Con la participación de 70 asistentes de distintos países latinoamericanos, el domingo 22 tuvo lugar una charla online con Erin Axelman, codirector de un documental clave para estos tiempos: Israelism.

Estrenada en febrero de 2023, esta película refleja la ruptura de miles de judíos y judías de Estados Unidos con el sionismo, así como su organización contra la política israelí y en favor de la causa palestina. Un proceso que, pocos meses después del lanzamiento de Israelism, iba a mostrar al mundo sus frutos, con la masiva participación de sus organizaciones en las protestas y ocupaciones de edificios públicos contra el genocidio en Gaza.

La riqueza y desafíos de esta experiencia organizativa, así como la inspiración y factura del documental y su repercusión e incidencia política fueron algunos de los temas abordados por Axelman en la charla, convocada por las organizaciones latinoamericanas de la red Global Jews for Palestine: Judíes x Palestina (nuestro agrupamiento en Argentina), Vozes Judaicas por Libertação (de Brasil), Judíxs Antisionistas contra la Ocupación y el Apartheid (de Chile), Judies x Palestina Libre y Agrupación Mexicana de Judíes Interdependientes (de México).

Israelism tiene como una de sus protagonistas a Simone Zimmerman, referente de If not now. Axelman comentó que fue el surgimiento de esta organización (una de las dos grandes de esta índole, junto a la más añosa Jewish Voice for Peace) la que lo motivó a hacer el documental.

Con sus diferencias, las biografías de Zimmerman (que articula el relato) y del director comparten un hilo: una familia que sobrevivió al genocidio nazi, la creencia en Israel como un factor necesario de defensa y unificación del pueblo judío, la toma de conciencia de la opresión palestina (ocultada en el relato israelí oficial) y finalmente el salto hacia la lucha contra el sionismo. En la charla, Axelman destacó que ese es el camino recorrido por miles de judíos en Estados Unidos, y que en encuestas recientes entre el 40 y el 50% de esta comunidad afirmó que Israel es un Estado de apartheid y que está cometiendo un genocidio.

Estas cifras cobran un valor especial cuando se tiene en cuenta el gigantesco lobby del sionismo sobre los partidos de gobierno estadounidenses, que tiene como actor protagónico al American Israel Public Affairs Committee (Aipac), y sobre las universidades, a través de Hillel International. Entre los muchos valores de Israelism está el de retratar a estos grupos de presión y adoctrinamiento desde dentro, registrando sus reuniones y conferencias y entrevistando a sus referentes. Axelman señaló que la intención en este aspecto era no demonizar a tales grupos, sino exhibir en sus propias palabras, sin filtro, la ideología sionista: “la gente es multidimensional, y es muy poderoso ver a gente diciendo y haciendo cosas horribles”.

Al referirse al título de la película, el realizador dijo que quería transmitir cómo la devoción por el Estado de Israel operaba como un factor cuasi religioso, con mucho más peso dentro de la comunidad que la misma religión judía. Israel -añadió- aparece en el sionismo como un supuesto “sueño de autodeterminación”, que en verdad “solo es posible sobre la pesadilla de los palestinos”, ya desde la fundación misma del Estado.

En ese sentido, criticó el intento de ciertos liberals (lo que en Argentina llamaríamos progresistas) de “darle rostro humano al sionismo”, cuando este “siempre es ocupación, desplazamiento y apartheid”; y marcó que incluso el planteo de una “solución de dos Estados” (que consideraba inviable) “está basado en una limpieza étnica”. Y destacó la importancia de un contacto directo de los judíos con los palestinos y sus historias, que fue clave en experiencias como la suya, la de Zimmerman y la de Eitan (el otro protagonista del documental).

Consultado sobre la respuesta del sionismo a la película, Axelman refirió una gran cantidad de intentos de censura y cancelación por parte de la derecha y los consulados israelíes en Estados Unidos, desde la presión contra proyecciones en universidades hasta episodios absurdos, como el envío de 8.000 mails a una pequeña librería para que levante una función del documental. Sin embargo, contó que habían llegado muy preparados y seguros a este escenario, lo que les permitió quebrar cada uno de esos intentos y aprovecharlos para dar más difusión al film. Para el equipo que hizo Israelism, de hecho, esa reacción fue una señal auspiciosa, mostrando que “la película es muy peligrosa para la derecha sionista, porque separa la supuesta unidad total entre judaísmo y sionismo y hace un buen trabajo en ‘romper el sueño’, que es lo que lleva a los judíos a hacer aliá” (migrar a Israel).

Si uno entra a la web de Israelism puede tener una medida de su gran recorrido internacional, con proyecciones en los puntos más diversos de cada continente.

Quienes integramos Judíes x Palestina podemos dar cuenta del gran aporte que significa este documental para la lucha. Lo proyectamos el año pasado, ante una sala llena y conmovida que debatió intensamente. Con esta charla, nos metimos más a fondo en un proceso ejemplar y pudimos fortalecer la organización latinoamericana del judaísmo antisionista.

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