La situación actual de ataque a la educación pública por parte del gobierno de Javier Milei es una avanzada tremenda sobre el acceso a la educación: sin aumento presupuestario y sin aumento de salarios a docentes y no docentes, el funcionamiento de la universidad está en riesgo. Esto, en un cuadro inflacionario muy fuerte que no solo vuelve imposible funcionar con un presupuesto correspondiente a febrero 2023, sino que, sobre la base de los tarifazos y la pulverización del salario, pone al estudiantado entre la disyuntiva de comer o cursar. Esto se ve claramente en la emergencia presupuestaria declarada en varias universidades, incluida la UBA, y en la multitud de compañeros que ante el ajuste se vieron expulsados de la carrera o debieron cursar menos materias.

El ajuste del gobierno no responde meramente a una cuestión fiscal, tiene un objetivo político claro: una avanzada en la privatización y mercantilización de las carreras universitarias en todo el país. Esto lo vemos por ejemplo en la fallida Ley Ómnibus, donde ya buscaba arancelar la educación para los migrantes; y en la postura de la Franja Morada (AFV en Veterinaria), perteneciente a la UCR, que defendió el ataque a la educación pública en el Congreso, que plantea como solución a la problemática presupuestaria el aumento de la caja de recursos propios de cada facultad. Llevado al castellano: el aumento de servicios a terceros, que condicionan nuestra educación al volcar docentes y equipos de las cátedras a ello en vez de a la carrera; y el pasaje de contenidos de la carrera a posgrados pagos, como realizaron con la ya inexistente cátedra de fauna.

Esto ya lo vimos con la modificación del plan de estudios para adecuarlo al modelo Coneau, donde quitaron 54 materias de nuestra carrera que hoy forman parte de la cartera de posgrados que ofrece la Casa de Graduados de nuestra facultad. Una privatización de contenido encubierta, donde solo los que pueden pagarlo pueden acceder a especializarse; y los que no, solo sufren la devaluación de su título universitario y, por lo tanto, de su posterior salario como veterinario.

A pesar de todo esto, y gracias a la presión generada por las múltiples asambleas en distintas facultades y el gran paro docente del pasado 10 y 11 de abril que se acompañó fuertemente, en el caso de veterinaria con jornadas de clases públicas y un enorme ruidazo educativo en el predio, el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) y el conjunto de los gremios de la comunidad educativa se pronunciaron en convocatoria a una masiva marcha el próximo 23 de abril.

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¿Cómo vemos esto en nuestra facultad?

Toda esta situación afecta y mucho a la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA. Se ve cada día desde en las condiciones edilicias, pasando por la falta de cupos hasta en el funcionamiento del Hospital Escuela.

Si vamos a las condiciones edilicias y del predio esto es muy notorio, en especial a partir de las  lluvias que hubo últimamente, se han registrado más de 10 techos de distintos pabellones, cátedras y espacios de uso estudiantil y docente en mal estado; muchos a partir del enorme temporal de diciembre de 2023 y muchos con problemas previos que solo tendieron a aumentar. Esto se observa en la cantidad de aulas clausuradas por goteras y espacios que no se pueden utilizar durante lluvias; además del estado general del predio que se inunda fuertemente, lo que también genera problemas con el mantenimiento de los animales. Todo esto sumado a los problemas que vemos todos los años y cada vez más: baños sin elementos de higiene básicos y en estado deplorable. A su vez, también podemos observar el ajuste en las condiciones de cursada, la falta de cupos en las tres bandas horarias y la cantidad enorme de compañeros que se encontraron en “comisión 99” (sin una comisión asignada) se vieron aumentados al inicio de este ciclo lectivo. También se aumentó enormemente la cantidad de compañeros que debieron reincorporarse a la carrera y pedir prórrogas de exámenes finales de distintas materias.

Otro sector clave donde se siente el ajuste es en las materias que presentan prácticas de laboratorio u hospitalarias, muchas solicitando a les estudiantes que trajeran elementos básicos de limpieza como lavandina para poder sostener la cursada. Ni hablar del Hospital Escuela de la Facultad, único hospital veterinario público de CABA, clave para la formación de les estudiantes que se encuentra ya hace varios años a un aproximado del 30% de su capacidad de funcionamiento. Es importante remarcar que esta situación no es actual, es un avance contra la educación pública que se da hace años y pasando por todos los gobiernos ( Macri, Fernández y Milei); obviamente la política de ataque del gobierno actual exacerbó la situación y pone el funcionamiento en riesgo crítico.

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Ante toda esta situación, desde Evet (UJS-PO + independientes), conducción del CEV (Centro de Estudiantes de Veterinaria), decidimos realizar una encuesta entre el estudiantado para relevar cómo la situación actual estaba afectando al acceso a la educación pública. Los resultados de la misma son preocupantes ya que, incluso previo al anuncio del aumento del subte y de los aumentos que se prevén en servicios para los meses próximos, el 8% de los encuestados no iba a continuar la carrera, y más del 70% cursará menos materias y/o menos días por semana debido a los tarifazos: solo en transporte a la facultad se registra un gasto diario de entre $540 y $5.400. A su vez, más de un 43% de estudiantes conocía a alguien de su entorno despedide y un 1,2% había sido despedides. El 95% de los encuestados planteó preocupación por la situación del Hospital Escuela y el 88,9% planteó que la falta de presupuesto es una de las razones principales de las problemáticas que observamos en nuestra facultad.

