A dos semanas del comienzo del cuatrimestre en la Facultad de Psicología UBA, las autoridades lanzaron una nueva ofensiva. Cinco docentes de la carrera de Musicoterapia fueron despedidos bajo la modalidad de “no renovación” de sus designaciones de carácter interino -como la inmensa mayoría de la planta. La medida golpea a las tres cátedras que estuvieron en conflicto el año pasado, cuando las autoridades se sirvieron de la jubilación de sus titulares para coparlas con personal de su espacio político.

En aquel momento, y en protesta contra las designaciones arbitrarias, se realizaron paros, clases públicas, movilizaciones, festivales y jornadas de lucha. Los docentes de la carrera y de las tres cátedras (Musicoterapia en Salud Mental, Teoría y Técnica de Grupos y de la Práctica Profesional 330) fueron los protagonistas indiscutidos de una pelea que contó con el apoyo activo de estudiantes, graduados y de la gremial AGD-UBA.

Nos echaron de la UBA. pic.twitter.com/tsDc63GPDf

— Nahuel Prado (@PradoNahuel) March 14, 2023

Gracias a esta lucha, las autoridades se vieron forzadas a moderar sus pretensiones. Las maniobras para meter a los profesores a cargo de las cátedras fueron consumadas, pero los docentes de los prácticos continuaban en sus puestos de trabajo. Este precario compromiso es el que fue roto esta semana por esta nueva embestida.

La comunidad de Musicoterapia conforma un colectivo pequeño en su número, pero muy unido. La carrera se dicta en la sede Avellaneda, lejos del barrio de Once, que concentra las actividades mayoritarias de la facultad. Suele ser adversa a las políticas del decanato y es “castigada” en consecuencia. El copamiento del año pasado fue vivido como una afrenta a toda la comunidad, que respondió masivamente. Los despidos de este año están comenzando a transitar ese mismo camino.

Un agravante, que muestra el cinismo de quienes se creen impunes por su amistad con el poder, fue que la comunicación de los despidos por parte de quienes quedaron a cargo de las cátedras no revistió ningún tipo de pretexto técnico o académico, sino que se refirió explícitamente a la participación de los docentes en las protestas y su oposición a las arbitrariedades de la gestión.

Los despidos en Musicoterapia ilustran, tal vez con mayor crudeza, una situación recurrente en la UBA. Desde hace algunos años, las autoridades universitarias conspiran para quedarse con las titularidades de la totalidad de las cátedras, aprovechando cada oportunidad: jubilaciones, concursos, licencias, cambios de planes de estudio, etc.

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Estos zarpazos persiguen el fin de sostener un control político de cada facultad mediante la compra de votos a cambio de “favores” en el claustro de profesores (a cargo de cátedras), el sector que define las elecciones de decano y de consejeros superiores -una muestra del régimen antidemocrático de la UBA.

El copamiento de las autoridades destruye cualquier atisbo de producción de pensamiento crítico en la universidad y vulnera los derechos laborales. La UBA se retrotrae, así, a los tiempos anteriores a la Reforma Universitaria, reinstalándose en ella un sistema de señoreaje medieval, pero al servicio de garantizar el lucro capitalista de las camarillas que usurpan el poder político de la universidad. El sostenimiento de esta estructura política reaccionaria, consecuencia de convertir la educación pública en una mercancía, es lo que explica los cinco despidos.

Una asamblea docente de Musicoterapia, convocada para el miércoles 15, discutirá el caso y un plan de lucha. La Agrupación Naranja abogará por parar la carrera hasta la reincorporación de los cinco compañeros, reclamar la renuncia de los funcionarios de la carrera y extender la solidaridad en toda la universidad.

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