Universidad
3/10/2024
UNGS: segunda marcha universitaria, veto y perspectivas
Un cuadro para profundizar la lucha hasta ganar.
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Consejero Superior Estudiantil por el Instituto de Industria.
Corresponsal.
La masiva movilización que ganó las calles de todo el país contra el veto de Milei a la ley que promueve un aumento extraordinario del presupuesto para las universidades, demostró la disposición de la comunidad educativa a defender la universidad pública y también la solidaridad del conjunto de la sociedad.
A diferencia de la movilización del 23 de abril, los rectores de las universidades jugaron un rol pasivo en la preparación de la marcha. En la UNGS, la gestión solo convocó a una conferencia de prensa y una radio abierta el viernes 27, cuando había paro universitario.
Si bien fueron convocantes desde el CIN, lo que antecedió a la marcha fue la promoción del funcionamiento de las universidades, a pesar de vivir una situación crítica que erosiona los cimientos sobre los que se sostiene la universidad: docentes y estudiantes.
Sobre los primeros recae el brutal ajuste salarial que el gobierno intenta imponer, dejando el salario inicial de un docente en la línea de indigencia. El presidente que llama degenerados fiscales a los jubilados intenta instalar que los docentes son parte de quienes se repartirían el botín que las universidades le roban al Estado. Es decir, profesionales que se formaron por años para desarrollar la ciencia y la técnica y que se dedican a transmitir los conocimientos a las nuevas camadas de estudiantes, serían casta. Por ello, la docencia está en pie de lucha con paros prácticamente todas las semanas y acciones de visibilización que apuntan a quebrar el discurso del gobierno y conquistar un aumento salarial que lleve el salario a la canasta básica.
Sobre esto vale señalar que los sindicatos dirigidos por las facciones peronistas, como Adiungs, juegan un papel tibio en la lucha contra la motosierra. Las acciones impulsadas por el sindicato carecen de combatividad, como los “ruiditos” (minusvalía de ruidazo) convocados las primeras semanas del cuatrimestre. Los paros son boicoteados por ellos mismos al transformarlos en “activos” dando clases, como sucedió el jueves 26. Con el argumento de que Milei quiere que las universidades cierren, plantean que dar clases sería un contrapunto a la perspectiva ultraderechista. Sin embargo en los hechos lo que sucede es que el conjunto de la comunidad educativa, pero en especial el estudiantado, cursa con naturalidad, como si nada pasara. La misma orientación arrastra el Ceungs, la herramienta gremial de los estudiantes. Sin convocar a asambleas, son un puñado de aparatos que figuran en alguna actividad diciendo que luchan contra el gobierno y el ajuste en curso. Ni siquiera son actividades impulsadas por ellos, sino que solo asisten a las desdibujadas acciones que señalamos más arriba. Sería loco pensar que un grupo acotado a una organización como es El Puente y un par de municipales pueden enfrentar la política libertaria que pretende el arancelamiento de la educación. Aunque formulado para polemizar, estas líneas intentan dejar en claro que El Puente-FUNYP hacen lo contrario de lo que debería impulsar un Centro de Estudiantes: en vez de desplegar el potencial de la organización estudiantil (el claustro mayoritario y masivo) con asambleas, jornadas de lucha y agitación, se reducen a ofrecer servicios low cost y microcréditos para los estudiantes que no tienen guita.
¿Realmente creen que la juventud que está inmersa en un 60% en la pobreza puede sostener el derecho a la educación pública con las migajas que ofrecen?
La bronca crece entre los estudiantes y el centro es bombero del gobierno, boicoteando acciones de lucha como las que surgen de espacios autoconvocados como la asamblea interclaustro. Que hay una situación contradictoria entre el humor de los estudiantes y el Ceungs lo demuestra que la movilización de dicha asamblea superó en 3 veces la movilización del centro.
Estamos frente a un grupo de tibios, que van por detrás de interés ajenos al de los estudiantes. Lo mismo vale para Adiungs.
La Asamblea Interclaustro marca el camino
En la vereda de enfrente se encuentra la asamblea interclaustro, la cual sesionó la semana pasada. Allí se deliberó sobre la preparación de la marcha del 2 de octubre. Las intervenciones dieron lugar a la resolución de una agenda de lucha hacia la marcha. La asamblea organizó charlas debate sobre el ajuste en la universidad e impulsó decenas de clases públicas, llegando a su punto más alto lunes y martes donde se realizaron 15 clases cortando la calle de la entrada a la UNGS. El martes, a razón de la propuesta impulsada por nuestra agrupación, El Yunque-UJS, se realizó una jornada artística con vigilia en la universidad. Por la jornada pasaron artistas de distintas disciplinas, con números musicales hasta las 00hs. A la hora de la cena se realizó una olla popular de donde comieron decenas de estudiantes y vecinos que se acercaron a buscar su ración. La iniciativa de la Interclaustro preparó una gran movilización a la concentración a Congreso, pero sobre todo reagrupó una nueva camada de activistas que están a la cabeza de la defensa de la universidad pública. No es un dato menor, mientras los libertarios grafitean los baños, la bronca estudiantil contra el ajuste se organiza, corta la calle, hace clases públicas y se moviliza.
Veto y perspectivas
La ausencia del Centro pareciera estar cada vez más presente a medida que crece la organización estudiantil. Algo que resaltó esto es que, en medio de la lucha por volver a realizar una masiva marcha, el Centro convocó a elecciones y el oficialismo de El Puente-Funyp presentó lista. Cada uno tiene sus prioridades. Algunos velan por su aparato, otros luchamos para defender la educación pública.
Este centro se demostró impotente para luchar contra el ajuste en curso. La bronca crece, en parte, porque se traduce en cuestiones muy concretas: disminución de la oferta académica, caída de las becas, aumento de fotocopias, menú estudiantil, buffet y un deterioro edilicio cada vez mayor. Mientras, el centro de brazos cruzados.
Confirmado el veto, el Ceungs es incapaz de proyectar un proceso de lucha que se radicalice para hacer prevalecer los intereses estudiantiles. Tenemos que preparar la toma de las universidades, con ese objetivo impulsaremos las acciones con la Asamblea Interclaustro, retomando el debate sobre el carácter del paro docente. Las tomas, lejos de hacerle un favor a Milei por frenar el funcionamiento de las universidades, pone sobre la mesa qué sujeto social debe ser dueño del destino de la universidad pública. Tomar la universidad es la forma más directa de demostrar a quién la universidad le pertenece. Milei la quiere para los negocios privados, les estudiantes para les estudiantes y los trabajadores.
Por ello, como última reflexión, apostamos a que la fuerza de la organización estudiantil junto al resto de los claustros, se condense en un expresión que para las elecciones venideras se proponga recuperar el Ceungs de la tibieza y ponerlo al servicio de la defensa de la UNGS y la educación pública para derrotar el plan motosierra de Milei.