Universidad

15/5/2024

UBA: Económicas pide cancha en la rebelión universitaria contra Milei

Con este impulso podemos quebrar todo el plan Milei.

Corresponsal.

Desde el inicio de la marcha federal educativa, la convocatoria de la Facultad de Ciencias Económicas desbordó rápidamente las veredas y pasó a un corte completo de la avenida Córdoba. La Plaza Houssay, corazón histórico de la Universidad de Buenos Aires, fue uno de los puntos de concentración claves de la jornada. Esta enorme participación se dio en el cuadro de un auténtico plan de guerra por parte del gobierno contra las universidades públicas, pero también en el marco de un crecimiento de la organización en defensa de la educación. Nos cabe ahora hacer un balance del camino que nos trajo hasta acá, para comprender mejor cuáles son nuestros “activos” de lucha y hacia dónde vamos.

Económicas no teme luchar

La FCE es la única Facultad cuyo CBC dura dos años enteros, con correlatividad por bloque. Esto implica un doble filtro para el ingreso a la carrera, pero también divide a los estudiantes en distintas sedes (principalmente Paternal y Avellaneda) antes de que puedan entrar a la sede central (Av. Córdoba). Nuestro estudiantado es un cuerpo desmembrado. Peor aún, el Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas está bajo dominio de la pata de las autoridades en el claustro estudiantil (“Nuevo Espacio”, nombre comercial de Franja Morada). Su principal función es mantener a ese cuerpo en parálisis y en dependencia de los “servicios” del centro.

Entre los estudiantes, la discusión sobre la situación crítica que atraviesa la UBA estuvo avivada en parte por los comunicados de las autoridades, pero también tuvo como fuerte catalizador las medidas de lucha de la docencia crítica y combativa (con la Asociación Gremial Docente a la cabeza).

Desde el Movimiento x Económicas estuvimos impulsando este proceso desde el inicio. Con una invitación abierta a todo aquel que quiera defender la educación pública, en solo dos días armamos un grupo de WhatsApp con más de 200 personas. Desde allí nos sumamos como estudiantes a las clases públicas convocadas por la AGD y desarrollamos cacerolazos, cartelazos, reuniones abiertas en varias sedes y un abrazo a la sede central de Av. Córdoba. La respuesta estudiantil se concentró en una asamblea, la primera en dos años. Convocada sin el centro de estudiantes, votó medidas de visibilización y sumarse con toda a la marcha federal.

Originalmente había sido propuesta por Proyecto Económicas-La Cámpora, pero esta agrupación buscaba ponerle barreras duras. Fundamentalmente, que no haya instancia de votación. La presión directa que ejercimos, en el marco de una convocatoria que desbordó al aparato del kirchnerismo, destrabó que se vote. El episodio expresa los límites que tiene el camporismo para desarrollar un movimiento y defender la educación pública. No dejan de ser una pata de las autoridades que cogobiernan la UBA con Nuevo Espacio.

Qué sucede dentro de FCE

Es de público conocimiento que Javier Milei en persona dirigió sus dardos contra Económicas. Lanzó amedrentamientos contra las clases públicas de la facultad y la acusó de “adoctrinar” contra el capitalismo.

Nada más lejos de la verdad. Los planes de estudios fueron confeccionados minuciosamente a partir del pensamiento económico mainstream, puesto al servicio de la clase dominante. Se priorizan las abstracciones matematizables (que se postulan como inalterables a nivel global) por encima del conocimiento sobre la estructura productiva, las relaciones de clases y el desarrollo histórico de la sociedad en la cual el economista esta llamado a intervenir. Una de las pocas materias que cubrían, de algún modo, contenidos en este sentido fue empujada por al baúl de las optativas (Geografía Económica). Para el decanato, la función de FCE es de (de)formar un personal que defienda la maximización de las ganancias del capital, sin conexión con las preocupaciones de la clase obrera ni de las masas. No es casual que el vampiresco ministro de Economía de Milei, Luis Caputo, se haya formado en esta casa de estudios.

Mención aparte merece el arancelamiento de parcelas de la educación que debía ser pública. Como los planes de grado no incluyen ni la más mínima formación en herramientas digitales (¡ni siquiera Excel!), cualquiera que las busque deberá pagar por los cursos de la poco-clara fundación Capacitarte (la cual se presenta a sí misma como “una iniciativa educativa creada […] por el Centro de Estudiantes”). El nivel más agudo está en el ciclo de posgrados, 100% pagos. Una especialización, como la de Historia Económica y de las Políticas Económicas, le cuesta a un graduado $125 mil pesos por mes y la Maestría en Economía le cuesta $220 mil por mes.

Que esta es una de las facultades que más ha avanzado en la mercantilización es un hecho que se comprueba incluso en el paisaje. Por convenios con el decanato, la sede de Av. Córdoba tiene un cajero en su interior (!) y la sede de Paternal estrenó este cuatri un cartel publicitario del ultra-mileísta Marcos Galperín.

¿Se puede confiar en las autoridades de la UBA?

Esta radiografía de FCE nos muestra que la motosierra no significa lo mismo para todos los sectores de la comunidad universitaria. Para el decanato y el rectorado, lo que está en juego son estos negociados. Pero para los estudiantes, docentes y trabajadores no-docentes, se rifan nuestros lugares de estudio, nuestro salario y nuestra continuidad laboral.

Sobre esta base, tampoco tenemos la misma estrategia frente al gobierno. Las autoridades sólo quieren presionarlo para alcanzar un punto de entendimiento sobre el presupuesto de mantenimiento (7% del presupuesto total). No buscan derrotar al conjunto del plan Milei, sino solo acordar el aumento mínimo necesario para que sus negociados se mantengan. Peor aún, la reunión posterior a la marcha fue un fiasco. Franja Morada-UCR parece haber apuntado todos sus cañones, no a proteger intereses populares, sino a discutir la resurrección del impuesto al salario en la Ley de Bases.

Por eso desde el MxE llamamos a desconfiar de las autoridades. No están defendiendo las becas estudiantiles, ni la recomposición salarial, ni ninguna otra de nuestras reivindicaciones. El desafío para los estudiantes es tomar definitivamente la iniciativa del movimiento en conjunto con docentes y no docentes, para defender de la universidad pública.

Perspectivas

El carácter multitudinario y genuinamente popular de la marcha federal fue un golpe contra Milei. Por eso, tiene que ser un punto de partida (¡y no sólo de llegada!) para el movimiento universitario en florecimiento.

El debate del presupuesto encierra una puja por la orientación social de la universidad. Luchar por su gratuidad significa defender que los hijos de la clase obrera puedan formarse a ella. Miles de familias se sumaron a la movilización con esta comprensión. En lugar de usarla solo para abrir un arreglo con el gobierno, debemos llevar a fondo la pulseada.

Esto no puede lograrse en soledad. Necesitamos reunificar al cuerpo estudiantil desmembrado y unirnos a los demás sectores que salieron a defender la educación. Nuestra primera parada es llamar a una serie de reuniones abiertas interclaustros para armar la convocatoria a una segunda asamblea. Pongamos en pie un plan de acción en defensa de nuestra Facultad, porque sabemos que si no salimos a luchar, Milei gana; pero si salimos a luchar, Milei se cae.

Milei y el busto de Menem, el gran empobrecedor de los últimos 40 años
El gobierno homenajeó a quien nos dejó a las puertas de la mayor quiebra de la historia nacional y el estallido del 2001. –
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