Luego de tres meses de lucha y movilización protagonizada por amplios sectores de la comunidad educativa de la Universidad de Luján -el sindicato Adunlu, diversos equipos de docencia e investigación, la lista naranja y roja, agrupaciones estudiantes antiburocráticas, graduados, vecinos/as, etc.- contra la implementación del proyecto impulsado por las direcciones burocráticas de Atunlu-Fatun (no docentes) y Adiul (gremio minoritario de la Fedun), en connivencia con el gobierno nacional, para construcción de viviendas privadas en el actual campo experimental de la UNLu, el pasado jueves 25 de noviembre el tema fue tratado en el Consejo Superior.

El tratamiento en el Consejo Superior

La sesión fue bajo modalidad virtual y contó con la trasmisión en vivo por el canal oficial de la universidad. Durante sus ocho horas de duración, cerca de trescientas personas siguieron en vivo todo el debate. A diferencia de las habituales aprobaciones exprés y burocráticas, en esta oportunidad el tratamiento concitó un importante volumen de debate e incluso los propios consejeros/as (oficialistas y opositores) sostuvieron el mandato directo de sus representados. Una práctica política, esta última, muy poco frecuente en este órgano de gobierno universitario.

Finalmente, pasadas las 20 horas la votación arrojó el rechazo del proyecto de venta y privatización de una fracción del campo experimental por: 15 votos contra y 2 a favor. Solo la representación no docente (Atunlu) votó a favor del proyecto. Además, hubo dos abstenciones. Este contundente rechazo es el fruto de una gran lucha gestada desde abajo por un amplio y diverso movimiento en defensa del patrimonio universitario. En ese sentido, fue fundamental que el movimiento de lucha lograra en todo momento mantenerse independiente de todas las listas, gestiones y burocracias de la Unlu.

Ahora la lucha por el presupuesto universitario, salario, vivienda popular y contra el FMI

Al calor de este importante triunfo contra la enajenación de las instituciones educativas estatales, es necesario profundizar la lucha popular por un plan nacional de viviendas para toda la población trabajadora en tierras fiscales de la Nación, la provincia o los municipios, y por la expropiación de las que verdaderamente son tierras ociosas, las de los grandes terratenientes, para programas de vivienda social. Desde hace décadas los gobiernos nacionales, provinciales y municipales se muestran incapaces de resolver esta gravísima problemática, y la única salida que muestran es la represión a quienes se organizan y luchan por este derecho elemental.

Por una universidad pública al servicio de las mayorías populares. Aumento de los salarios y del presupuesto para universidad, ciencia y técnica superior a la inflación. Por un plan nacional de viviendas para toda la población trabajadora. No al pacto con el FMI. Plata para educación, salud y vivienda, no para el FMI. Por estas razones, el 11 de diciembre todos a Plaza de Mayo.

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