En el inicio de la temporada estival, y tal como se replicara en Villa Gesell durante el verano 2022, donde el intendente municipal Gustavo Barrera (F.de T.) luego de innumerables evasivas debió reconocer que está a favor de la explotación offshore; una manifestación de vecinos, ecologistas y turistas que se fueron sumando, recorrió las playas céntricas, se manifestó frente al edificio de la municipalidad local y recorrió la arteria principal de la ciudad balnearia para terminar en la emblemática esquina de 3 y 104.

En abierta contraposición a la opinión común de los habitantes de las localidades atlánticas en favor de la preservación ambiental, el gobierno nacional avanza en las habilitaciones a las inversiones extranjeras en el talud de la plataforma submarina en favor de la empresa noruega Equinor, dado que el Ministerio de Ambiente aprobó la realización de la exploración sísmica y la instalación del pozo Argerich mediante la emisión del instrumento legal denominado DIA (Declaración de Impacto Ambiental). Esto luego de que la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata, en connivencia con el gobierno nacional, dejara sin efecto la medida cautelar que impedía la exploración offshore.

Nada que extrañar de un gobierno explícitamente favorable a la depredación ambiental y necesitado de dólares para “cumplir la palabra empeñada” con el FMI, a riesgo cierto de un inconmensurable pasivo ambiental para el país.  Estos antecedentes se remontan a las presidencias de Cristina Fernández y sus favores a la Barrick Gold, Monsanto, la minería a cielo abierto repudiada en Chubut y, como frutilla del postre, forma parte del gobierno que coloca ahora al ex CEO de la compañía Syngenta, Antonio Aracre, como jefe de asesores de Alberto Fernández. Un hombre de los agrotóxicos en el gobierno nacional.

El Partido Obrero local participó de la actividad, tal como lo viene haciendo en todas las instancias de la lucha ambiental de la ciudad.