Universidad

17/11/2023

UNGS: ¿Por qué voté en contra el proyecto del Consejo Superior de apoyar a Massa?

Consejera superior por el claustro de graduadxs.

El pasado miércoles 15 la gestión universitaria presentó un proyecto para que el consejo superior se pronuncie en apoyo a Massa. El proyecto se trata de un documento escueto lleno de aseveraciones a favor de este gobierno, sin argumentos que se correspondan con los problemas actuales de la Universidad de General Sarmiento (UNGS).

En sus considerandos afirma que Unidos por la Patria tendría un compromiso explícito por el sostenimiento de la educación pública. Esta afirmación se contrapone con el informe de la gestión ante el ahogamiento presupuestario que la universidad viene sufriendo año a año. La última semana, el secretario de administración presentó en la comisión de presupuesto los escenarios presupuestarios 2024 afirmando la incertidumbre del sostenimiento futuro de la universidad ante la incertidumbre de una próximo megadevaluación y la inflación.

Según el secretario, en lo que va del año, la universidad se mantuvo a duras penas y a costa de presupuesto propio, dejando las cajas de la UNGS sin ningún respaldo para el año entrante. Sucede que el ahogo presupuestario es una combinación de un bajo presupuesto, junto a la inflación galopante y al atraso de las partidas presupuestarias las cual llegan devaluados.

El ahogo presupuestario se traslada en el peligro del dictaminen de los posgrados gratuitos para graduados de la UNGS, en la falta de cupos que dejó centenares de estudiantes sin cursar, en la pérdida del micro a Lemos, el achicamiento de los fondos de viajes, las becas insuficientes. Finalmente, la universidad mantiene su funcionamiento en piloto automático, sin atacar los problemas estructurales: la deserción estudiantil y la baja tasa de graduación, la más baja de las universidades del conurbano.

Para poder atacar estos problemas hay que rediscutir la oferta horaria, las políticas de acompañamiento, como el monto y la oferta de las becas. Actualmente el consejo superior vota la apertura de nuevas carreras, lo que puede ser una verdadera oportunidad de oferta académica para la región, pero apenas puede mantener el funcionamiento, dejando de miles de estudiantes queden en el camino.

El proyecto de resolución presentado afirma en su segundo artículo la defensa de la democracia argentina de manera indiscutible: que a cuarenta años de democracia tengamos 40% de pobres no la convierte en discutible. Las premisas de que con las que la democracia se comía y se vivía fracasaron por responsabilidad de los sucesivos gobiernos que nos llevaron a esta profunda crisis social y económica. Una casa de estudio debería problematizar la realidad social y abonar en una explicación sobre el ascenso de un candidato de ultraderecha, en lugar de ocultar los problemas que azotan a la población trabajadora que lleva a que elijan variables con planteos nefastos como los de Javier Milei.

Un rechazo a Milei no debe confundirnos en apoyar el gobierno de unidad nacional de Sergio Massa acompañado por los ajustadores seriales de la UBA y la educación pública, como Emiliano Yacobitti que recorta y promueve privatizaciones, o Martín Lousteau quien suena posible ministro de Educación. Un voto por esa declaración era un voto sin perspectiva, un voto irresponsable que no problematizaban la realidad de la educación pública en general y de la UNGS en particular.

La defensa de la universidad no está en las urnas con los planes de ajuste del Fondo Monetario Internacional. Para defender la educación pública necesitamos construir un gran movimiento de lucha que se enfrente las políticas de ajustes gobierne quien gobierne.