidad y el movimiento estudiantil y sus organizaciones.


Ya hay antecentes. El fraude realizado en la Facultad de Económicas, con el aval oficial, permitió obstaculizar el triunfo de la oposición y mantener en pie el aparato de Franja. El Consejo Directivo de Arquitectura amenaza desconocer al Centro de Estudiantes si las elecciones no se realizan bajo el control de la burocracia de la facultad. La lucha palaciega en el seno del propio Rectorado y en las facultades, y la debilidad en que han entrado, demuestra que esta política represiva no es más que un intento desesperado para evitar la caída de las camarillas y su sustitución por gobiernos universitarios que representen a las organizaciones en lucha.


Llamamos a todo el movimiento estudiantil y universitario, a las organizaciones piqueteras, asambleas barriales, organismos de derechos humanos y organizaciones políticas a pronunciarse por el desprocesamiento de Sergio Salgado, como parte de la lucha por la libertad de los presos políticos y el desprocesamiento de todos los compañeros en el país.