Cultura

8/2/2023

“El mundo no se hizo en dos días”, el manifiesto de Pedro Aznar

La depredación ambiental, en el nuevo tema y disco del ex Serú Girán.

Carátula del último álbum de Pedro Aznar

Cuenta la historia que una mañana de 1964 Paul McCartney se despertó con una melodía en la cabeza. Para no olvidarla, decidió ejercitarla en un piano: era “Yesterday”, uno de los temas más recordados de The Beatles. El integrante del cuarteto de Liverpool quedó sorprendido con la belleza de la composición y estuvo días averiguando con conocidos si aquel sueño no sería en realidad la reproducción de alguna canción que hubiera escuchado despierto. Pero todos sus amigos le confirmaron la originalidad de la pieza.

Sea por inspiración o por oficio, o por ambas razones, son muchos los músicos que prefiguran algunas de sus creaciones en estado onírico. En su último disco, aparecido a fines de diciembre, Pedro Aznar también se valió de esa circunstancia. “Muchas veces me despertaba y tenía un pedazo de la letra, un arpegio del piano, una línea del bajo, un sonido”, le explicó a Página 12 en una entrevista (19/12/22).

El nuevo trabajo del ex Serú Girán, Pat Metheny Group, y dueño de una prolífica carrera como solista, lleva por título “El mundo no se hizo en dos días”. Se trata de un disco doble que recorre múltiples estilos y se destaca en sus letras por numerosas referencias a la problemática ambiental y al accionar de las corporaciones empresarias.

El material empieza con un tema definido por el autor como “un manifiesto, una declaración de principios” (ídem). En un rap que lleva el mismo título que el álbum, Aznar advierte sobre el extremo a que nos conduce el calentamiento global, el peligro que supone para la supervivencia del planeta. Y dispara: “Cuando veas ahí, desde tu silla / La maravilla del pueblo consciente / Apretá los dientes / Vos y tus secuaces / Tenaces violadores del entorno / Las razas, las especies / Hablamos de extinción”.

Aznar se ha involucrado personalmente en la lucha contra la exploración petrolera offshore en Mar del Plata. Participó de una audiencia pública donde señaló que “el poeta, canario en la mina, alerta que le falta el aire, que morirá con los cardúmenes cuando empiecen las explosiones y que los cielos ya arden de humo fósil”. Respecto a los argumentos oficiales sobre las ventajas económicas que traería aparejada esa explotación marítima, propuso: “Que diga el África si la explotación brutal de sus recursos alguna vez sirvió para levantar a su pueblo de la indigencia”.

A propósito de la depredación ambiental, el multiinstrumentista sostiene, en la introducción recitada de su tema “Corpoland”: “Vivimos una época en que las corporaciones tienen más poder que los gobiernos, un puñado de megamillonarios empuja al planeta a una ruina inhabitable como si no hubiera otra opción (…)  La Corpoland, la tierra al servicio del dinero sangriento, se tiene que acabar”.

Siguiendo esta tónica, en “Aceitosaurio” embiste contra los combustibles fósiles: “Aceite del atraso / contrato de miseria / Seguro de fracaso / motivo de la guerra / Ya no hay ciencia seria que sostenga más / esta mentira maloliente”.

El tema “No voy a cantarle a tu culo” es una divertida incursión por el género musical más escuchado de los últimos años. En rigor, su lírica, adversaria de la cosificación de las mujeres, constituye más bien un anti-reggaetón. “Yo no voy a cantarle a tu culo / Pues con tu todo yo me articulo (…) Es con tu ser que copulo / aunque flipe con tu culo”, grafica Aznar.

“El mundo no se hizo en dos días” es una alusión al largo desarrollo del planeta, que se cuenta en “eones”, una medida de tiempo geológica. Un largo desarrollo que las grandes corporaciones capitalistas, en su afán insaciable de lucro y ganancias, son capaces de destrozar en unos pocos años.

De gran riqueza poética y musical, el último disco de Aznar transporta al plano político la misma sensibilidad que el artista muestra en todos los planos de la vida, y que lo lleva a apreciar la belleza del sol, del bosque, o del aire del mar. Una sensibilidad indispensable para estos tiempos turbulentos, en que nunca estará de más añorar “un simple abrazo para no olvidar que nacimos descalzos / Un simple abrazo para recordar que vivir es amar”.