Universidad

9/10/2003|820

Panorama de la UBA

Durante el transcurso de esta semana, en todas las facultades y los CBC de la UBA, miles de estudiantes están votando en el plebiscito organizado por la Fuba por la duplicación del presupuesto universitario y por la democratización de la UBA y la elección directa del gobierno universitario.


La crisis del gobierno universitario


El presupuesto universitario se encuentra hoy entre los más bajos de la historia, con salarios de hambre y falta de becas, de edificios y de recursos para la investigación. Sin embargo, la propuesta que hoy crea más inquietud y debate es la referida a la democratización del gobierno de la universidad.


¿En qué consiste, hoy, la crisis universitaria? En que se ha hundido el edificio privatizador diseñado durante la década menemista con la letra del Banco Mundial. Nos referimos al Fomec, el financiamiento alternativo de las grandes empresas, y el arancelamiento de la cursada de grado y de posgrado. Los motivos del fracaso son dos: la crisis capitalista que cortó el crédito internacional, y la lucha del movimiento estudiantil.


Durante la década menemista se dio una expansión de nuevas universidades, especialmente en el Gran Buenos Aires, con examen de ingreso, títulos basura, carreras cortas adecuadas a requerimientos coyunturales del mercado, educación a distancia. Pero no lograron despoblar la UBA, convirtiéndose en quioscos de algunas camarillas y en apéndices de ciertas pymes regionales.


El planteo privatizador no dio ninguna salida a la universidad pero sí consolidó a una burocracia, con sus cajas negras, fundaciones y otros recursos administrativos. La Fundación de la Facultad de Ingeniería hacía las veces de intermediaria con las empresas, quedándose con el 90% de lo recaudado. En este marco, la lucha por el poder entre las camarillas ha tomado la forma de una verdadera crisis de poder.


Para abordar el tema del gobierno universitario debe plantearse, entonces, no sólo un cambio del régimen de gobierno sino también el desmantelamiento de esta política, y colocar a la universidad en una nueva perspectiva social y política.


Régimen de gobierno


El movimiento estudiantil ya ha dado sus primeras batallas contra el régimen universitario. En un primer momento, bajo la consigna de la “elección directa” (vigencia del sufragio universal e igualitario). La participación estudiantil se reduce en los organismos de gobierno superiores, hasta llegar a ser nula en el CIN (consejo de rectores).


La consigna de “elección directa” jugó un papel progresivo y hasta cierto punto lo sigue jugando, pero tiene sus limitaciones pues culmina en un gobierno unipersonal. Por eso, el eje de cualquier reforma estatutaria debe ser garantizar la mayoría estudiantil en el cogobierno.


El gobierno de Kirchner


El nuevo Gobierno mantendrá para el año que viene la miseria presupuestaria – en términos constantes, en el 2004 habrá una reducción de más de 100 millones del presupuesto – . Como representante de la “burguesía nacional” apoya (Filmus) las quejas de Techint de que “sobran psicólogos y faltan ingenieros”, para emprender un nuevo intento limitacionista.


Filmus y Kirchner quieren imponer exámenes de ingreso en las carreras de mayor crecimiento en la matrícula. No es casual que después de las declaraciones de Filmus-Techint se impuso la obligación de aprobar Matemática (materia filtro) a los estudiantes de Psicología. También el Consejo Superior de la UBA tiene en estudio una reforma restrictiva del CBC.


“Faltan ingenierios”, se queja Techint, pero esto es porque faltan las fábricas y las obras para que estos ingenieros puedan trabajar.


Las elecciones universitarias


En este cuadro se darán las próximas elecciones universitarias. El plebiscito convocado por la Fuba ha servido para una gran delimitación. No es casual que sea boicoteado por todas las corrientes burguesas (el Ari, la Franja y los kirchneristas).


Bajo la bandera de una nueva reforma, contra los representantes del gran capital en la Universidad, la UJS llama a realizar un frente único para defender las posiciones conquistadas e incrementarlas en defensa del desarrollo de un programa y una salida socialista a la crisis universitaria.