“Basta con mirar la Cordillera, como si fuera una torta, pensar cuánto se produjo de un lado y cuánto no se produjo y hay para producir del otro, para entender que Argentina tiene una gran oportunidad de desarrollo, no solo en el litio, sino en el cobre, en el oro, en la plata, y en otros minerales y tierras que tienen un valor en términos minerales”, dijo Sergio Massa, actual ministro de Economía y candidato a presidente de Unión por la Patria, este martes 27 de junio en el cierre de la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), en el predio de La Rural.

Massa fue explícito. Se postula como candidato de las mineras. La metáfora de “la torta” grafica la voracidad del extractivismo y el saqueo ambiental capitalista, que es su programa de gobierno. También defienden este programa Juntos por el Cambio y los liberfachos de Milei. Aquí no hay grieta ni matiz alguno.

Massa sabe

Massa sabe perfectamente que entre las provincias de la Cordillera (su “torta”), del lado argentino, se encuentra Chubut. Sabe que el pueblo de Chubut lucha hace más de 20 años contra los repetidos intentos de avanzar con la megaminería; lo hizo en repudio a los proyectos de extracción de oro (en beneficio de la canadiense Meridian Gold) en la ciudad de Esquel a comienzos de la década del 2000, con el “No” a un plebiscito que cosechó más del 80% de los votos (recientemente se cumplieron 20 años de esto), y en defensa de una ley (la ex 5.001, hermana de la 7.722 de Mendoza), que es el marco normativo que hasta ahora ha frenado el avance megaminero.

Esto fue recién. Más explícito imposible @SergioMassa, que tiene en su agenda más #megaminería para la Cordillera, a la cual ve como "una torta". Le recordamos que su amigo @arcionimariano lo intentó en Chubut en 2021 y lo frenó una pueblada. #NoEsNo #NoALaMegaminería. pic.twitter.com/jSnXBU5TXP

— Martín Ulacia (@martinulaciaok) June 28, 2023

Massa también sabe perfectamente que una de las recientes intentonas megamineras la llevó adelante el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, su aliado político y amigo personal, actual candidato a diputado del Parlasur por el distrito único en la lista de Unión por la Patria. Sí, por más que lo intenten esconder debajo de la alfombra para lavarse la cara, el ajustador y represor Arcioni irá en la lista de Chubut de Unión por la Patria en las Paso del próximo 13 de agosto.

Massa también sabe que la ley de zonificación minera de Arcioni y sus aliados (todos los bloques políticos presentes en la legislatura de Chubut) fue derrotada en las calles en diciembre de 2021 por una pueblada que duró seis días denominada “Chubutazo”, por la cual hasta el día de hoy hay decenas de luchadoras y luchadores que buscan ser criminalizados por la justicia.

Con esta propuesta ante los empresarios de la construcción (también frente a burócratas sindicales como Gerardo Martínez, de la Uocra, que bendijo su candidatura), Massa confesó que está dispuesto nuevamente a pasar por arriba de esta histórica resistencia por la vía de la represión, como lo está haciendo en función del saqueo del litio otro de sus amigos y aliados políticos, el radical y ahora compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, gobernador de Jujuy. Una represión también se produjo en 2022 en Choya, departamento de Andalgalá, Catamarca, al servicio del proyecto minero Mara-Agua Rica.

El guión del FMI

Es interesante, asimismo, señalar que, en el cierre de Camarco, Massa dijo lo siguiente: “En las próximas horas se va a conocer el programa con el FMI para los próximos 6 meses”. Al proponer junto a este anuncio más agronegocios, mayor saqueo petrolero y megaminería, queda claro que en la mesa de negociación con el FMI está como garantía de pago una profundización de la depredación de los bienes comunes y los territorios y también el ataque a las comunidades originarias, desde la meseta de Chubut hasta Jujuy.

“El agua vale más que el oro” es una histórica consigna que confronta con “el valor de las tierras en términos minerales”, como señaló Massa. Expresa en potencia otro modo de vinculación entre las comunidades y los bienes comunes; y una economía en función de las necesidades populares y de quienes vivimos de nuestro trabajo, y no del saqueo y la ganancia capitalista.

El que avisa también traiciona. El extractivismo que proponen como salida a la crisis los candidatos del FMI no es un “modelo” de gestión política y económica, es consecuencia de la dinámica de expansión y acumulación capitalista, así como de los diferentes intereses geopolíticos en juego (por ejemplo, la guerra comercial entre EE.UU y China).

Es necesario prepararse para estos nuevos embates y deliberar para construir una alternativa política propia de los trabajadores. El terreno electoral es un espacio que no hay que cederle a los candidatos de las mineras. Pronunciarse políticamente con el voto al FIT-U fortalecerá y potenciará la lucha en las calles, que solo triunfará con los métodos del Chubutazo y el Jujeñazo.

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