Ambiente

19/5/2022

Brasil, Uruguay y Argentina, en vilo por el ciclón “Yakecan”

El cambio climático, hace que estos fenómenos inusuales en nuestra región puedan volverse cada vez más frecuentes y graves.

Efectos del ciclón en Punta del Este

Una situación atípica se ha vivido estos días en las costas rioplatenses de Argentina y Uruguay y el sur de la República Federativa del Brasil. En poco más de 24 horas, estos tres países han sido impactados con un ciclón de características similares a las de un huracán. En nuestra región son habituales los ciclones con características “extratropicales”, pero son muy pocas las veces que logran hacer una transición a subtropical o tropical, como sucedió esta semana. Los servicios meteorológicos de la región- Brasil, Uruguay y Argentina-, junto a la entidad homóloga de los Estados Unidos, coinciden que el ciclón extratropical que se formó cerca del Río de la Plata el lunes 16, sufrió una transformación a ciclón subtropical a partir del martes 17, afectando las costas de Uruguay y del sudeste brasileño. La Marina del país carioca, nombro a esta tormenta como “Yakecan”, que significa “el sonido del cielo” en tupí-guaraní (Entre Ríos Ya 17/5).

Posteriormente, el ciclón siguió su camino sobre el océano, desplazándose sobre aguas cálidas costeras. Continuó su intensificación hasta transformarse en una tormenta tropical, lo que ocurrió entre la noche del martes 17 y la mañana del miércoles 18. El sistema provocó vientos intensos de 110 km/h cerca de la costa de Río Grande do Sul y Santa Catarina, al sur de Laguna. Además, hubo olas de entre 3 y 6 metros en la zona costera. Por su parte, si bien en las costas bonaerenses de Argentina el evento climático no tuvo una intensidad mayor se han mantenido las alertas por los fuertes vientos, aunque son habituales para esta época en la zona. Sin embargo, en la Republica Oriental del Uruguay los efectos han ocasionado grandes destrozos materiales, el arrastre de espuma marina adentrándose en las playas y obstaculizando rutas y caminos de Punta del Este, Montevideo, Rocha y Maldonado y la muerte de dos personas, una por aplastamiento a raíz de la caída de una palmera y la otra (que estaba en situación de calle), se está buscando determinar si fue por hipotermia ya que no presenta lesiones visibles. También hubo caídas de postes, lo que genero cortes de electricidad y la suspensión de las clases en las escuelas de los departamentos afectados.

Ciclones tropicales y extratropicales

Los ciclones extratropicales son comunes en el Atlántico Sur, también conocidos como ciclones de latitudes medias o, simplemente, sistemas de baja presión, son fenómenos que se caracterizan por generar vientos intensos, lluvias persistentes y que están asociados a frentes y masas de aire frío. Dicho de otra manera, su centro -o núcleo- es frío.

Pero bajo circunstancias muy especiales y raras, estos ciclones pueden evolucionar y transformarse en sistemas con un núcleo cálido, conocidos como ciclones tropicales, lo que hace que su estructura y organización cambie. Aquí, obviamente intervienen las corrientes marinas cálidas que bajan del Brasil que, según analistas, su temperatura aumento dos grados en los últimos 40 años, lo cual es un caldo de cultivo para acrecentar las posibilidades de que se formen estos fenómenos. Sus principales diferencias están en que el de núcleo frío se observa en las imágenes satelitales como un espiral nuboso, mientras que el segundo se ve como un conjunto de tormentas simétricas desplazándose alrededor de un centro conocido como ojo. Además, el ciclón extratropical generalmente concentra sus vientos más intensos en la parte superior, mientras que el tropical los tiene cerca de la superficie, volviéndolo mucho más peligroso para las personas. Para graficarlo, los ciclones tropicales -de núcleo caliente- se clasifican en tres tipos de tormentas dependiendo del viento sostenido que tengan: la depresión tropical (de 30 km/h a 60 km/h; tormenta tropical (60 km/h a 120 km/h) y huracán (superiores a 120 km/h).

Lamentablemente, estos fenómenos se han vuelto mas frecuentes desde principios de este siglo 21 y la respuesta de los Estados han sido subestimarlos y ocultarle a la ciudadanía sus implicancias, junto a políticas de profundización de la depredación del ambiente que agravan las alteraciones al clima. Ya por ejemplo en el año 2004, hubo vientos de mas 160 km por hora (categoría de huracán) en el propio Estado de Santa Catarina en Brasil. Potenciando una especie de “tropicalización” del Atlántico Sur, con sus respectivas consecuencias nefastas.

Escasamente preparados…

Los acontecimientos señalados, hacen aflorar la precaria preparación de los países mencionados para afrontar estos eventos que se volverán cada vez frecuentes con motivo del calentamiento global (que todos los especialistas coinciden) y sus efectos específicos en nuestras regiones y que lo padecerán peor los sectores humildes y postergados. Surge aquí la necesidad de organizar a la población, profesionales, al movimiento ambiental para generar un pliego de reclamos y arrancar el presupuesto necesario para fortalecer las investigaciones de los organismos especializados del clima, salario y condiciones laborales dignas para sus trabajadores técnicos y expertos, un sistema de alertas tempranas, las defensas costeras contra la erosión y el acaparamiento inmobiliario, un plan de evacuación y emergencias y todos los recursos para mitigar estas catástrofes. En un contexto de ajuste, es importante luchar y contrastar un programa de las mayorías populares contra los gobiernos del capital.