El jueves 28 se realizó la Asamblea Universitaria que debía adaptar los estatutos a las leyes (menemistas) de educación, además de poner en pie una serie de negocios capitalistas, entre ellos la creación de la Consultora de la Universidad y la Facultad de Artes con el solo propósito de armar licenciaturas de articulación con los terciarios arancelados.

La fecha del año (cerca de las mesas de finales) y el completo secreto en que se manejó el orden del día de la Asamblea por parte de las camarillas (un día antes se conocieron las propuestas a votar) fue el marco principal para comprender la escasa movilización estudiantil. Pero el panfleto en los pasillos aledaños al Aula Magna logró sumar a muchos estudiantes a la manifestación de protesta y mostró a las claras qué habría pasado si los estudiantes hubieran estado cursando. Aunque no se pudo impedir la sesión, la denuncia en los medios y los “cantitos” en el pasillo impactaron en el ánimo de las camarillas y pusieron al desnudo la complicidad de las burocracias estudiantiles y del gremio docente en la entrega de la universidad. Esto se vio reflejado en el intento de sancionar a un asambleísta del Mep que luego de denunciar el carácter de la Asamblea se retiró de la misma.

El agitado reclamo de elección directa “para echarlos a la m” se hizo escuchar afuera de la Asamblea y se viene escuchando en los pasillos de las facultades de Humanas y Sociales, donde interviene la UJS.

Esta Asamblea debe ser el punto de partida para imponer un Argentinazo en la universidad que eche a las camarillas docentes y transforme la universidad en una trinchera junto a la clase obrera en su lucha por acabar con este régimen social de hambre, miseria y explotación.