La marcha de mañana, 21 de febrero, se convirtió en una nueva oportunidad para que la Mella-Patria Grande apele al método que ya nos tiene acostumbrados: la usurpación de la FUBA y la manipulación del movimiento estudiantil.

Sin proponer debate alguno en la Junta Representativa de la Federación, la Mella hizo girar un flyer donde la FUBA aparece junto a otras federaciones convocando a una supuesta “columna estudiantil” en la marcha del 21, indiferenciada de la dirección de Moyano y la burocracia sindical del PJ.

En la Junta Representativa, la UJS había hecho el planteo de que la FUBA y los centros formen parte de la columna independiente que unirá a las luchas del momento con los sindicatos clasistas y anti-burocráticos como AGD-UBA, Ademys, los Sutebas recuperados, el SUTNA y la seccional Haedo de la Unión Ferroviaria, entre otros.

No se trata de un problema menor: el choque entre Moyano y el macrismo es completamente circunstancial, como lo expresa el acuerdo del camionero con la reforma laboral y las negociaciones en curso en torno a las deudas de Oca y los negociados en Independiente. Para que triunfen luchas como la del INTI o el Posadas, o para arrancar un aumento salarial real como reclaman nuestros docentes, es necesario otros métodos y otra dirección: un paro activo, un plan de lucha y un congreso de bases para poner en pie a todo el movimiento obrero. Esta perspectiva es la que levantará la columna independiente de la que llamamos a participar.

La conducta de la Mella no es casual. El otrora líder de la “izquierda independiente”, Itai Hagman, acaba de reunirse con el ex Jefe de Gabinete de CFK, Jorge Capitanich, en aras de pergeñar la “unidad del peronismo” para 2019 con Massa, Alberto Fernández, Randazzo y cía. Es misma política de disolución en el PJ que Hagman ya había practicado en las elecciones de CABA del año pasado (lo que entonces le valió una crisis interna dentro de Patria Grande) multiplicada a escala nacional.

Las diferentes perspectivas en juego –subordinación a Moyano y al PJ ajustador o lucha independiente junto a la clase obrera y el sindicalismo clasista– deben ser motivo de debate en todo el movimiento estudiantil, que tiene que tomar en sus manos la resolución de esta crisis de dirección en la conducción de la FUBA. De ninguna manera podemos permitir la usurpación del sello de la Federación de espaldas a los estudiantes, que es un factor de confusión y desprestigio –lo que, a su turno, alimenta la campaña de Franja Morada y los agentes del macrismo para volver a tomar el control de la FUBA.

El movimiento estudiantil tiene a sus aliados en los sectores cada vez más numerosos de la clase obrera que rompen y se diferencian de la burocracia sindical. Es lo que expresaron las jornadas del 14 y 18 de diciembre. Pero la “izquierda independiente” se embarcó en el tren del “volveremos” y los gobernadores del PJ y, seguramente por eso, perdió hasta su propio nombre y razón de ser.

La Mella-Patria Grande es consciente de que no cuenta con los votos en la Junta Representativa ni con el aval de los centros y delegados de la FUBA para disolver al movimiento estudiantil en el moyanismo-PJ. Los llamamos a cesar con las manipulaciones y avenirse a una votación democrática al interior de la FUBA y los centros de estudiante