El pasado sábado se desarrolló, en varias partes de Río Negro y Neuquén, una acción de lucha convocada por la Curru Leufu, la asamblea provincial que aglomera a las asambleas ambientales de la provincia rionegrina, a la que adhirieron organizaciones sociales, sindicales, de DDHH, pueblos originarios y partidos de izquierda. Hubo protestas en cuatro puntos estratégicos, por donde pasará el oleoducto Vaca Muerta-Puerto Sierra Colorada.

Se visibilizó así, por los delicados lugares por los que pasó la movilización, qué se plantea hacer con el oleoducto que atravesará gran parte de la provincia, y cuáles podrían ser sus consecuencias. El mismo recorrería más de 600 km desde Vaca Muerta (sur), en Neuquén, hasta Sierra Colorada, en la costa de Río Negro, donde se busca instalar un puerto para exportar por allí el petróleo.

Justamente, la exportación de petróleo, que se planea allí debido a la costa y sus aguas profundas, es la primera consecuencia de un proceso de saqueo de uno de los recursos energéticos más cotizados en el mundo, que se busca profundizar.

Se deben sumar a este saqueo, que rechazamos, los antecedentes de contaminación (otra consecuencia) que tuvieron lugar hace un año, cometidos por la nacional YPF y la privada Oldelval (Oleoductos del Valle), que planean construir el nuevo oleoducto junto a capitales internacionales. Es decir, tenemos a la “nave insignia” del gobierno kirchnerista, YPF, promoviendo una política de saqueo y contaminación capitalista, ajena al “progresismo” y a lo “nacional y popular”.

Luego de la primera audiencia en Neuquén, amañada por el gobierno de Omar Gutiérrez, la de Río Negro se encuentra suspendida. La misma se realizaría en Viedma y es no vinculante, lo que muestra una vez más que no es cierto que se tienen en cuenta todas las voces. El gobierno de Juntos Somos Río Negro, que se dice defensor de lo provincial, junto con el gobierno del Frente de Todos, que se presenta como nacional y popular, han cerrado un acuerdo para que las petroleras privadas exporten a gusto y placer, avanzando en un proceso extractivista que deja contaminación y que hace que sigamos comprando el combustible a empresas privadas. Además, promueven tarifazos permanentes.

Queda claro que tanto el gobierno nacional como el provincial vienen actuando en una sola dirección y es en defensa del saqueo capitalista, política que promueven y defienden. El capitalismo en su estado de decadencia busca extraer recursos naturales a través de métodos destructivos para el ambiente, en aras de obtener beneficios. Queda claro también que la verdadera resistencia a esta orientación está presente en la propia asamblea ambiental provincial y en las diferentes organizaciones que se han sumado a la lucha. Falta aún que las centrales obreras e importantes sindicatos rompan su colaboración con los gobiernos contaminadores y sumen a la clase trabajadora a esta lucha por la vida.

La 3.308 no se toca. No a la entrega del Golfo San Matías. Basta de saqueo y contaminación capitalista. Para terminar con esta política tenemos que echar a los políticos capitalistas.

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