Ambiente

25/10/2021

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Río Negro: negociados entre Estado y privados tras el desmonte en tierras de la comunidad Chaltumay Chañar Mamüll

Una filmación enviada a Prensa Obrera muestra el desmonte en el Km 1015 de la Ruta Nacional 3, camino a San Antonio Oeste.

La comunidad mapuche-tehuelche Chaltumay Chañar Mamüll denuncia los atropellos que sufren de parte de grandes terratenientes y el avance del desmonte sobre tierras pertenecientes a la comunidad. A pesar de los continuos reclamos al gobierno, la deforestación sigue su curso acelerado arrasando con miles de hectáreas de monte nativo, que quedan reducidas a polvo para luego ser destinadas a la producción de cebolla, un monocultivo que avanza en la zona.

Esto atenta en primer lugar contra los derechos constitucionales de la comunidad, incluso reconocidos por el propio gobierno rionegrino. En esos predios se encuentran restos mortuorios (chenques), que además de ser considerados por las comunidades como territorio sagrado constituyen un importante patrimonio histórico para la región.

Otra grave denuncia es el uso abusivo del agua que hacen los empresarios. En plena crisis hídrica acaparan los pocos recursos disponibles dejando a la comunidad casi sin agua para sus animales y huertas. Los estudios de impacto ambiental brillan por su ausencia, y los organismos del Estado ni siquiera atienden sus demandas y reclamos. Solo se hacen presentes para reprimir las protestas, como sucede en la comunidad de Quemquemtrew o la militarización de la zona andina en la provincia.

Los monocultivos emplean gran cantidad de herbicidas y plaguicidas. Todos los insumos para la producción de este cultivo se compran y se aplican sin el más mínimo control del Estado, dejando a la población lindante con altísimas tasas de enfermedades de todo tipo, como sucede con la soja en la zona pampeana y del litoral.

Eventualmente, como ocurrió este año, decenas de miles de toneladas del producto se pudren sobre la tierra esperando su colocación en el mercado, sobre todo internacional, como puede observarse en ambos lados de la Ruta Nacional 250 en la zona de Viedma. Este año se estima que más de 45 millones de kilos no serían comercializados (Río Negro, 6/7). La postal del modo de producción capitalista no podría ser más evidente: desmonte, miles de toneladas de alimentos pudriéndose al sol de un lado, y del otro comunidades avasalladas que padecen la contaminación y la concentración de tierras, mientras millones de personas están sumidas en la pobreza.

Las miles de hectáreas de monte nativo arrasadas por el desmonte no alcanza para dimensionar lo que implica en términos de pérdida de biodiversidad. La destrucción de este monte nativo traerá, además, aparejado enormes inconvenientes, como inundaciones, sequías y otros cambios en el ambiente que sufrirá la población.

Los gobiernos y los partidos patronales se disfrazan de ambientalistas para las campañas electorales pero son promotores del avance de la megaminería, el fracking y los desmontes en la provincia. Es lo que ha dejado claro la presentación de los proyectos en la legislatura conocidos como “Leyes Verdes“, una confesión de la depredación capitalista del ambiente

Gabriel Musa, certificador de firmas por la Iniciativa Popular contra la Megaminería Contaminante en Río Negro, quien se encuentra recorriendo la zona junto ala candidata a diputada nacional del FIT-U Norma Dardik, vio en primera persona cómo avanza el desmonte luego de reunirse en Viedma con Fabyan, de dicha comunidad originaria.

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La escalada represiva del Estado y los gobiernos anticipa una redoblada política de saqueo y destrucción ambiental. La lucha de pueblos como el mendocino y el chubutense nos marcan el camino. Necesitamos organizarnos, ganar las calles y poner en pie un frente único de lucha entre quienes defendemos el ambiente de la depredación capitalista, las asambleas de organizaciones ambientalistas, de pueblos originarios y campesinos, y organizaciones sociales y políticas independientes.

Sí el capitalismo destruye el planeta, destruyamos el capitalismo.