Universidad

28/10/1987|204

Elecciones en la Universidad

Votar a la UJS

En la mayoría de las Universidades del país se está votando para la renovación de los representantes estudiantiles en los Consejos. Directivos de las facultades y para la dirección de los Centros de Estudiantes. Con esto se pretende probar la vigencia de la democracia en la enseñanza superior. La realidad sin embarco es que se ha montado en la Universidad un régimen corporativo y completamente antidemocrático. Una situación que encubren de conjunto quienes disputan los comicios, incluida la izquierda democratizante.

Antidemocracia

El voto para los Consejos Directivos “tripartitos” no tiene un carácter igualitario. Se vota por claustros y se otorga mayoría absoluta en el Consejo al claustro profesoral, cuya base electoral es, sin embargo, una nimiedad, respecto a la estudiantil. Los “ciudadanos” universitarios, como se ve no son iguales ante la ley: algunos son más iguales que otros. La misma sobrerrepresentación se aplica a los graduados, cuya representación es manipulada por las trenzas reaccionarias de los “colegios" profesionales. Pero además la mayoría de los docentes —auxiliares— está excluida del claustro profesoral.

¿Qué es todo esto? Corporativismo, maniobras y regimentación: no hay democracia en la Universidad.

Burocratización

Este operativo se completa ahora con una regimentación paralela de las organizaciones gremiales. El régimen gobernante pretende formar una burocracia estudiantil estatizada que vacíe de todo contenido a las organizaciones de los estudiantes. Recientemente, los centros dé Franja Morada, actuaron como rompehuelgas de la más grande movilización de la docencia universitaria.

Ahora, las elecciones de Centro en la UBA, como antes en el interior del país, se han convertido en “obligatorias” por disposición del Estado, con la complacencia de la derecha, de la JP y el PI y, aun de la izquierda. La función de está obligatoriedad es poner en minoría al movimiento estudiantil, es decir al estudiantado que se organizó y que lucha dentro de los centros de estudiantes, y reglamentar su funcionamiento. La finalidad es completar el proceso de transformación de los Centros en oficinas de la reacción y el Estado, en conformidad con el régimen universitario de conjunto.

Votar a la UJS

La autonomía y el cogobierno son una ficción, una pantalla tras la cual el régimen político actual ha perpetuado el manejo de la Universidad al servicio de la reacción política, no del pueblo sino de los monopolios nacionales y extranjeros, a los que ahora se pretende entregarles directamente la tarea de investigación y desarrollo en la enseñanza superior. (Esto es lo que propone un proyecto de ley enviado por el Ministerio de Educación al Congreso). ¿Qué otro objetivo podían trazarse los que convierten al país en colonia del capital financiero, sino la de transformar a la Universidad en vehículo de la política de entrega, de sumisión al FMI, de amnistía para los genocidas del Proceso? La Universidad fue convertida en rueda auxiliar de la burguesía democratizante en el poder, completamente sometida al imperialismo, al clero y al militarismo reaccionario.

LA UNION DE JUVENTUDES POR EL SOCIALISMO llama la atención del movimiento estudiantil sobre el carácter de la ofensiva en curso contra sus reivindicaciones y organización. Los Alsogaray, Alende y Cafiero se empeñan en asegurar la “gobernabilidad” del régimen de los tarifazos, los salarios de hambre y la ruina de la educación en completa oposición al pronunciamiento de la voluntad popular. Sus representantes en la Universidad pactan para sostener un sistema de gobierno antidemocrático, completamente regimentado por el Estado, instrumento de la degradación material de la enseñanza. Democracia y educación son incompatibles con un régimen atado por mil lazos al gran capital, a una clase parasitaria que se hunde confiscando las condiciones más elementales de vida de los trabajadores, que está llevando al país y al mundo a un colapso generalizado.

La UJS plantea las reivindicaciones fundamentales de la educación (salarios, presupuesto, gobierno democrático) en completa oposición a este régimen y a sus representantes "populares”, en favor de la unidad política del movimiento estudiantil y docente, por la autonomía y el cogobierno de la comunidad universitaria, por la unidad con los trabajadores para la transformación revolucionaria del país y la educación. No hay otra salida.