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30/4/2024
50 años del 1 de mayo de 1974: la JP se iba de la plaza, Política Obrera hacía un acto independiente
Artículos de Política Obrera del 26 de abril y el 8 de mayo de 1974.
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Facsímil de Política Obrera núm. 192
A continuación reproducimos tres artículos publicados originalmente en la revista Política Obrera, antecesora de Prensa Obrera, en sus ediciones del 26 de abril y del 8 de mayo de 1974. Al cumplirse 50 años de aquella jornada en que la Juventud Peronista se retirara del acto convocado por Perón en Plaza de Mayo, son documentos valiosos para un balance histórico de esos sucesos y una reconstrucción de la lucha política que libró entonces la izquierda revolucionaria por desarrollar ese proceso de ruptura en función de la construcción de una alternativa independiente de los trabajadores.
Política Obrera núm. 192, 26/4/1974
No al “festival” de “unidad” con los patrones. Por un 1° de mayo independiente y clasista
Todos el 1° a la Federación de Box. 10:00 Castro Barros 75.
El 1° de Mayo fue instituido a fines del siglo pasado por las organizaciones del movimiento obrero como una jornada internacional de combate contra la dominación y explotación capitalistas.
Esta jornada concretizó la unidad de clase del proletariado por encima de las fronteras, levantando contra quienes postulaban la solidaridad y unidad de los obreros con burguesía, la unidad de los obreros de todo el mundo contra la burguesía mundial en su conjunto.
La burguesía comprendió perfectamente la trascendencia de la resolución obrera. “Lo grave -señaló un vocero imperialista- es el hecho de que se extiende por encima de las fronteras, de haber adoptado un texto común, un método común…” ¡Verdaderamente grave! En efecto, este paso era una palmaria manifestación de la tendencia mundial de la lucha de clases del proletariado, de su tendencia obrera a elevarse contra el divisionismo de los prejuicios nacionalistas y concebir su accionar de clase en el terreno internacional. Los obreros declaraban su voluntad de unirse mundialmente contra el enemigo común aboliendo el divisionismo patriotero.
El movimiento que dio origen al 1° de Mayo se estructuró alrededor de la lucha por la jornada de 8 horas, reivindicación fundamental de la etapa. Entonces, el capitalismo estaba en su plenitud, en su fase de ascenso y el movimiento obrero podía progresar orgánicamente arrebatándole conquistas fundamentales, mientras se estructuraba y fortalecía como clase para la lucha ulterior por el poder.
Las circunstancias han cambiado. El capitalismo se encuentra en su fase de decadencia y descomposición: es incapaz de desarrollar las fuerzas productivas de la humanidad y tiene que destruir las conquistas alcanzadas, como lo verifica el desarrollo colosal de la economía armamentista, las guerras coloniales, la quiebra de la democracia burguesa en casi todo el mundo. El capitalismo necesita retrotraer a los trabajadores al pasado, mediante la carestía, la superexplotación y la desocupación.
Con el advenimiento del imperialismo, el internacionalismo proletario cobra una nueva dimensión: la unidad de la clase obrera de los países imperialistas con las masas en lucha de los pueblos coloniales y semi-coloniales contra la burguesía opresora.
El proletariado tiene que defender sus reivindicaciones, su nivel de vida, su derecho a empleo, en las mediciones de esta colosal crisis revolucionaria. Cada lucha que emprende, la plantee inmediatamente el problema del poder. EI capitalismo ya no está en condiciones de hacer concesiones; el proletariado no puede progresar si no captura las riendas del poder y transforma la sociedad.
Los grandes combates desplegados por la clase obrera testimonian que su lucha plantea el derrocamiento del capitalismo agonizante. El Mayo francés, la Asamblea Popular Boliviana, la ocupación de las fábricas en Uruguay el año pasado, los cordones industriales en Chile contra el golpe y la complicidad de la UP; todo esto es la expresión de un proletariado que se alza en medio de una crisis y decadencia capitalista para liberarse como clase explotada y liberar a le humanidad de la barbarie capitalista.
