Ambiente

1/4/2023

Catamarca: Livent reconoce el derrame ácido clorhídrico

Se debe conformar una comisión independiente para evaluar el alcance de los daños y la forma de saneamiento.

Camión volcado

Días atrás la empresa Livent, operadora del proyecto Fénix en Antofagasta de la Sierra, admitió el derramé de 1.032 litros de ácido clorhídrico, el hecho sucedió en sábado 14 de febrero de este año en el Salar del Hombre Muerto, cercano a la frontera con la provincia de Salta. La empresa tardó un mes en informar oficialmente el hecho, más allá que haya trascendió la noticia. Livent intentó restarle importancia, argumentando que el derrame fue en un lugar con baja actividad biológica y con suelos con ph 8, con resistencia a cambios de ph. El Estado encubrió el accionar de la empresa, y hoy manifiesta que se lleva a delante el saneamiento, que se le exigió a Livent, pero sin un informe público que determine el alcance y el daño que causó este oxidante.

El derrame de ácido clorhídrico en el Salar del Hombre Muerto, es un hecho de enorme gravedad ya que existe contaminación y aún no se sabe qué efectos puede causar. Esto se suma a las escandalosas subfacturación donde la empresa les roba a los catamarqueños millones de dólares, que podrían estar al servicio de resolver parte de la crisis que vivimos.

Destacamos que es un capítulo más de la contaminación y saqueo que llevan adelante las empresas capitalistas mineras, en la extracción de nuestros bienes comunes.

Livent tiene que sanear el daño ambiental y se debe conformar una comisión independiente para evaluar el alcance de los daños y la forma de saneamiento. El Estado debe recuperar la concesión de la empresa, exigir la apertura de los libros contables y comenzar un proceso de explotación en manos de los trabajadores y comisión de los pueblos afectados, que puede llevar adelante un desarrollo de los procesos extractivos para beneficio de los trabajadores y los pueblos y no como parte de un saqueo.

En las condiciones actuales la explotación de litio es inviable.

https://prensaobrera.com/ambiente/rio-parana-expulsion-islena-y-catastrofe-ambiental