Universidad

3/5/2020

UNLU San Fernando (ex INEF): las clases virtuales no garantizan la continuidad académica de los estudiantes

En el ex INEF (hoy bajo la órbita de la Universidad Nacional de Luján), donde se dicta la carrera de Educación Física, la cursada “virtual o a distancia” en la sede (ubicada en San Fernando) es un sálvese quien pueda generalizado en todas las materias.


Cada estudiante quedó librado a su propia suerte para poder contactar a sus docentes (muchos sin saber siquiera a quién tienen asignado).


A la vez, cada docente tuvo que decidir por su cuenta, sin ningún tipo de asesoramiento por parte de las autoridades, qué medio utilizaría para las clases a distancia, sea el aula virtual de la universidad, facebook, instagram, entre otros, todo esto a escala de 10 materias por cuatrimestre que en promedio cursa cada estudiante.


Las posibilidades o no, que tiene cada estudiante de acceder a una computadora o a un artefacto tecnológico competente, y hasta a internet, son completamente ignoradas por las autoridades. El que no tiene una conectividad adecuada, simplemente, se jode y deja la cursada.


La pandemia y su posterior cuarentena han profundizado todas las problemáticas y desigualdades preexistentes con las que carga la educación pública a lo largo y ancho del país.


Muchxs estudiantes son madres y padres y en este contexto se encuentran cuidando a sus hijos/as todo el día. La mayor parte de los estudiantes trabaja de manera precarizada (PedidosYa, Rappi, etc.) lo que hizo que su trabajo recrudezca para poder hacerse el mango. Mientras sus patronales les reducen el salario, otros, directamente, perdieron sus ingresos por completo.


La conducción del centro de estudiantes (‘’Movimiento Estudiantil 24’’), lejos de denunciar estos problemas y reclamar que las autoridades pongan a disposición de sus docentes y estudiantes los recursos necesarios para llevar a cabo la cursada virtual, no hace más que armar ‘’grupos de estudio’’ para las materias en Whatsapp. No convoca ninguna instancia de debate entre los estudiantes donde poner en común los problemas que atravesamos y qué medidas tomar. La Freire apunta en la misma dirección, sumándose al festejo de la limitadísima medida de liberar datos para algunas plataformas, en vez de poner los problemas sobre la mesa.


Pero el vaciamiento de la facultad no es noticia nueva. Desde mucho antes que la cuarentena cursábamos con aulas estalladas y nos chocábamos todos los años con problemas por la oferta horaria. Las instalaciones esenciales para nuestra carrera no están en condiciones. Un ejemplo es la pileta: estuvo fuera de servicio durante la mayor parte del primer cuatrimestre, haciendo que las pocas clases prácticas de natación que se pudieron llevar a cabo se dieron en el polideportivo 3 (obligando a los estudiantes a hacer malabares para correr los 4 kilómetros de ida y vuelta al poli 3, entre otras dos materias). La pileta fue arreglada precariamente para las fechas de finales y se volvió a romper antes de la segunda fecha, por lo cual esta y la tercera se suspendieron. Los docentes, lógicamente, se negaban a forzar a sus estudiantes a rendir un final en una pileta helada en época invernal.


Desde la UJS consideramos que las autoridades de la universidad y el Estado deben poner a disposición de estudiantes y docentes los recursos tecnológicos necesarios para que la cursada virtual no nos lleve puestos. Que se respete la regularidad de todos los estudiantes, estén o no estén cursando virtualmente, y reorganizar el calendario académico para que las materias que no se puedan dar de manera virtual puedan ser cursadas y aprobadas en forma presencial, de manera que ningún estudiante se retrase en la carrera por esta pandemia. Es clave tomar el problema en nuestras manos y exigirle al centro de estudiantes una asamblea virtual para discutir entre todos cómo organizarnos.

Frente a la debacle económica que vivimos los jóvenes precarizados o desocupados planteamos que el Estado debe garantizar un seguro al parado de al menos 30.000 pesos, y aumentar la beca progresar a 10.000 pesos para todos los estudiantes que la requieran.


La campaña por el aumento de la Progresar avanza entre distintos centros de estudiantes, y acaba de aprobarse en la última reunión ejecutiva de la Federación universitaria Argentina (FUA) a instancias de la secretaria de la UJS. Nuestro centro también debería sumarse a esta campaña.