La decisión del gobierno de pesificar los títulos en dólares del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, lo que deteriora objetivamente dicho fondo, interpela directamente a la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es que el propio Sergio Massa, impulsor de la iniciativa, buscó un “respaldo académico” frente al descontento producido con la decisión y sus crisis políticas,  pidiendo a la Facultad de Ciencias Económicas que realice un “dictamen” para ver si el canje “es beneficioso”.

Esta modalidad no es novedosa: ya el peronismo buscó apoyo en la UCR de esa casa de estudios (Franja Morada – Nuevo Espacio) con la finalidad de “auditar” (ajustar) planes sociales. Son funcionales a la derecha, y esta al mismo tiempo les sirve para respaldar los recortes de presupuesto.

El resultado es un diario del lunes: nadie puede pensar que es positivo para los jubilados pesificar los fondos de la Anses, cuando crecen las presiones por una devaluación y cuando los bonos en pesos seguramente serán reperfilados (o defaulteados). Lo que esconde la frase de Massa es un interés de clase: será auspicioso un canje de esas características… para el capital financiero y los usureros internacionales.

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Es por eso que esta situación coloca un debate objetivo, que requiere una explicitación. ¿La universidad, acaso, debe defender los intereses del gran capital o de los trabajadores, en este caso de los jubilados -que cobran la mínima de $58.665, una cifra de indigencia-? Poner este debate arriba de la mesa es una necesidad, que la resolución del gobierno del Frente de Todos coloca casi como obligación.

Por eso desde la Unión de Juventudes por el Socialismo – Partido Obrero y su agrupación en FCE (Movimiento x Económicas, MxE) lanzamos un pronunciamiento para rechazar este saqueo, con la finalidad de que los estudiantes plantemos bandera contra los capitalistas y el gobierno y en apoyo a los jubilados.

Esta campaña va en línea con la campaña que lanzó el gremio docente AGD, con una declaración titulada “No en nuestro nombre” donde dice que: “Con la autoridad de quienes nos movilizamos, junto con decenas de sindicatos y organizaciones sociales y políticas en las jornadas de diciembre de 2017, la AGD UBA repudia esta resolución que vuelve a descargar la crisis sobre las espaldas ya no sólo de lxs actuales jubiladxs sino de la de lxs próximxs. Ante un rechazo cada vez más extendido, el ministro Sergio Massa no sólo defendió la medida sino que anunció que la UBA será la auditora de la operación. Así como recusamos la intervención de las universidades para convalidar las bajas de los planes de los trabajadores desocupados, también rechazamos esta intervención”.

La campaña de AGD-UBA en defensa de quienes se jubilan no solo se inscribe en esta medida del gobierno, sino también de todos los representantes del Consejo Superior (desde el kirchnerismo hasta los radicales) que anularon la posibilidad de acceder a la obra social de la universidad: “Se trata de una auditoría solicitada por el mismo gobierno que ajusta salarios y jubilaciones, y acordada con autoridades universitarias que precarizan nuestras condiciones de trabajo y restringen la atención de Dosuba para futurxs jubiladxs docentes y no docentes”.

Esta crisis se metió, objetivamente, en la universidad. Rechazarla es una lucha que requiere no solo el pronunciamiento sino también la unidad docente-estudiantil-no docente.

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