85 años han pasado desde que se constituyera el 1° de Mayo
Lejos de haber sido desgastada con los años, el “uso” o la ‘costumbre”, esta jornada cobra un nuevo vigor. La razón de esto es que la lucha de clases está más concentrada que nunca, ninguno de los problemas del movimiento obrero mundial ha sido resuelto sino que se han agravado en una escala colosal.
El 1° de Mayo, más aún que en aquel 1889, convoca a la clase obrera de todo el mundo para librar la batalla final contra la barbarie imperialista y por la República mundial de los trabajadores.
Consciente del enorme y creciente significado que tenía el 1° de Mayo, la burguesía en todo el mundo reaccionó, en su momento, con el garrote Miles de mártires obreros cayeron en las grandes movilizaciones huelguísticas con que el proletariado celebraba esta jornada. Aún hoy, en numerosos países, en España, en Grecia, en Brasil, en Chile, en Inglaterra, la clase obrera deberá enfrentar la represión y conmemorar el 1° de Mayo a través de la movilización huelguística.
Pero, también consciente de que el garrote no daba sus frutos, la burguesía trató de combinarlo con otros métodos. Y así en numerosos países, trasformo a esa fecha en “feriado nacional” para anularla como jornada huelguística y autónoma del proletariado y hacerla “fiesta patria” de explotadores y explotados. Garrote o zanahoria el objetivo es el mismo: destruir en la nueva generación obrera la más mínima conciencia histórica de independencia de clase y de internacionalismo militante.
En esta tarea, la burguesía no está sola. La burocracia contrarrevolucionaria también aporta su cuota, y así vemos hoy a la burocracia stalinista en Francia — en plena crisis brutal de la burguesía— levantar la tradicional manifestación de la CGT francesa, como prueba de su buena letra y de su intención de evitar una salida obrera revolucionaria a la descomposición del régimen gaullista.
El primero de mayo en nuestro país
La clase obrera argentina se incorporó desde el vamos al movimiento obrero internacional, a través de poderosos movimientos de luchas y huelgas. Las represiones contra el 1° de mayo dejaron centenares de mártires, asesinados por la policía, las bandas fascistas de la Legión Patriótica o desterrados en virtud de la ley de residencia.
Posteriormente, también aquí la burguesía se largó a desnaturalizar la jornada obrera e internacionalista del 1° de mayo, instituyéndolo como “feriado nacional”. Pero aun así, las organizaciones obreras siguieron reivindicando y conmemorando ese día como fecha autónoma y combativa de la clase obrera.
Con el ascenso de Perón, en 1946, se produce un salto. No sólo es un feriado, sino que el gobierno se apropia de esta jornada para transformarla en una “fiesta” oficial, de subordinación obrera a un gobierno capitalista.
Después de 1956, la represión gorila prohibió la conmemoración de la mayoría de los 1° de mayo; no pudiendo adulterar el contenido clasista de la jornada, lo reprimió para evitar la tumultuosa movilización combativa de esa fecha.
La dirección peronista y la burocracia hicieron su parte: re clamaron pasividad y hacían actos “simbólicos en el local de la CGT. ¿Por qué tanto ensañamiento contra el 1° de mayo? Porque el 1° de mayo es la conciencia misma del carácter de clase de la lucha de las masas y de su indestructible unidad internacional.
Qué está en juego el próximo 1° de mayo
El próximo 1° de mayo es crucial para los trabajadores porque es todo un momento especial en el afán de Perón por desnaturalizar esta jornada clasista e internacionalista.
A diferencia de sus gobiernos anteriores, existe hoy una poderosa corriente obrera que combate por las posiciones de clase, que no está dispuesta a dejar pasar la ofensiva antiobrera gubernamental. La ocupación de Acindar, Panam, Insud, la lucha de los bancarios del Nación, son expresiones de esta tendencia que se desarrolla en todo el movimiento obrero; son una mínima parte de lo que ocurre en decenas de miles de fábricas, pero que no trasciende a la prensa.
