Cultura

30/4/2021

El Reino de Hugo Sigman: más concesiones del gobierno al empresario

Mientras crecen los contagios entre los trabajadores del sector, su productora audiovisual es alcanzada por descuentos en cargas patronales, ganancias y servicios de exportación.

Aunque no tan conocida como su participación en negocios farmacéuticos o vinculados a la producción agropecuaria, Hugo Sigman es, con su productora K&S, uno de los pesos pesados en la producción de contenidos audiovisuales.

Ausente en la presentación del “acuerdo social para la producción de contenidos argentinos” tuvo, en palabras de Lucrecia Cardoso, una especial reivindicación. Sigman -de pasado stalinista- lejos está de ser un antinorteamericano, como lo presenta algún medio opositor que lo acusa de bloquear acuerdos con Pfizer; por el contrario, fue el primero que acercó posiciones con el principal gigante yanqui del streaming, Netflix.

Ese vínculo y su servicio fue condecorado con loas a la serie que el gobierno presentó como el ejemplo a seguir, El Reino, de la productora K&S, donde ya se imponen los ritmos de trabajo que requieren los tanques norteamericanos, en lo que el gobierno denomina “innovación laboral”.

Pandemia en el trabajo audiovisual

En un pasaje de aquella presentación tomó la palabra Alberto Fernández para dejar claro con qué actitud pretende el gobierno abordar el problema. Mencionando su diálogo con Marcelo Tinelli, recordó la anécdota que le contara el conductor sobre el rodaje de la presentación de su próximo programa, en el cual “hisoparon cuarenta técnicos y once dieron positivo”, sobre lo cual, la conclusión del presidente fue señalar que “nada de esto nos detiene” en el objetivo de que “todos los actores y actrices vuelvan a trabajar a pleno”.

Este plan flexibilizador para hacer volver a trabajar a los actores y actrices tiene ya trabajando hace tiempo a la mayoría de los trabajadores de la televisión, como esenciales. En un cuadro de colapso sanitario, y en el cual se multiplican los casos en el gremio, la actitud del gobierno apunta a generalizar la producción sin ningún tipo de control y sin ningún plan de vacunación.

Como si se tratara de una ironía de toda esta historia, a la reivindicación de El Reino, de Hugo Sigman -el mismo que por su lobby llevó al gobierno a contratar millones de vacunas de AstraZeneca para producirlas en su planta de mAbxience, en Garín, y que ante el incumplimiento de su entrega no se hace responsable-, en lugar de ser confiscado, fue condecorado por el gobierno en la presentación, como el ejemplo a seguir. Además, recibirá setenta por ciento de rebaja en las cargas patronales, descuentos de entre el sesenta y el veinte por ciento en el impuesto a las ganancias y exención total del pago de derechos de exportación.

Pongamos en pie una gran campaña entre trabajadores, artistas y técnicos del campo audiovisual para reclamar que se declare de utilidad pública la producción del laboratorio de Sigman y se ponga en marcha el envasado local y la vacunación de toda la población.