La toma de la Facultad de Ciencias Sociales, resuelta en una asamblea de más de 450 estudiantes, el martes 8 a la noche, marcó el punto más alto de la movilización contra el censo en la UBA. Durante las cuatro semanas previas se había desarrollado una verdadera rebelión contra el “censo del arancel” en las facultades de Humanidades de la UBA, impulsada por las agrupaciones de izquierda y el activismo independiente. A la toma se llegó después de masivas sentadas, asambleas y cortes de calle, en las que se reclamó contra las leyes universitarias que están en el Congreso y la suspensión del censo que claramente fue visualizado como el paso inicial para la implementación del arancel y de otras medidas limitacionistas.

La movilización de Sociales (y luego de Filosofía y Letras, que también fue tomada el miércoles a la noche), no alcanzó a toda la UBA, debido a la política de boicot contra la movilización de parte de la dirección de la FUA y la FUBA. La “carnereada”  de los radicales y frentegrandistas a la toma de esa día (que incluyó la movilización de sus “rentados” de distintos centros de estudiantes, para “desalojar” a los tomadores), revela la total capitulación de estas fuerzas en la defensa de la Universidad pública. El mismo miércoles 9, cuando estas agrupaciones concentraban su artillería contra las tomas, llegando a difundir en los medios la “versión” de que las facultades estaban “ocupadas por personas ajenas a los estudiantes”, la comisión de Educación del Congreso remitió a la Cámara de Diputados el proyecto de Ley de Educación Superior.

La movilización contra el “arancenso” en Sociales y Filo de la UBA, y en facultades de La Plata y del Comahue, está revelando un proceso de radicalización del movimiento estudiantil.

La UJS ha sido la única en caracterizar previamente este movimiento, en oposición al “impresionismo” del resto de las corrientes de izquierda, que han coqueteado con el Frente Grande desde su surgimiento.

La lucha contra el censo no se pudo extender, pero Franja y el Frente Grande sólo lograron parcialmente su objetivo: la movilización en la UBA sigue; en la misma asamblea en que se levantó la toma se votó masivamente la convocatoria a la marcha del 16/11 contra el presupuesto de Cavallo.