Los días 21, 23 y 24 de mayo se realizaron las elecciones de la Universidad del Comahue (UNCo), en la que se votó a rector, decanos, consejeros estudiantiles, docentes y no docentes. Para el rectorado compitieron tres listas. Una, encabezada por Beatriz Gentile, actual decana de la facultad de Humanidades y representante del oficialismo que gobierna la universidad. La segunda, encabezada por Andrés Ponce de León, decano de la facultad de Derechos y Ciencias Sociales con sede en Fiske Menuco (General Roca). Estas dos listas son expresiones del Frente de Todos. Gentile de fuerte lazo con el Kirchnerismo y también con el MPN, partido que gobierna Neuquén y que es parte fundamental de la gestión de la universidad. Ponce de León representa al sector de Emilia Soria, intendenta de General Roca y que también actúa en el campo del oficialismo nacional.  En tanto, la tercera lista encabezada por Omar Jurgeit, se encuentra dentro del espacio de Cambiemos y con el apoyo del Miguel Ángel Pichetto, hombre vinculado a Macri.

De la elección resulto ganadora la lista del oficialismo con Beatriz Gentile, no alcanzando la mayoría absoluta (34,01% Gentile y 27,88% Ponce De León), de modo que irán a un “ballotage” en las próximas semanas. Omar Jurgeit, el cual quedó tercero con el 18,49% , declaró que llamará a votar a Andrés Ponce de León.

Un dato central de la elección es que votó un tercio de los empadronados, quedando el voto en blanco en tercer lugar con 18,83%. Dentro de los padrones de cada claustro, cabe destacar el abstencionismo del movimiento estudiantil con el 50%. Este aspecto refleja una elección anodina, de aparatos y que se realizó cuando aún los efectos de la no presencialidad inciden en el regreso del estudiantado y los efectos de la deserción aun no han sido superados entre la juventud universitaria. Junto con ello, la elección a rector está completamente distorsionada por la aplicación de una ponderación del voto en cada claustro. Un voto docente vale por dos votos estudiantiles y casi por tres votos no docentes, es decir un voto calificado que no considera el principio elemental de una persona, un voto. Lo cual podría resultar que una candidatura que obtiene mayoría de votos, luego no gane la elección por esa ponderación.

En este escenario, la campaña de los candidatos a rectores representó una disputa por la caja de la Universidad y la postulación de colocarla en los términos del ajuste del pacto con el FMI. No había en las listas al rectorado, ni hay en el “ballotage”, alguna variante que merezca siquiera un voto crítico.  La UJS impulsará la abstención en dicho “ballotage”, a la par de una campaña por todas las reivindicaciones del estudiantado y las y los trabajadores de la UNCo.

El papel del PCR y la elección del  FIT-U

La CEPA-PCR, previo a la pandemia, dirigía la Federación Universitaria. En el año 2018 impulsó una candidatura propia con Inés Tripin (apoyada por la Confederación Mapuce, la Pastoral de la Iglesia Católica, La Colectiva feminista, La Revuelta, el PTP, diputados y concejales del Riosequismo, la CCC y otros) enfrentando al candidato kirchnerista y actual rector, Gustavo Crisafulli. En aquella ocasión la candidata Tripin estuvo a escasos votos de ingresar al “ballotage” pero, producto de su integración abierta al FdeT, en la presente elección apoyó a la delfín del rector, la decana de Humanidades Beatriz Gentile.

En esta elección la CEPA ingresa un solo consejero directivo al Superior, con una votación prácticamente similar a las  delFIT-U.  De esta manera la integración al Frente de Todos ha implicado un profundo proceso de disolución de la corriente estudiantil del PCR.

En tanto, el FIT-U realizó una muy buena elección. Nuestra campaña nos permitió presentarnos en facultades donde tenemos un trabajo político y también con lista por el claustro estudiantil en el Consejo Superior. Nuestros ejes de campaña fueron poner esta elección como parte de la lucha contra el ajuste nacional de los gobiernos, la oposición patronal y el FMI, que se expresa en la UNCo de manera brutal, y la necesidad de defender nuestro espacio de lucha. Así se mantiene el lugar en el Consejo Superior con el 11% de los votos,  y se conquistan cuatro lugares en el Directivo de Humanidades (uno de ellos de la UJS) y 2 en la facultad de Derechos y Ciencias Sociales de Fiske Menuco. La campaña electoral realizada y los puestos de lucha conquistados tienen como principal objetivo aportar a poner en pie al movimiento estudiantil ante las urgentes demandas.

La UJS-PO ingresa al Consejo Directivo de Humanidades con el compromiso de llevar adelante las reivindicaciones estudiantiles, al servicio de la lucha contra el ajuste y como una tribuna para organizar una juventud revolucionaria, junto a la clase obrera.