El Centro Universitario de Chubut en la ciudad bonaerense de La Plata anunció días atrás el cierre por tiempo indeterminado de su sede social, a punto de cumplir 39 años de existencia.

Esta decisión -calificada por los propios estudiantes chubutenses como "una decisión de mierda de la que no podemos escapar"- se debe a que el centro acumuló una deuda enorme por la falta de pago de alquiler, punitorios y rescisión de contrato, originada porque la Legislatura Provincial de Chubut decidió, con la excusa de no tener fondos, no aprobar el subsidio de $25.000 mensuales con los que la organización de estudiantes solventaba los gastos que, por cuenta propia, no pueden afrontar.

Se trata de un nuevo ataque del Estado chubutense, que viene descargando la crisis de la provincia sobre la juventud y la población trabajadora –fuertemente movilizada en defensa de sus derechos. En el ámbito educativo, se ha procedido a un sinfín de ataques a la docencia –como el pago escalonado de salarios y la supresión de horas cátedra- y al estudiantado –como las restricciones al Transporte Educativo Gratuito y el intento de eliminarlo.

Federación Universitaria Bonaerense

La FUB, de la cual forma parte el CUCh, es un organismo que nuclea a más de 40 centros-casas de estudiantes del interior de la provincia de Buenos Aires y la Patagonia argentina -20 de los cuales son socios activos de la organización.

Dirigida por delegados de los centros que la componen, se reúne semanalmente para discutir la situación política y para buscar maneras de solucionar las necesidades más urgentes de las casas de estudiantes, que no sólo tienen problemas sociales, sino también graves problemas edilicios, como vienen a ser la humedad en las paredes, las pérdidas de agua, fugas de gas, goteras en los techos, entre muchas otras falencias.

Ante la falta de respuesta del Estado -completa en algunos casos y parcial en otros- frente a tales problemas, estos centros buscan diferentes formas de autofinanciar las reparaciones de sus edificios y el pago de los servicios, impuestos, expensas y demás gastos. En la mayoría de los casos, optan por realizar eventos culturales – sufriendo cancelaciones y persecuciones por parte de las fuerzas estatales.

Cuando se dio a conocer el cierre del CUCh, la noticia cayó muy mal y generó gran tristeza en la federación; pero esta, en lugar de rendirse y dejar todo a merced del Estado, decidió tomar fuerzas y unir lazos más que nunca y actualmente se encuentra discutiendo acciones de lucha para visibilizar la situación -del centro chubutense principalmente, pero también de los otros centros- y exigir al gobierno la continuidad del subsidio, el cancelamiento de las deudas contraídas por el CUCh y que den respuestas a los reivindicaciones pendientes del ámbito educativo en general.

Desde la UJS, propondremos a la FUB una campaña para exigir a la Universidad Nacional de La Plata y a la Provincia de Buenos Aires -a la par de presentar un reclamo a la Casa de la Provincia de Chubut- que respondan a nuestros reclamos porque queremos vivir en condiciones dignas y reabrir el CUCh. El Estado debe garantizar nuestro derecho a estudiar y vivir cómodamente.