Como a fines de 2019, el movimiento de lucha del No a la Mina en Chubut vuelve a volcarse a las calles con movilizaciones en las principales ciudades, tras haber reunido más de 30.000 firmas por una Segunda Iniciativa Popular, frente a los anuncios oficiales de Arcioni en torno a la zonificación de la meseta, con el apoyo total del gobierno nacional del Frente de Todos.

Es cada vez más claro el rol que juegan en este escenario los grandes medios de comunicación. En su editorial dominical titulado “La otra agenda de Chubut más allá de los sueldos” (Jornada, 8/11), el Diario Jornada, uno de los grupos mediáticos más grandes de la provincia, señala:

“Por supuesto, los sectores de la izquierda que son los más activos en contra de la minería, acompañados intelectualmente desde sus casas y a través de las redes sociales por sectores de la clase media, plantean su oposición. Muchas veces, de una manera bastante intolerante: el viernes quemaron gomas y prendieron fuego una puerta de la Municipalidad de Trelew; amenazaron a un fotógrafo frente a ese mismo municipio; y en Esquel escracharon al diputado nacional Santiago Igon y su familia, a pesar de que el legislador ya se había manifestado en contra de la minería en Chubut.”

El macartismo de la burocracia sindical y el lobby minero

La jugada es de manual. Por un lado, con este señalamiento se busca circunscribir un histórico movimiento de lucha, de profunda raigambre popular en la provincia, en el campo de una supuesta “izquierda violenta”. Con este ataque de corte macartista se busca invisibilizar las importantes movilizaciones del día viernes 6 en Puerto Madryn, Trelew, Rawson, Comodoro Rivadavia, Esquel, Trevelin y otras localidades. El Partido Obrero y las fuerzas que componen el Frente de Izquierda hemos participado de la campaña de firmas por la Iniciativa Popular, así como de las diferentes movilizaciones y acciones de lucha organizadas por las diferentes asambleas socioambientales de la provincia, como la UACCH (Unión de Asambleas de comunidades de Chubut). Se trata de un movimiento de lucha socio-ambiental sumamente heterogéneo y activo, que incluso tiene una particularidad nacional, como es el pronunciamiento de sindicatos docentes y estatales, a favor de la protección del medioambiente. Por otro lado, el ataque habla de un “apoyo intelectual y de clase media en las redes”, lo cual es absolutamente falso, bastan como prueba concreta para refutar esta chicana barata las 30.916 firmas reunidas presencialmente en plena pandemia, en 48 localidades de la provincia, a favor de una Iniciativa Popular que se trate en la legislatura, para prohibir definitivamente esta actividad extractiva en Chubut.

Este ataque tiene su razón de ser, al margen de la jugosa pauta publicitaria que debe recibir el medio por parte del lobby minero. El dueño del Grupo Jornada es Héctor González, burócrata de la CGT que es secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza en Chubut. Forma parte de un sector de la burocracia sindical que buscará utilizar la crisis económica para plantear este conflicto, como ya se ha hecho en 2014, en términos de “trabajadores contra trabajadores”, debido a la participación de diferentes sectores productivos en los eventuales proyectos mineros, como ser además la construcción. Este ataque particularizado contra la izquierda, demonizante, como sucedió en el desalojo de Guernica, tiene como objetivo preparar las condiciones para tercerizar en las patotas sindicales una eventual represión en las movilizaciones populares que se vendrán, por ejemplo en la legislatura. Para combatir este saqueo es necesario involucrar activamente al movimiento obrero y desnudar los falaces argumentos que presentan a la megaminería como una salida a la crisis económica. Cuando en realidad lo que viven las provincias mineras es más tercerización, trabajos insalubres y destrucción ambiental.

Ofensiva explícita

Como señalamos al principio, por estos días, el gobernador Arcioni y el gobierno nacional de los Fernández han dado luz verde a la megaminería en Chubut, particularmente en la zona central de la meseta, vía una “zonificación”contemplada en la legislación vigente. Se trata de un objetivo confesado tempranamente por parte del gobierno del Frente de Todos, con las famosas declaraciones del mismo Alberto Fernández el 18 de diciembre de 2019 en la cumbre de AEA: “Logramos que en la meseta de Chubut se explote oro y plata”.

El No es No lo conquistamos en las calles

Para enfrentar esta nueva ofensiva vamos por un plan de lucha provincial, dando impulso a las asambleas en todas las localidades. Tratamiento inmediato en la legislatura de la Iniciativa Popular 2020. Los sindicatos deben intervenir activamente en esta lucha y convocar de inmediato a un paro provincial, como sucedió en diciembre de 2019. El pueblo trabajador de Chubut ha demostrado su reserva de lucha, a fines de 2019 junto a la rebelión mendocina que defendió la ley 7722.

Profundicemos la movilización popular para defender nuestros bienes comunes y nuestras tierras. Ninguna confianza en las y los legisladores de los partidos patronales, que ya han estafado al pueblo en 2014.

¡No es NO! ¡Fuera Arcioni y todo el régimen de saqueo!