Perón necesita hoy más que nunca arrancar de cuajo de la conciencia de la clase obrera el significado clasista, internacionalista, de combate, del 1° de mayo. Perón necesita ahogar todo este despertar de la vanguardia obrera, impedir su acelerado paso a la independencia desista En ello se va la propia estabilidad de su gobierno, frente a las masas.
Este es el motivo porque el gobierno lanzó este enorme despliegue, este vasto operativo, para hacer del próximo 1° de mayo un gran “festival” con los explotadores, burócratas y represores en el palco oficial, en la que los asistentes deben manifestar su conformidad con la ofensiva antiobrera que se lleva adelante, mientras que los gendarmes de Villar y Margaride custodian el “orden”.
Todo esto, ¿para qué? Para hacer pasar el 13 por ciento, la carestía, los ataques a la juventud combativa, Villar como jefe de policía, el cerco policial sobre Villa Constitución para amedrentar a los metalúrgicos de Acindar.
Toda la burguesía rodea a Perón en sus propósitos, porque Perón es el único que puede “sacarle las castañas del fuego” Por eso, en el palco oficial ocuparán su lugar el clero, el ejército, los patrones, las entidades empresarias y la burocracia sindical.
Un año de gobierno peronista
La brutal ofensiva antiobrera desarrollada en este año, y en los 6 meses de gobierno de Perón, ha hecho entrar en crisis las ilusiones que los trabajadores tenían en Perón. Esta es una de las principales razones que ha llevado a un conjunto de partidos patronales -con el Partido Comunista y el PST- a constituir un bloque político de apoyo al gobierno para sujetar a los obreros desilusione dos con la dirección peronista e impedir que se vuelquen por el camino de la independencia de clase. El papel de este bloque es reforzar el papel de árbitro y de regimentador de Perón, y cerrarle el paso a cualquier movilización independiente de los trabajador están a la vista este bloque apoyo la intervención a la provincia de Córdoba, después del navarrazo; se dio al silencio de hecho ante la represión de Villar y Margaride, los radicales exigen que la izquierda peronista se acomode con la derecha en Córdoba el PC sabotea el plenario de Villa Constitución, etc. El contrapeso “democrático” es un gran bloque de sometimiento a Perón, a su ofensiva antiobrera y un poderoso dique de contención para que los trabajadores no rompan con la burguesía. Por eso, ocuparán su lugar en el palco oficial el 1° de mayo
Por un 1° de mayo independiente y clasista
Para la burguesía, subordinarse al “festival” de conciliación de clases y unidad nacional con los patrones es un problema de principios: es una cita a la que no puede faltar
Este es el motivo por el cual el Partido Comunista ha desertado de la “cita internacional de los trabajadores” (realiza un acto el 30 de abril) para aportar su granito de arena al festival de conciliación nacional.
La Juventud Peronista, que al igual que el PC viene de sabotear al Plenario Antiburocrático de Villa Constitución, participará del “festival”. Rodeados por los gendarmes de Villar, arriando sus banderas, dará así su conformidad a una ofensiva derechista que se descargó en gran medida sobre sus filas. Las lecciones del desfile del 31 de agosto en la CGT están aún frescas se sumaron a una manifestación que tenía por objetivo robustecer a Perón para que éste pudiera aplicar con todo su ataque contra las masas y contra las organizaciones de la juventud combativa
Para Política Obrera es una cuestión de principios estar presente en la jornada internacional y clasista de los trabajadores, por eso hemos convocado a un acto bajo las banderas de la independencia obrera, el 1° de mayo y no el 30, ni el 29, ni el 2.
Somos conscientes que el nuestro será un acto minoritario Pero su significado, su valor, es de colosal trascendencia Somos la única comente en todo el país que le dice no a la conciliación de clases y plantea la perspectiva de la independencia obrera, de la construcción del partido obrero. Somos la única corriente que se hace presente en nuestro país en la “cita internacional los trabajadores”, el día mismo de la cita el 1° de mayo.
