El martes 6 se realizó un nuevo vivo de Prensa Obrera, esta vez entre nuestra compañera actriz y directora de teatro Tamara Dawidowicz y la actriz de enorme trayectoria Mirta Busnelli.

El vivo arrancó hablando sobre el teatro y la profesión. Mirta contó que comenzó a estudiar nada menos que con Juan Carlos Gené y recordó que: “siempre digo que no hay nada más lindo que las clases de teatro (…) El teatro lo podés hacer hasta que te mueras”. A su turno, Tamara comentó, en relación con la situación de pandemia, que “yo no soy devota de nada, pero me siento medio devota del teatro (…) Por eso este año fue tan raro”. Ante eso, Mirta evocó un fragmento de La Gaviota de Chejov, en que “uno de los personajes dice que en el teatro encontró algo, que ya no se siente sola nunca más. Es una labor de servicio, de servicio gozoso”.

“Me acuerdo el día que nos conocimos, no me olvido más, también fue la primera asamblea de Thelma [Fardin] -recordó Tamara sobre la experiencia en común con la entrevistada en la colectiva de Actrices Argentinas-. Vos te pediste un tecito, y la asamblea empezó después de que llegó el tecito para Mirta”. Y añadió: “quiero decirles a todos que Mirta es la primera en llegar a las actividades, la primera en pedir la información necesaria y en estar actualizada para dar las notas que tiene que dar”.

 

Fue inevitable en la entrevista la pregunta por el compromiso de Mirta con las luchas sociales, a lo que ella contestó: “Creo que todos tenemos un sentido de la justicia, después podemos desarrollarlo o no, sobre todo cuando algo es injusto (…) aunque no te mueva a hacer algo por eso. En ese sentido, yo no milité, pero mi corazón estaba con ciertas causas, y mi manera de estar eran las marchas”.

“Yo tengo 29 ahora, y este es el mundo de mis 29 años. Con sus virtudes y sus cosas horrorosas, el mundo que conocemos. ¿Cómo ves que fueron tus 29 en relación al mundo de hoy?”, preguntó Tamara a Mirta, quien contestó: “Yo tenía 29 en el ’75. Estaba haciendo, por un lado, una obra de un uruguayo, donde una madre buscaba a su hijo [desaparecido] y para encontrarlo hacía una serie de postas con la gente que lo conocía. Ella no sabía que su hijo estaba metido en la militancia política. Y por el otro, trabajábamos en el Teatro Estrellas, donde pusieron una bomba y yo estaba ahí, en el momento que la pusieron (…) Ese también era el mundo en el que estaba”. Y concluyó señalando que “eran los dos polos: la esperanza y el horror”.

Por último, hablando de la actualidad y del movimiento de mujeres y diversidades sexuales, Mirta expresó que “Una de las cosas que me deslumbró cuando fui a uno de los primeros encuentros con la colectiva, es que no podía creer que toda esa juventud estuviera en eso, pensando de esa manera, autodeterminándose, eligiendo su manera de formarse, de luchar. Todo eso que hace a un movimiento y a lo mejor de la condición humana, encontrarlo con ustedes, para mí fue deslumbrante. Yo veo la juventud en las luchas y para mí es muy grande la juventud que está comprometida políticamente”.

Un placer escuchar este encuentro entre dos actrices luchadoras de generaciones distintas.