Cultura

23/4/2021

Músicos del Reino Unido protestan contra las plataformas de streaming

Un grupo de artistas que incluye a Paul McCartney, Noel Gallagher, Damon Albarn y Lily Allen reclama que se actualicen las leyes de derecho de autor.

El pasado martes dio lugar a una nueva acción por parte de los músicos que luchan por una distribución equitativa de las ganancias de las plataformas de streaming donde a diario se esfuerzan por subir contenido. La misma viene tomando cada vez más vuelo y generando un pacto cada vez más grande entre los usuarios, quienes se indignan al saber cuánto dinero recibe un artista por cada reproducción (0,0036 dólares)

En este caso, si bien la iniciativa fue impulsada por el sindicato de músicos Musician’s Union , la academia de compositores británicos Ivors y la campaña #BrokenRecord , la misma forma parte de toda una lucha que se viene dando hace algunos años y que tomo fuerza a mediados del 2020 , donde en varias partes del mundo se han manifestado cientos y cientos de músicos en contra de las plataformas de streaming y las migajas que estas reparten a los músicos mientras triplican sus ganancias durante la pandemia, y los ha llevado, en sus últimas acciones a juntar miles y miles de firmas de músicos de todas partes y a movilizarse a las oficinas de Spotify en distintas partes del mundo.

La carta enviada al Ejecutivo británico expone como las leyes de derecho de autor están desactualizadas en cuanto el avance de la tecnología, donde la reproducción vía plataforma de streaming comienza a desplazar a la radio pero los músicos solo reciben un 13% de las ganancias de dichas transmisiones mientras que en la radio reciben el 50%. En el mismo sentido se apunta contra los grandes sellos discográficos y otros sitios de internet de explotar el material de cada artista y no recompensar económicamente de manera justa a cada intérprete.

Como cuestión principal los músicos reclaman la actualización de la ley de derechos de autor, diseños y patentes, de 1988, señalando que así se solucionaría el problema del bajo porcentaje destinado a cada músico por reproducciones. También destacan que esto no le traería ningún gasto extra al contribuyente británico sino todo lo contrario e incluso se generarían ingresos para el servicio público de salud. Como última instancia reclaman la creación de un ente regulador que garantice el trato legal y justo hacia los músicos. Con estos reclamos los artistas señalan como este sector no goza de una protección por parte del gobierno, como que la que si tienen los empresarios, productores e inventores británicos. Y como esto esta dejando como resultado una devaluación y explotación hacia los trabajadores de la música.