Política Obrera, al asumir sola la tarea de hacer el acto el mismo 1° de mayo, contra los que proponen ir a la “fiesta” de Perón-Otero-Villar, y contra los conciliadores que hacen su actito reservado el 30 -para no chocar- renunciando a imponer el derecho de manifestar el mismo 1°, entiende captar una honda aspiración de las masas, por eso ofrece su tribuna a los obreros de cualquier partido, que opinen que el 1° debe ser una jornada de combate, clasismo e internacionalismo.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡La emancipacion de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos!
Política Obrera núm. 193, 8/5/1974
¿Cuál es la salida para la JP?
El análisis político de lo ocurrido en el acto del 1° de mayo quedó oscurecido por el retiro de la Juventud Peronista de Plaza de Mayo. Esto no puede ser interpretado sino en un contexto más general: el fracaso total del peronismo para convocar a las masas en torno al gobierno y su política, porque, entre festivales, transporte gratis, paralización de la ciudad, no hubo ni 90.000 personas. Y cualquier intento de interpretar el retiro de la JP fuera de este fracaso del gobierno peronista conduce a conclusiones equivocadas
¿Sabía o no Perón que este acto iba a ser un fracaso? Lo sabía perfectamente. Todos los servicios de seguridad abastecieron al gobierno de una detallada información sobre lo que podían aportar los aparatos comprometidos con el acto. Por otra parte, las cifras del 31 de agosto (200.000 personas) y el 12 de octubre (120.000) eran de por sí harto significativas sobre la eventual concurrencia a este acto, después de 6 meses de deterioro del peronismo en el gobierno.
Perón no tenía ninguna aspiración de movilizar a nadie porque su política es reprimir; de ahí el carácter de “festival”. Pero se vio obligado a convocar el acto porque, como subió apoyado en las ilusiones de las masas, necesita pagar tributo a la ficción de que su función es satisfacer esas ilusiones. Necesita mantener la ficción de que es un árbitro “equitativo” entre la burguesía y el proletariado.
Como un factor secundario, la convocatoria al acto tiene que ver con el deseo de Perón de no quedar atrapado por ninguno de los aparatos que se disputan su sucesión, y aparecer sí como el vértice de las distintas fracciones.
Perón estuvo obligado a llamar a un acto que iba a fracasar y por eso lo embanderó con la “Unidad Nacional” y comprometió a los partidos burgueses. Necesitaba reemplazar la ausencia de trabajadores con el apoyo directo de los aparatos sindicales y los partidos principales.
El fracaso total del gobierno como canal de movilización de masas refleja la descomposición total de las ilusiones en Perón. Este hecho es de una importancia mayúscula porque pone en crisis a todos los sectores de masas ligados al ascenso del peronismo y de Perón (JP, PB, stalinismo, etc).
Pero lo fundamental es que pone de relieve que el sostén fundamental del gobierno no se encuentra en las ilusiones de las masas sino en la estructura del pacto social y el gran acuerdo nacional. Es decir, en la acción consciente de la burocracia, los partidos burgueses, las FFAA, la iglesia, la JP y el PC para sostener el edificio estructurado a partir del 11 de marzo y completado el 23 de septiembre. De este modo toda la estabilidad del gobierno radica en este interrogante final: en qué momento la crisis económica mundial y de la Argentina destruirán las bases del Pacto Social, arrasando el precario equilibrio del GAN de Perón.
Perón invitó a la JP a la plaza
Sería ingenuo y falto a la verdad decir que la JP llegó a Plaza de Mayo contra la voluntad del gobierno y su policía. A partir de fines de marzo, Perón encargó a la Secretaría militar de la presidencia el reinicio de las negociaciones públicas con la JP en el cuadro de las juventudes del Frejuli. La JP presentó un documento a Damasco que se pliega por entero a las ilusiones en Perón y entra abiertamente en el juego de la negociación con el gobierno que ratifica a Villar.
La segunda etapa fue mucho más evidente: es la negociación con Otero para ocupar un lugar en la Plaza, donde quedó claro que el gobierno se empeñó efectivamente en que la JP concurriera al festival del 1°.
