Universidad

23/3/2020

Universidad Nacional de San Martín: las improvisaciones del Rectorado frente al Covid-19

Un “sálvese quien pueda” versión académica
 

Presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencia y Tecnología

¿En qué condiciones  se desarollarán las clases bajo la pandemia de coronavirus? La resolución 425/2020 del Rectorado, que anuncia la suspensión de clases presenciales, resuelve que se “intensificarán” las herramientas virtuales. Algo (a priori) razonable, pero ¿cómo se implementa? La resolución no cuenta con ninguna explicación de cómo se va a llevar adelante este formato. Patea la pelota para delante.


Nosotres preguntamos: ¿cómo se va a poder llevar adelante la cursada virtual si el sistema informático Siu Guaraní colapsa inclusive ante las inscripciones habituales (!) y el +Campus cae sistemáticamente? Las autoridades no dicen ni una sola palabra.


La resolución, a su vez, no contempla una gran parte de estudiantes que no cuentan en sus hogares con conectividad a internet ni con los dispositivos tecnológicos adecuados para desarrollar este tipo de actividades académicas. Esta lógica no hace más que reproducir las desigualdades existentes sobre el acceso al conocimiento. Quien no tiene internet o computadora, ¿perderá el cuatrimestre? La universidad tiene que garantizar, a partir de un relevamiento del conjunto del estudiantado, quiénes tienen y quiénes no los elementos para esta modalidad e implementar los recursos necesarios para satisfacer las carencias de aquellos que lo necesiten.


La resolución también “encomienda a las unidades académicas la implementación de mecanismos pedagogicos (…) y tecnologicos”. Luego, las unidades académicas se lo “encomiendan” a lxs docentes, sin ningún tipo de seguimiento, acompañamiento, explicación. Todo el equipamiento para realizar este trabajo a distancia (computadoras, servicio de internet y otros recursos) debería ser costeado en su totalidad -dado que no se instrumenta ninguna medida al respecto- por cada docente. Frente a esta situación, hay materias que sólo pasaron link a un libro o materias cuyo recurso fue solo subir a la web el archivo PPT que utilizan para dar clases cotidianamente. Así, si las evaluaciones se mantienen de la misma forma, aumentará la cantidad de re cursantes. Estamos ante un “sálvese quien pueda” versión académica.


¿La vuelta a clases?


Lo primero en quedar en evidencia ante la pandemia es que la Unsam se encuentra en pésimas condiciones de salubridad e higiene para combatir el contagio. Las aulas durante la cursada habitual se encuentran sobrepobladas, llegando a no tener  los estudiantes siquiera un espacio para sentarse durante las clases.



Mientras las autoridades llenaban la universidad de carteles recomendado lavarse las manos con jabón, en nuestra casa de estudio, faltaban en los baños precisamente el jabón! y los elementos más básicos de higiene: papel, toallitas descartables para secarse y ni hablar de alcohol en gel.


Desde la agrupación La Caldera presentamos un petitorio con cientos y cientos de firmas exigiendo estas medidas básicas, pero la respuesta de las autoridades -jabón líquido en algunos baños- fue totalmente insuficiente.


Las estadísticas, basadas en aproximaciones matemáticas, que manejan desde el gobierno nacional pronostican el avance de la pandemia. Está claro que la cuarentena puede extenderse, y que, por ende, las clases continúen postergándose, pero en caso de que el gobierno abandone esta medida es necesario que se evalúen las condiciones de salubridad en la Unsam para verificar si podemos o no volver a cursar. En comisiones de 130 estudiantes con aulas hacinadas y desbordadas que llevan a que estudiantes  cursen por la ventana, y sin elementos de higiene, no hay condiciones para que volvamos a cursar.


Les estudiantes y trabajadores tenemos que intervenir activamente


La primera resolución del Rectorado respecto a la pandemia fue la N400/2020, donde se crea un “comité de coordinación y seguimiento” que sería “encargado de coordinar las acciones que se implementen…”. A dicho comité solo lo integran miembros de la gestión de la Unsam (rector, decano del IIB, secretaría académica, etc.). Ni docentes, ni estudiantes, ni directores de carrera ni no docentes forman parte de la discusión sobre la continuidad del ciclo lectivo o la posibilidad o no del retomo de las clases finalizada la cuarentena.


Exigimos un comité de higiene, coordinación y seguimiento verdaderamente democrático y poder de decisión, con representación paritaria y plena de estudiantes docentes y no docentes.



Reclamamos a la universidad y al Estado los fondos necesarios para que se garantice el ciclo lectivo, sea de forma presencial (con todas las condiciones necesarias para ello que no nos expongan al contagio) o de manera virtual. Necesitamos de inmediato la triplicación del presupuesto universitario.