Esto es muy preocupante ya que plantea una situación de exclusión académica. En este sentido desde Evet nos organizamos para suplir falencias actuales volcando los ingresos del comedor estudiantil y fotocopiadora en sostener becas de trabajo para estudiantes, becas de apuntes irrestrictas, un menú estudiantil accesible, entre otros servicios. Pero la autogestión no puede suplir todas las necesidades de las cuales ni el gobierno ni las autoridades se hacen cargo desde hace ya años.

Y a todo esto, ¿qué hacen las autoridades? ¿Y el resto de agrupaciones estudiantiles?

En principio, en la sesión extraordinaria llevada a cabo el 20/02, el rectorado aprobó una resolución en la que se manifestó una “extrema preocupación” por la situación presupuestaria de la universidad. En su intervención del vicerrector de la UBA y dirigente histórico de Franja Morada y Nuevo Espacio, el exdiputado radical Emiliano Yacobitti, planteó que había que “seguir dialogando” con Milei y Pettovello para que “revean su política”, y mientras tanto que la universidad “funcione de la manera más ordenada posible”.

Esta orientación se demostró frustrada cuando el gobierno confirmó nuevamente al CIN que su oferta irrisoria de un aumento del 70% era lo único que pensaba otorgar a la UBA. Mientras se daba este intercambio de “más preocupaciones” sin ningún tipo de resolución concreta, las fuerzas políticas que componen el rectorado (coalición entre el peronismo y radicalismo) avanzaban en la negociación de los términos y condiciones de la Ley Bases desde sus bancas, gobernaciones y puestos sindicales. ¿Estarán negociando, como muchas veces ya lo hicieron, políticas privatistas en la universidad en pos de su beneficio propio? Finalmente todos estos sectores se vieron obligados a convocar una movilización de toda la comunidad educativa; comunidad que a pesar de la inacción antes mencionada se encuentra en alerta y movilización con diferentes medidas desde el inicio del ciclo lectivo.

En la Facultad de Veterinaria las políticas del rectorado se traducen en el accionar de las autoridades. Con el pretexto de priorizar la caja de recursos propios, estos no se traducen en políticas de permanencia para el estudiantado; todo lo contrario, llevan una política de expulsión de la carrera usando la realidad económica  como excusa a sus falencias e ignorándola al individualizar los reclamos. Se priorizan horas docente para servicios a terceros y no se garantiza cupo, se restringe el acceso a las prórrogas y en lo concreto se dificulta cursar, rendir finales y mantener la regularidad. El Hospital Escuela aumentará sus tarifas casi un 300% para probablemente seguir sin ser aprovechado en el transcurso de la carrera y tampoco brindando un servicio integral a toda la comunidad de CABA. En sintonía, de nuevo, con la dinámica del rectorado, las autoridades de Vete convocan a una instancia de movilización y clase pública frente al Hospital Escuela en la cual participaremos desde el CEV.

Pasando al resto de agrupaciones estudiantiles: en veterinaria están presentes dos agrupaciones, aparte de Evet, con representación en secretarias en el centro de estudiantes (CEV): La Tropilla (La Cámpora en Veterinaria) y AFV (perteneciente a Franja Morada); siendo La Tropilla la que posee la minoría estudiantil en el Consejo Directivo de la facultad. Si bien el centro de estudiantes viene desarrollando una dinámica combativa sobre la base de su conducción y el apoyo a las acciones docentes y no docentes; las otras agrupaciones vienen acompañando el no accionar de los partidos políticos a los que responden y, por lo tanto, de las autoridades de la facultad. A pesar de que a todas las instancias de lucha y movilización fueron invitados a participar y convocar, un ejemplo de esto es su nula participación en el último ruidazo y jornada de clases públicas que acompañó el paro docente convocado por Conadu Histórica el pasado 10 y 11 de abril.

¡Vamos hacia una gran asamblea del predio y marcha universitaria!

Frente a este ataque constante a la educación pública no podemos dar un paso atrás, desde Evet hacemos un llamado al estudiantado a sumarse a todas las instancias de lucha que se avecinan. A su vez, llamamos al resto de agrupaciones a reflexionar y sumarse a organizar la defensa indiscutible de nuestra facultad con una política de frente único de lucha.

La alarma ya sonó para les que estaban dormidos, es la hora de salir a defender a nuestra facultad. En este sentido convocamos a organizar la marcha educativa del próximo 23/4 a todo el estudiantado del predio; incluyendo Veterinaria, el CBC, Agronomía y el secundario agrotécnico. Por ello estamos convocando de conjunto al Ceaba (gracias a la presión realizada por Abriendo Caminos e independientes) a una asamblea estudiantil de todo el predio para el próximo viernes 19 de abril en el Curp 1 a las 17hs, donde buscaremos debatir y votar de conjunto a todes les estudiantes y organización acciones conjuntas en defensa de nuestra universidad. Defendamos nuestra carrera, cursada y universidad del ataque de Milei y compañía; sumate vos también. ¡Si luchamos, Milei se cae y la UBA se queda!

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https://prensaobrera.com/universidad/23-de-abril-las-universidades-van-a-la-plaza-de-mayo