Con una toma del salón de sesiones del Concejo Deliberante por segunda vez en una semana, los vecinos de Luján impidieron el jueves 23 junio la votación para habilitar la ultracontaminante planta termoeléctrica en esa localidad bonaerense.

Tras la fallida sesión del martes 21, los concejales habían resuelto pasar a un cuarto intermedio de 48 horas. En ese intervalo de dos días desde el municipio lanzaron dos operaciones mediáticas para intentar desacreditar a la Asamblea de Vecinos.

Los ataques del poder

La primera operación fue acusarlos de “politizar” el tema, afirmando que todo está manejado por dirigentes políticos y sindicales que juegan en la interna del Partido Justicialista local y también de referentes de izquierda (cómo es el caso de quién suscribe esta nota), que impidirían “el normal” funcionamiento de las instituciones democráticas.

La segunda consistió en circular “información” que indicaba que el día miércoles 22 junio se evitó un colapso energético en el distrito (por las bajas temperaturas) gracias a que se prendieron los motores de la central termoeléctrica, la cual fue construida ilegalmente y con puestas a punto clandestinas. Más allá de ser incomprobable, lo interesante del punto es que la noticia solo corrió por cuenta de Araucaria Energy (y supuestamente las transportadoras Transba y la administradora eléctrica Cammesa). Tampoco la Cooperativa Eléctrica, que mantiene una comunicación activa en su web oficial y en las redes sociales debido a la consulta permanente de los usuarios, no ha emitido mención alguna del tema. Incluso el propio presidente de la cooperativa había afirmado en 2017 que la energía generada por la termoeléctrica no iba a ser destinada para Luján sino para el Interconectado Eléctrico Nacional.

En cuanto a la propia sesión del 23 y tras estos ataques, desde el gobierno municipal de Leonardo Boto (Frente de Todos) y la empresa Araucaria estaban “envalentonados” en poder sacar sin problemas la ordenanza que habilite a la central termoeléctrica. Nuevamente los vecinos exigieron un cuarto intermedio y denunciaron las operetas de la mayoría de los medios de comunicación locales por orden del poder. Luego y haciendo oídos sordos a los reclamos de la Asamblea, los concejales empezaron a votar nominalmente y cuando le tocó el turno al tercer edil los vecinos presentes irrumpieron nuevamente e impidieron la continuidad de la sesión, ante lo cual el presidente del Concejo Deliberante, Agustín Musso, debió levantarla nuevamente.

Teniendo el recaudo de que los concejales intentarían sesionar de vuelta, los asambleístas decidieron la ocupación del salón hasta las doce de la noche, para que caiga la fecha legal de sesión. A los concejales no les quedó otra que retirarse, desistiendo de sesionar en otro lugar o por vía virtual. Es más, un concejal del oficialismo, Joaquín Martucci, se fue a un programa de TV a “lamentarse” por los hechos sucedidos.

A seguirla

Ya con la seguridad de que la sesión del jueves 23 se cayó, los vecinos celebraron este segundo triunfo popular en una semana.

Según algunos medios la sesión continuaría el lunes 4 julio. Desde Tribuna Ambiental y el Partido Obrero, que participamos activamente de este proceso de lucha, llamamos a aprovechar el margen de días para fortalecer una campaña por una gran movilización el 4, o la fecha que sea establecida, y que definitivamente la termoeléctrica en Luján se desmantele.

Los vecinos, con estos métodos de movilización popular, podemos lograrlo.