El pasado lunes se llevó a cabo la asamblea extraordinaria convocada por la comisión directiva de la Asociación Argentina de Actores, con el único fin de aprobar la autorización para solicitar un préstamo bancario y comprar un nuevo sistema informático ante la inminente caducidad del existente, según explicaron desde dicha comisión.

Este préstamo solo podría solicitarse con aprobación de una asamblea, dado que se pensó como garantía del mismo un departamento que la asociación posee en el barrio de Almagro (CABA). La dirección Celeste del sindicato enteró de este problema “urgente” y “dramático” a los afiliados al momento de la convocatoria, hace menos de tres semanas, aunque también explicaron que llevan más de un año en la búsqueda de una solución, recurriendo a otras entidades similares para asesorarse, y solicitando presupuestos a diversas empresas. Finalmente, habiendo ellos decidido quedarse con el presupuesto menos costoso (el de aproximadamente ciento sesenta millones de pesos, unos ciento cinco mil dólares), recurren a la asamblea con la urgencia de resolver el acceso a ese dinero.

Desde Actuemos promovimos una carta firmada por unos 50 compañeros, que mayormente no podían acercarse el día lunes (cabe destacar que estamos en vacaciones de invierno y desde las delegaciones fue imposible resolver los viáticos para participar de la discusión, tampoco no se les ofreció ni siquiera un zoom para estar presentes) para, en primer lugar, solicitar unos días de prórroga para la votación, en los cuales, a partir de enterarnos de los pormenores del problema y conocer las cifras en juego, el conjunto de los trabajadores pudiera darse una salida deliberada. La comisión presionó en todo momento con la urgencia y, aunque la cifra fue señalada por nosotros como exorbitante, ofreciéndonos puntualmente a acercar otros presupuestos que no impacten tan severamente en el patrimonio de nuestro organismo, esto era sistemáticamente repelido desde la mesa de la asamblea.

A pesar de que una y otra vez pidieron que los afiliados “confíen” la situación no puede ser más sospechosa. El presupuesto elegido no fue puesto a consideración, nadie lo conoce en su desarrollo. El punto tratado incluye la autorización de préstamo o venta del inmueble, con lo cual, y si bien siempre hablaron de préstamo, la comisión queda autorizada a la venta, negándose a nuestra solicitud de separar esos términos en puntos distintos, ya que varios afiliados expresaban su oposición a la venta. Además, dicho punto no se expresa en relación si quiera con el presupuesto en cuestión, es decir, mañana podrían elegir otro, la aprobación para su forma de financiamiento está en sus manos. Esta tendencia a liquidar patrimonio no es nueva: comenzada la pandemia, se vendió el hotel de Mar del Plata, y el dinero ya está completamente agotado en los gastos fijos de la asociación durante ese período en el que, según explicaron, ingresó muy poco dinero. Todos los detalles de los movimientos, se desconocen. Todo hace pensar, y en un año electoral, que la comisión va por la venta de ese departamento, y según venimos averiguando, por un sistema informático que tiene un precio que no le parece creíble ni de cerca a ningún especialista en la materia.

En nuestra nota, y seguramente como punto más importante, reclamamos que debía abrirse el temario para discutir cómo los trabajadores del gremio nos dábamos un plan de lucha frente a la pavorosa desocupación en el sector, los salarios a la baja, el ataque de los gobiernos nacional y provinciales a los fomentos de la actividad, y en general, al ajuste con represión y avance sobre las libertades democráticas, ante lo cual es más que obviamente necesario activar nuestra principal herramienta de defensa. Desde la conducción, estas posiciones fueron respondidas con mentiras, amenazas y señalamientos cuasi policiales acerca de nuestra militancia partidaria. No se puede ser más burócratas, y sin ahorrarse la vergüenza de llamar milagrosamente a asamblea, pero únicamente por un problema administrativo.

La asamblea contó con menos de 100 afiliados presentes, unos 60 al momento de la votación, y el objetivo de la comisión directiva se concretó con facilidad. Todos los trabajadores y los propios sindicatos necesitan una activación a la participación política para la supervivencia de unos y otros, y en definitiva, por la huelga general que quiebre a las burocracias y el ajuste del gobierno.

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Milei refunda la Side que garantizó la impunidad y manipula la causa para criminalizar la protesta popular. Nosotros seguimos peleando por el esclarecimiento y la apertura de los archivos de inteligencia. –

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