Universidad

13/11/2018

Universidad de Lanús: lo que dejaron las elecciones en Desarrollo Productivo

Del 30 de octubre al 2 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones del Centro de Estudiantes del Departamento de Desarrollo Productivo (CEDePyT) en la Universidad Nacional de Lanús, en la que votaron 1143 estudiantes.


La lista 1 “Somos UNLa en desarrollo productivo” (Peronismo militante, La Cámpora, la Eva Perón) ligada a las autoridades de la universidad y al kirchnerismo, ganó con un 62%, sobre que la lista 85 “Lxs estudiantes al frente” (UJS, Estudiantes autoconvocades, más compañeres independientes), actual conducción del centro, que obtuvo un 26%. En tercer lugar quedó una lista organizada por elementos ligados al gobierno municipal de Néstor Grindetti (Cambiemos), con un 10%.


La elección se caracterizó por darse en un cuadro en el cual el proceso de rebelión educativa, que atravesó a buena parte de los lugares de estudio en el último período, estuvo en buena medida ausente en la UNLa en general y en particular en el Departamento de Desarrollo. El activismo que surgió al calor de esta lucha fue reducido y se expresó sobre todo en otros departamentos de la universidad, donde tuvo que enfrentarse a la política de contención de la rectora Ana Jaramillo y las conducciones que le son afines. En particular en el CEDePyT se operó un retroceso del movimiento estudiantil, ya que la vanguardia que llevó en su momento a recuperar el centro (en una elección que es cada 2 años) fue perdiendo iniciativa y, salvo por la UJS, retrocediendo en organización. La lucha contra el ajuste en el departamento se redujo a las iniciativas impulsadas por el centro y a su periferia más cercana. A pesar de haber impulsado asambleas, festivales y cortes de calle, así como numerosas actividades por el derecho al aborto, no hemos logrado atraer a la masa de los estudiantes a tomar al centro como una referencia de lucha y organización.


Esta situación implicó que el peso de las autoridades en la elección haya sido decisivo, orientando el conjunto de sus recursos en función de obtener la conducción del único centro independiente. La lista 1 fue en buena medida organizada a partir de estudiantes que juegan un papel institucional en la universidad (tutores, ayudantes de cátedra), con las direcciones de las carreras consiguiendo candidatos allí donde no los hubiera. El procedimiento de levantar cursadas para ir a votar, de la mano de candidatos de la lista 1 y en las carreras donde “Lxs estudiantes al frente” tiene una menor influencia, fue el mecanismo fundamental con el que operaron las autoridades. A ello se sumó el llamado de buena parte de lxs profesores a votar por “Somos UNLa”, la utilización de los canales de comunicación oficiales y actividades con funcionarixs -entre otras maniobras.


La campaña de la lista 1 se caracterizó por estar despojada de todo contenido político, sin hacer mención al ajuste, a Macri o cualquier problema estudiantil, basada en ‘propuestas’ y en aparecer como la extensión institucional de la universidad.


Esta operación de la gestión fue viable en la medida en la cual las consecuencias del ajuste en la UNLa han sido por el momento de bajo impacto (falta de nombramientos docentes, pasaje de cursos a cursadas virtuales), toda vez que la UNLa ya es una universidad ‘ajustada’, con una escasez crónica de oferta horaria, cupos en el ingreso, concesiones privadas.


En esta situación, los 300 votos obtenidos por la lista 85 fueron fruto de una dura pelea dada por la UJS y “Lxs estudiantes al frente” por poner de manifiesto la importancia de contar con un centro independiente y combativo, que ha peleado en defensa de la educación pública y por el derecho al aborto. La lista 85 ha obtenido un virtual empate en la carrera de Turismo y ha ganado Logística, así como obtenido una secretaría en el centro como consecuencia de la votación general.


La campaña de la UJS, haciendo énfasis en explicar el ajuste y su impacto en la universidad, así como en la política conciliadora del rectorado con el mismo (tributaria del operativo 2019 y de la Iglesia) servirá para preparar las condiciones para que se ponga de pie el movimiento estudiantil frente al ataque a la educación que se viene con el presupuesto 2019 y sus consecuencias en la UNLa. Los rumores sobre cierres de turnos de cursada en algunas carreras (Gestión ambiental urbana) son aspectos de los desafíos que deberán abordar lxs estudiantes, contra un rectorado que más que nunca está jugado a articular con la oposición pejotista de cara a las elecciones, mientras pasa el ajuste.


Lxs estudiantes atravesarán la experiencia de contar con una conducción incapaz de enfrentar de manera resuelta estos ataques. La UJS (que ha salido reforzada organizativamente de este proceso) pondrá todas sus energías y los espacios conquistados en el CEDePyT al servicio de organizar un movimiento estudiantil independiente y de lucha.