Ambiente
16/7/2024
avellaneda-buenos aires
Villa Inflamable: un planteo frente al agravamiento de la crisis socioambiental
Al desabastecimiento de los comedores se suma la interrupción del suministro de agua potable por parte del municipio.
Seguir
Imágenes de Villa Inflamable
El plan “motosierra” que viene llevando adelante Milei está agravando a pasos acelerados la ya grave situación de los barrios populares, como es el caso de Villa Inflamable. Ubicada a 4 Kilómetros del centro de la Ciudad de Buenos Aires, en el partido de Avellaneda, al borde de la cuenca Matanza Riachuelo y en las inmediaciones del polo petroquímico de Dock Sud, el barrio se encuentra rodeado por numerosas empresas, cuyos residuos y desechos son calificados como extremadamente peligrosos.
En el polo petroquímico se radican plantas de tratamientos químicos, refinerías de petróleo y empresas operadoras de residuos. De los informes realizados se desprende que en el área se encuentran emplazadas al menos nueve empresas declaradas como agentes contaminantes (Shell, Petrobras, Petro Rio, Trieco, entre otras) consideradas “establecimientos críticos” sobre las cuales debiera hacerse un seguimiento estricto. Estos mismos informes demuestran la presencia en muestras de agua superficial de altos nivel de plomo, níquel, zinc y coliformes fecales (bacterias), como así también, en muestras de pozos de agua subterráneas, la alteración de varios parámetros, entre ellos la cantidad de amoníaco, hierro, manganeso, sólidos disueltos totales y dureza total (Informe final EISAR, abril 2019).
En este sentido, ya en un relevamiento realizado en 2012 por la Asociación civil por la igualdad y la justicia (ACIJ) en conjunto con vecinos del barrio arrojó que “en el 49 % de los casos (55 familias) existe al menos un miembro de la familia con problemas de salud potencial o comprobadamente asociados a las condiciones ambientales” y en tanto al “universo de familias afectadas (55) el 81 % creía que la contaminación era la causa de las afectaciones a la salud conocidas”.
Los datos que surgen de los distintos relevamientos pueden explicar gran parte de los testimonios recabados entre los vecinos. Respecto de los metales como el plomo, por ejemplo, su exposición incluso a niveles bajos, puede provocar daños con el tiempo, especialmente en los niños. El riesgo principal se presenta en el desarrollo cerebral, donde podrían producirse daños irreversibles. Los niveles más elevados pueden dañar los riñones y el sistema nervioso tanto en los niños como en los adultos. Este tipo de exposiciones también es un severo riesgo para la población embarazada.
Con la asunción de Milei se agrava todo este cuadro de crisis. La Ley Bases otorga todo tipo de privilegios impositivos, cambiarios y de flexibilización laboral sin ningún tipo de miramientos respecto del impacto ambiental. Otro agravante es el desguace de Acumar (Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo), el ente que debería impulsar, aunque nunca lo hizo, el saneamiento de la cuenca. En los hechos Acumar funcionó como una caja de los partidos patronales. En un informe de 2020, bajo el gobierno de Alberto Fernández, desconoció incluso la contaminación del barrio. Pero si bien la Autoridad no provocó ningún cambio en la crisis ambiental del barrio, realizaba acciones de limpieza de residuos sólidos y algunas obras de infraestructura que ahora se encuentran completamente en retirada. Finalmente, Acumar solo puede cumplir la función de saneamiento de la cuenca si se coloca bajo control de los trabajadores, vecinos y organizaciones ambientales.
Otro golpe a las condiciones ambientales más básicas fue la baja realizada por el Ministerio de Capital Humano a compañeros y compañeras que cobraban el programa Potenciar Trabajo y realizaban su contraprestación limpiando las zanjas y cursos más pequeños de agua, que servían en cierta medida como desagüe. Este trabajo, aun realizado en condiciones inseguras y precarias, como fue denunciado en numerosas ocasiones, era condición necesaria para que, en principio, lluvias leves no provoquen inundaciones en el barrio.
La motosierra de Ferraresi y Kicillof
La política de “no hay plata” fue ejecutada directamente sobre los habitantes de Inflamable, de forma brutal, por el intendente Ferraresi. Luego de las elecciones de diciembre, con el argumento del desfinanciamiento por parte del gobierno nacional, se suspendió la entrega de bidones de agua potable. Esto había sido una conquista de la lucha histórica de los vecinos, que se veían obligados a comprar agua envasada, debido a que las redes de agua existentes en el barrio no son potables. En el cuadro actual de recesión, desempleo y pobreza, se hace imposible la compra de los bidones, dejando a los vecinos sin otra opción que utilizar el agua contaminada.
La falta de agua potable confluye con otra realidad brutal: la falta de abastecimiento de alimentos por parte del Ministerio de Capital Humano, motivo de una fuerte campaña en el barrio contra el ajuste de Milei y Pettovello, pero que tampoco es subsanado por la provincia y el municipio, que envían escasos alimentos y de bajo valor nutricional. Con este contexto, y un notable aumento en la población que se acerca actualmente a los comedores populares, las propias organizaciones sociales como el Polo Obrero, tienen serias dificultades para cubrir la demanda alimentaria.
Por último pero de gran importancia, el parate en la obra pública y particularmente en la construcción de viviendas de los distintos programas, que debían servir para reubicar a la población de Inflamable, tal como indican los fallos judiciales favorables, se han frenado por completo. Frente a esto, el gobierno provincial y municipal se han encargado tan solo de poner fajas rojas a los anuncios, remarcando que dichas obras se han paralizado por desfinanciamiento del gobierno nacional. Ocultan que en más de una década de promesas de reubicación y urbanización real, no se ha dado solución de forma integral y seria a los vecinos.
Desde el Partido Obrero responsabilizamos a las autoridades de los gobiernos de Milei, Kicillof y Ferraresi por ser cómplices e impulsores del problema focal de la contaminación y enfermedades de los vecinos y vecinas. Sus políticas de gobierno favorables a las industrias contaminantes y a la especulación inmobiliaria configuraron el cuadro de crisis socio-ambiental del barrio, y hoy día la profundizan con el ajuste y la precarización de las condiciones de vida.
Reclamamos como medidas inmediatas y en primer lugar el reabastecimiento de agua potable y comida para los comedores populares. Acto seguido es necesario un nuevo relevamiento entre la población, para conocer las características de los grupos familiares y sus necesidades al momento de una reubicación real, que sea discutida bajo control obrero, por parte de los vecinos y organizaciones sociales.
Es también indispensable un relevamiento de las condiciones sanitarias, con acceso a la salud de forma gratuita y de calidad para las pruebas diagnósticas y las terapéuticas que se deban llevar adelante en cada caso.
Con este programa nos lanzamos, en conjunto con el Polo Obrero, a una campaña de denuncia de la situación, con ollas populares en el barrio y actividades de agitación para organizar al barrio por todas estas reivindicaciones. Enfrentemos el ajuste con lucha y organización.