Universidad

5/6/2017

Reincorporan a los 70 despedidos del call center de la UNLaM

La Comuna – UJS La Matanza


 


Así lo informó Víctor Riera, el dueño de la empresa y cuñado del rector de la Universidad de La Matanza (UNLaM), Daniel Martínez.


 


Sin dudas, este es el resultado de la gran campaña de denuncia que se llevó adelante para dar a conocer los negocios oscuros que tiene Martínez en la UNLaM con la complicidad del Centro de Estudiantes (conducido por la Liga Federal Universitaria).


 


Riera les aclaró que no habrá ninguna modificación en las condiciones laborales y que por el momento es lo único que tiene para ofrecerles, es decir, trabajo precario.


 


Esto marca que los motivos que se dieron en un primer momento para llevar a cabo los despidos-"falta de trabajo"-son falaces, y que en realidad se buscó continuar con el recambio permanente de personal para evitar su organización y para mantenerlos regimentados. Los trabajadores del call center sufren de forma directa la precarización laboral, para eso el Centro de Estudiantes ofrece pasantías truchas.


 


La campaña tuvo un objetivo claro: denunciar a las autoridades y los cómplices del ajuste. La consigna que llevamos adelante permitió darle una perspectiva al conflicto: exigimos la reincorporación bajo convenio, ya que defendemos los puestos de trabajo genuino.


 


La lucha continúa a pesar de la persecución y amedrentamiento de parte de la seguridad privada con la que cuenta la universidad.


 


Tales son los ataques que recibimos los estudiantes, que no se puede disponer de aulas, ni de ningún espacio público para el desarrollo de actividades políticas.


 


En cambio, la Liga Federal dispone libremente de dichos espacios, ya que calla y omite expedirse ante lo que ocurre dentro de la universidad, ya sean los despidos en el call center o el conflicto de los docentes en Medicina, quienes sufren una persecución feroz en contra de todo intento de organización gremial.


 


La UJS y las diferentes organizaciones estudiantiles que nos desarrollamos de forma independiente de las autoridades demostramos que los negociados del rector tienen un límite: la organización estudiantil.


 


Se abre una nueva fase en la lucha. Vamos por una universidad democrática y de lucha. Los jóvenes no estamos dispuestos a pagar la crisis, por eso nos organizamos para ofrecer una alternativa que enfrente a los gobiernos ajustadores.


 


Viva la juventud que lucha.