La tercera etapa se ve en que el fabuloso bloqueo policial no se propuso impedir la llegada de las columnas, sino cuotificar y moderar su arribo a la Plaza.
¿Por qué Perón necesitaba la presencia de la JP?
Hay dos razones básicas. La primera la hemos dicho antes: seguir manteniendo la ilusión de que su ascenso al gobierno tiene por objetivo la satisfacción de las aspiraciones populares. Obviamente, la JP es el canal más importante de fomento de esas ilusiones. De aquí que Perón se preocupe tanto en combatirla, por ser una variante democrática de la pequeña burguesía que choca con su planteo represivo, pero al mismo tiempo le da espacio para moverse dentro de la estructura del Estado y de los partidos políticos legales.
La segunda razón es que la JP juega una función política muy importante dentro del peronismo: contra balancear la presión del grupo López Rega-UOM, que quiere monopolizar la sucesión política de Perón, y que por esto choca con el sector de Gelbard (en la CGT, con Adelino Romero), con los sectores políticos no vandoristas (del Frejuli) y con los sectores camporistas (Solano Lima). Es evidente que de parte de todos los sectores que tienen roces o choques con el vandorismo se tendieron puentes para no provocar una ruptura definitiva con la JP. Y es en este juego que se explica la porción de poder que se le ha dado a la JP en la universidad.
La función de contrapeso que juega la JP en la lucha interburguesa quedo con posterioridad muy evidenciada cuando todos los políticos burgueses se repartieron el rol de adjudicarle, unos a Perón otros a la JP, un “exceso” en el trato respectivo que se dieron en la Plaza de Mayo.
Por qué Perón los echó de la plaza
Si la JP tiene una función que cumplir en el juego bonapartista interburgués de Perón, ¿cómo se explica el choque que llevó a la JP a retirarse de la Plaza?
Para entender esto hay que empezar por comprender que el eje de toda la situación política es la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía en su conjunto y la marcha de la vanguardia obrera hacia la independencia clasista: que son las movilizaciones independientes del proletariado las que amenazan barrer con todo el edificio del Estado burgués y con todo el equilibrio actual.
La función política fundamental de la JP debe en tenderse en relación con esto: antes que una función particular en la lucha interburguesa, la función de la JP es mantener dentro del peronismo y del Estado burgués a los sectores activos de la clase obrera y de la pequeña burguesía que luchan contra la burocracia y contra la ultraderecha. La JP es por esto el principal agente de la burguesía dentro del movimiento obrero antiburocrático y de la pequeña burguesía radicalizada. Pero, para cumplir este rol, la JP está obligada a canalizar las presiones de su base contra Perón.
Estas presiones llegaron a un punto tan alto en relación al rol capitulador de la JP que ésta perdió su poder de movilización en un cincuenta por ciento en los últimos seis meses. Tuvieron que traer varios miles del interior y aun así no lograron reunir lo que reunieron en Atlanta el 11 de marzo último, que era además la mitad del 31 de agosto.
Pero la cosa no quedó solo aquí: los sectores que siguen activos en las bases de la JP ya no estaban dispuestos a tolerar ningún enjuague con los sectores antiobreros, en medio de las clausuras de El Descamisado y Militancia, del asesinato de la compañera Ivanoff, de las torturas a Camps y Maestre, etc.
La base de la JP, rebalsando la política de su dirección, y Perón no logrando controlar nada, prueban el grado de descomposición de la política populista del peronismo. Cuando lo único realmente activo y militante que hubo en la Plaza de Mayo decidió sin vacilar retirarse, era evidente que el período de las ilusiones en Perón había concluido definitivamente.
Al terminar el acto, Perón se reunió con los políticos y les explicó que lo que había hecho con la JP había sido un “lavado de cabeza”. Con esto definió claramente que no entiende el choque como irreversible porque sigue siendo él el que tiene la iniciativa política burguesa y en el peronismo. Para imponer esta iniciativa seguirá usando la zanahoria y el garrote, porque está convencido que toda la orientación de la JP es un callejón sin salida que la conduce a una derrota estratégica.
