El pasado miércoles 5 de abril en la Facultad de Trabajo Social de la UNLP se realizó el 39° Congreso Ordinario de la Fulp. Convocado con pocos días de anticipación, sin campaña alguna en las facultades de la conducción de la Fulp y los centro, y en la previa del fin de semana largo, el Congreso fue una expresión más del vaciamiento y la parálisis de una Federación que brilla por su ausencia y es desconocida por la inmensa mayoría de les estudiantes.

El gran objetivo de la conducción saliente (que encabezan La Mella y La Cámpora, junto a Miles, Cepa y otros) era renovar su mandato e intentar sumar a la Juventud Universitaria Peronista (JUP), que hoy es la conducción de los centros de Humanidades y Medicina. Es decir, lograr un Frente de Todos, “con Todos”.

Finalmente la JUP decidió no integrarse al frente y se retiró del Congreso, sumándose a la ausencia de Franja Morada, que dirige 10 de los 17 centros, y que directamente no acreditó sus congresales reclamando “voto directo” en la Fulp, contra el estatuto que ellos mismos redactaron hace algunas décadas siendo conducción. La posición de Franja Morada vale como llamado de atención para aquellas agrupaciones que, desde la izquierda, como es el caso del PTS, reclamaban ese mecanismo de votación para “democratizar” la Fulp. El problema no es de forma, sino de contenido.

Así las cosas, la votación para la nueva conducción concluyó con dos listas. El frente “22 de noviembre – un pueblo con memoria es democracia para siempre”, encabezado por La Mella y La Cámpora, se impuso con 68 votos sobre un total de 170 congresales. En segundo lugar, el “Frente de Estudiantes de Izquierda” (integrado por PTS, Agite de Arquitectura y la UJS-PO) obtuvo 10 votos.

Una Federación que seguirá inactiva

Con niveles del 40% de pobreza en el país, que golpean más fuertemente a la juventud, con una inflación que destroza los ingresos de la población trabajadora y también licúa los presupuestos de la Universidad, más que nunca sería necesario contar con una Federación que actúe con representación estudiantil para luchar por todos los reclamos y defender la educación pública. Sin embargo, la Fulp continuará su largo proceso de inacción frente a los problemas acuciantes de les estudiantes.

Sucede que la política de la actual conducción está dictada por el gobierno nacional del Frente de Todos y por el Rectorado de la UNLP, que tiene al radical López Armengol como presidente de un co-gobierno entre radicales y peronistas. Esto es lo que explica que la Fulp no mueva un pelo en torno a los recortes en las becas, o frente a la suspensión del programa de Interrupción Voluntaria del Embarazo que depende del área de salud sexual integral para estudiantes. Solo de forma aislada los hemos visto mencionar estos problemas, en función de la interna por cargos en el rectorado: Si el recorte es en un área donde hay funcionarios de Franja, lo denuncian como si no formaran parte del mismo rectorado.

La línea de ajuste y vaciamiento educativo se profundiza sin que la Fulp haya hecho una sola crítica al respecto. En Arquitectura se recortaron contenidos al eliminar Arquitectura 6. En Artes, se suceden las trabas para que les estudiantes puedan cursar, con el objetivo de adecuar la matrícula a un presupuesto recortado. En Ciencias Médicas se suceden los bochazos y se refuerzan los filtros a las cursadas, una forma expulsiva de “combatir” la superpoblación de cursos, luego del triunfo que significó la eliminación del examen de ingreso eliminatorio. En Psicología la falta de agua en el edificio en distintas franjas horarias obligó a pasar cursadas a la virtualidad.

El ajuste presupuestario ordenado por el Fondo Monetario Internacional, cuyo plan el Frente de Todos sigue a rajatabla, profundizará estos problemas, e intentará ser compensado con negociados y privatización educativa, como los ya existentes posgrados pagos y convenios espurios con empresas. Pero nada de todo esto le mueve el amperímetro a la Fulp actual.

Necesitamos una nueva perspectiva independiente y de izquierda para el movimiento estudiantil

El llamado de las agrupaciones del kirchnerismo al Congreso y a “ampliar el frente de conducción” con la JUP tenía dos argumentos. Uno, la unidad del Frente de Todos, una foto difícil y que no fue posible en el cuadro de disgregación del peronismo. El otro, era la supuesta “lucha contra el crecimiento de la Franja Morada”.

Aparentemente, para estas agrupaciones, Franja Morada crece por “la división del campo nacional y popular”. No es así: el crecimiento de la Franja está directamente relacionado al fracaso estrepitoso del gobierno del Frente de Todos, la “unidad del campo nacional y popular” a nivel nacional. Además, la desmovilización y vaciamiento de los centros y federaciones que conduce el peronismo-kirchnerismo sin dudas allana el camino para ese crecimiento.

La capitalización por derecha en el movimiento estudiantil del derrumbe del peronismo-kirchnerismo sin dudas interpela a la izquierda. Por el momento, las agrupaciones de izquierda no logramos ser el canal para manifestar ese descontento y poner en pie un movimiento estudiantil combativo por los reclamos. Es necesario discutir este problema de frente y no disimularlo, si realmente queremos abrirnos paso, y más si tenemos en cuenta que nuestra lista logró reunir menos de la mitad de los congresales que obtuvo hace un par de años.

La conformación de una lista común entre PTS, Agite y la UJS-PO es importante para plantar bandera y abonar a una intervención común en esta etapa, por un movimiento estudiantil independiente de los bloques patronales. Sin embargo, la discusión de la conformación de la lista expresó divergencias importantes. Durante el congreso, el PTS maniobró en función de excluir a la UJS-PO del frente, este accionar tiene razones políticas de fondo. El PTS ha profundizado una intervención electoralista en el movimiento estudiantil, con un discurso autoproclamatorio hablando de las figuras de Bregman y Del Caño, se rehúsan a plantear las tareas que tiene por delante el movimiento estudiantil y terminan expresando su impotencia a la hora de impulsar o tener anclaje en los movimientos de lucha estudiantiles y disputarle los centros y federaciones a las corrientes del ajuste en la universidad. Es la misma política que le da la espalda a decenas de miles de explotados del movimiento piquetero que luchan día a día contra el ajuste y vienen siendo blanco de un ataque estratégico por parte del gobierno, la derecha, los sectores patronales y reaccionarios.

Sin la UJS, el PTS puede adaptarse mejor y llevar adelante frentes con fuerzas políticas de límites difusos con el nacionalismo burgués, por ejemplo el Agite, como se expresó en los debates a la hora de elaborar el comunicado del frente.

Desde la Unión de Juventudes por el Socialismo nos organizamos para defender la educación de los distintos gobiernos que la recortan. También luchamos para transformar el rol social de la Universidad y entendemos que va de la mano de una transformación social más grande, con un gobierno de la izquierda y los trabajadores que reorganice la sociedad sobre nuevas bases.

https://prensaobrera.com/universidad/la-uba-entre-el-ajuste-y-el-recorte-de-las-carreras