Hace unas semanas nació la Red de Espacios Culturales de San Miguel, compuesta por espacios y centros culturales autogestivos e independientes.

Está claro que el aislamiento social producto de la cuarentena ha afectado a uno de los sectores más desprotegidos en la zona, como lo es el sector cultural.

Como hemos señalado en otra oportunidad, la situación de la cultura en el noroeste del conurbano es angustiante. Los espacios en su mayoría son autogestivos, es decir que se financian y sostienen con el aporte de cada unx de lxs participantxs o trabajadorxs, sin recibir ningún tipo de ayuda por parte del Estado. Otra fuente de ingresos son los eventos culturales, que por obvias razones se han suspendido.

Por otro lado, estos espacios multifuncionales -en donde se dictan talleres y cursos y que funcionan, a su vez, como herramientas y fuentes de trabajo para artistas, directores, diseñadores, artesanos- han sido constantemente golpeados no solo por el ajuste brutal sino por los distintos tarifazos, que han llevado al cierre de más de veinte de los mismos en el último período, según datos del Observatorio Cultural de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).

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Otro de los problemas, no menos relevante, es la creciente persecución política e ideológica a expresiones culturales de todo tipo. El municipio de San Miguel, encabezado por el intendente Jaime Méndez (un reconocido activista pro aborto clandestino), intentó prohibir corsos barriales o cerrar centros culturales, prohibió exposiciones con perspectiva de género y ha censurado libros para que no puedan ser expuestos en la “Noche de los libros”.

Toda esta situación ha llevado a distintas instancias de organización y movilización con la consigna “¡La cultura no se clausura!”

Reforcemos la organización por nuestras reivindicaciones

En momentos como el actual, con una crisis económica que se lleva puesto lo que encuentra en su camino, es necesario reforzar la organización independiente. De manera que la sanción de una Ley de Emergencia Cultural no sea letra muerta, como ha pasado en los distintos lugares y espacios en los que el Estado o los distintos gobiernos han votado emergencias que no han significado un cambio en la situación concreta. Desde el Partido Obrero, nos ponemos a disposición de esta lucha.

Llamamos a pelear por un subsidio especial para los espacios culturales, de manera que puedan seguir sosteniéndose. Que no se les cobre alquiler. Por un seguro a lxs trabajadorxs culturales de $30.000. En definitiva, llamamos a pelear por un presupuesto que contemple las necesidades de los espacios y trabajadorxs de la cultura.