Perón leyó muy bien el documento que la JP le entregó a Damasco y se convenció, otra vez más, de la absoluta dependencia política de esta organización respecto al Estado Burgués y, más precisamente, respecto a su gobierno, a la “Unión Nacional” y al Pacto Social.
El retiro de la JP, expresión de su callejón sin salida
Muchos izquierdistas consideran el retiro masivo de la JP de la Plaza de Mayo como una victoria de ésta, pues -argumentan- ha deschavado el rol de Perón. Pero los que así piensan se equivocan en una cosa muy elemental: la JP no quiere deschavar a Perón. Quiere “recuperar el gobierno para el pueblo y para Perón”, es decir recuperar su lugar dentro del gobierno peronista. Si se vio obligada a abandonar la Plaza es porque en relación a sus fines ha sufrido una derrota. Y así lo reconoce: “la frustración de este diálogo constituye una derrota del campo popular… ” (Noticias, 6/5).
Si la JP no hubiera concurrido a la Plaza hubiera provocado una crisis política mucho más profunda del gobierno y la política de regimentación; pero esta posibilidad estaba descartada desde el inicio porque no se corresponde con el actual lineamiento político de esa organización.
Sobre esto tienen que reflexionar a fondo los militantes de la JP. La política de su dirección es un callejón sin salida en el sentido literal de la palabra. No van a ningún lado y se tuvieron que ir por donde entraron, deteriorando a toda su base militante.
Para los miles de activistas sí hay una salida
Una profunda inquietud recorre a la base militante de la JP: ¿cómo combatir la política de represión, de hambreamiento y de frustración de todas las expectativas populares? Su dirección ha sido hasta ahora una gran organizadora de derrotas.
Para encontrar una salida hay que tratar de admitir lo que es ultraevidente en la situación política nacional: Perón vino a quebrar el ascenso combativo de los trabajadores. Detrás de su figura se agrupan el conjunto de las fuerzas de la burguesía que trabajan por la reconstitución del Estado burgués, de su dominio sobre los explotados para recuperar la estabilidad y sus superganancias.
La burguesía nacional, colocada entre las masas y el imperialismo, trata de jugar un papel de árbitro entre ambos, pero para poder hacerlo necesita liquidar el período de ascenso abierto con el Cordobazo. Cuando la clase obrera comienza a jugar un papel independiente en la lucha de clases, como ocurre en nuestro país, la función contrarrevolucionaria de la burguesía se transforma en absoluta: se apoya en el imperialismo para derrotar y regimentar a las masas.
La única salida para los explotados es su propio gobierno: el gobierno obrero, y para lograrlo es necesario que el proletariado tenga un estado mayor que la conduzca, sin ninguna vacilación ni subordinación a la burguesía ni a la pequeña burguesía, a la conquista del poder; es necesario construir un partido obrero.
La teoría del socialismo “nacional”, que puede cautivar por oposición a la imagen contrarrevolucionaria que del socialismo internacionalista dan los stalinistas, es un gran fraude cuyo propósito es decir que en la Argentina la vía revolucionaria no es el Gobierno Obrero sino Perón, y que el instrumento de la revolución no es el Partido Obrero sino el movimiento “policlasista” burgués.
Todo esto se está hundiendo. A la marcha hacia la independencia de ciase (claramente expresada por Acindar, Panam, Insud, etc.) hay que darle su expresión política. No se trata ahora de hacer un partido Montonero o de desplazarse hacia el terrorismo individual.
Todos los compañeros que quieren romper con Perón, con el camino de la subordinación a la burguesía y de la derrota, tienen una salida en la construcción de un Partido Obrero a través de la convocatoria a un congreso de representantes obreros donde se discuta en base a la democracia proletaria la estrategia de la liberación nacional y social.
