Universidad
12/9/2002|771
Por un Argentinazo en la universidad
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El 13, 14 y 15 de setiembre se realizará el Congreso Extraordinario de la Federación Universitaria de Buenos Aires. Participarán como invitados representantes del movimiento piquetero, las asambleas populares, las fábricas ocupadas, que estarán presentes en varios talleres que se realizarán durante el día sábado. Finalmente las resoluciones del Congreso serán votadas en una Asamblea General de la UBA en el día domingo.
El Congreso es la oportunidad de que el movimiento estudiantil, que viene de jugar un papel protagónico en la década que preparó el Argentinazo, fije su posición política frente a la crisis de poder y transforme al movimiento estudiantil en un polo junto al pueblo explotado.
La crisis de poder en la UBA
El Congreso se realiza en medio de una gran crisis política de la UBA y de la universidad en general. Como parte de la crisis más general del régimen, en la universidad los rectores y decanos han comenzado a ser cuestionados por movimientos de lucha que reclaman “que se vayan todos”.
Este movimiento ha tomado la bandera de la elección directa. En Sociología, de la UBA, el movimiento estudiantil realizó con el apoyo de numerosos docentes una elección directa para elegir al director de la carrera. Ahora, en la Facultad de Psicología el Centro de Estudiantes encabeza una fuerte campaña para que la elección del decano, que se debe realizar en el mes de octubre se haga por elección directa.
En Filosofía y Letras está en debate la organización de las juntas de carrera. La UJS-Partido Obrero presentó un proyecto que plantea la elección directa del director y de los miembros de la junta. El proyecto plantea la eliminación de los claustros, porque mediante el voto por claustro se asegura la mayoría a las camarillas oficialistas.
En la UBA el régimen de representación estamental y corporativo asegura a una pequeña minoría la mayoría en el gobierno. De esta manera los representantes del régimen patronal se aseguran la dirección de la universidad. Ahora que el proceso revolucionario abierto en el país ha llegado a la universidad, desplazando en primer lugar a la Franja Morada de la dirección del movimiento estudiantil, se presenta la necesidad de barrer a las camarillas y establecer gobiernos de la universidad que respondan a las organizaciones de lucha del movimiento universitario.
El derrumbe del “imperio Shuberoff” ha llevado también a varios decanos centroizquierdistas, no encuadrados en el aparato, a la dirección de varias facultades. Es ilustrativo, sin embargo, que el centroizquierdismo que a nivel nacional bate el parche de la caducidad de los mandatos, en sus propias facultades se opone a terminar con las camarillas y elegir en forma directa al gobierno universitario.
La negativa del centrozquierdismo a la “caducidad de los mandatos” en la UBA y a terminar con la democracia heredada de los estatutos de la “fusiladora” lleva al movimiento estudiantil a luchar en forma independiente de estas variantes del régimen. Sólo podrá conseguir su propósito con grandes movilizaciones, y el Congreso de la Fuba debe ser la oportunidad para reforzar los procesos de lucha en curso y generalizarlos a toda la universidad. Para octubre está prevista una nueva Asamblea Universitaria, pero con representantes electos hace un año. Es una Asamblea de los privatizadores, que debemos enfrentar, y convocar a una Asamblea Universitaria previa elección de nuevos representantes revocables electos en forma directa.
Debate político
La mayoría de las agrupaciones que integran la Fuba comparten el planteo de la “caducidad de los mandatos” (del “Espacio Ciudadano” de Carrió, Zamora y De Gennaro); deben impulsar un plan de lucha para cambiar a la universidad con elecciones directas sin régimen de claustros.
Pero a nivel nacional, esta posición de caducidad de mandatos le quitó, a la Fuba, protagonismo político frente a los piqueteros, las asambleas populares, las fábricas en lucha; o sea, en el camino de la rebelión popular por terminar con Duhalde y por una Constituyente convocada por el pueblo.
El Congreso coincidirá con el agravamiento de la crisis política por arriba y con un crecimiento en la conciencia y organización del pueblo. El Congreso de la Fuba tiene el desafío de ponerse en sintonía con el movimiento de lucha más general de los trabajadores, uniéndose estrechamente en un frente común con las organizaciones piqueteras, las fábricas ocupadas y las asambleas populares. La juventud estudiantil, como se demostró el 19 y 20 de diciembre, tiene mucho que aportar para completar la rebelión popular que está en marcha. Resolver esta cuestión es el gran desafío del Congreso de la Fuba.