López Rega y Villar prohibieron el único acto clasista del 1° de mayo
El gobierno impidió la realización del acto organizado por Política Obrera, el Frente Único Clasista, y la Unión de Juventudes por el Socialismo para el 1° de Mayo en la Federación de Box. El militar interventor en la Federación Argentina de Box, por orden de la Secretaría de Deportes del Ministerio de Bienestar Social, ordenó que no se habilitaran las instalaciones el 1° a pesar de haber sido concertado el alquiler una semana antes.
La Policía Federal, que había autorizado la realización del acto dentro de la Federación, impidió que se realizara en la calle -como era nuestra intención- obligando a la desconcentración de los compañeros que se habían congregado en el lugar.
El gobierno impidió la realización del único acto independiente y clasista del 1° de mayo mediante esa evidente maniobra en la que López Rega y la Policía de Villar y Margaride se repartieron las tareas.
El acto previsto -con 10 oradores- no pudo realizarse. A pesar de ello pudimos montar una improvisada tribuna en la que hizo uso de la palabra brevemente el compañero Jorge Altamira, en nombre del Comité Central de Política Obrera, para denunciar la maniobra del gobierno y la policía ante los 1.000 compañeros que se habían concentrado por el acto. El compañero Altamira puso de relieve las razones de la prohibición del acto, que demuestran al mismo tiempo su gran importancia política. Señaló que era prohibido por ser el único que -aunque minoritario- le disputaba la calle a la burguesía y a Perón en el día internacional de los trabajadores y mostró que ese es un aspecto de la ofensiva gubernamental contra las libertades democráticas que tiene como objetivo liquidar los canales de movilización independiente de la clase obrera. El compañero remarcó la importancia del acto como la única movilización de alternativa a la fiesta de la patronal y la burocracia que se organizaba en Plaza de Mayo, y dijo que ese acto que no se podía realizar era mucho más importante que todos los que se habían hecho los días previos porque era el único que reivindicaba la independencia clasista del proletariado en el día mismo de su jornada internacional de lucha.
Lamentablemente nuestro partido -junto a la Unión de Juventudes por el Socialismo y el Frente Único Clasista- quedó solo en la defensa de la independencia obrera y las libertades democráticas el 1° de mayo por la vacilación y capitulación ante el gobierno de las corrientes de izquierda y el peronismo de Base que hicieron sus actos “por el 1° de Mayo” en los días previos. Al renunciar a la presión conjunta sobre el gobierno para que se pudiera realizar un acto independiente el mismo 1° de mayo facilitaron la tarea del gobierno de prohibir nuestro acto.
La importancia del acto que iba a realizar nuestro partido, (y en mayor medida si se hubiera acordado un acto unificado e independiente de todas las corrientes que luchan en la clase obrera) la demostró pocas horas después la ausencia total de trabadores en la Plaza de Mayo. La clase obrera no quería ir a la plaza a abrazarse con la patronal, con Gelbard, con la burocracia, con los militares y la policía. El acto independiente y clasista que se le prohibió a Política Obrera, y que las corrientes de izquierda y el Peronismo de Base no quisieron hacer, daba respuesta a una profunda necesidad de la clase obrera y la juventud de movilizarse independientemente del gobierno el día internacional de lucha del proletariado.
La actitud intransigente de nuestro partido en defensa de las libertades democráticas se manifestó claramente el 1° de mayo. Renunciamos al falso camino de asegurarnos un acto con oradores un par de días antes, porque eso implicaba dejarle la calle sin disputa a Villar, Otero y Perón el 1° de mayo. Defendimos hasta las últimas consecuencias el derecho a expresamos públicamente en oposición a Perón porque esa es una conquista de la lucha obrera desde el Cordobazo que el gobierno quiere arrebatar a los trabajadores.
En nuestra opinión tiene más valor nuestra movilización independiente real y efectiva (aunque minoritaria y breve por la prohibición policial) que tres horas de discursos “independientes” en una fecha que no fuera el 1/5.
Los asistentes al acto, cantando La Internacional con los puños alzados, frente a la policía que reclamaba la dispersión, constituyen un símbolo de la lucha sin concesiones que desarrollan Política Obrera, al Frente Único Clasista y la Unión de Juventudes por Socialismo.