El pasado 15 de junio se aprobó en la Cámara de Diputados la Ley 27.432, que prorroga por 50 años las asignaciones específicas de fomento de cultura, con un resultado de 132 votos a favor, 5 negativos y 92 abstenciones.

Dicho proyecto pasó a la Cámara de Senadores pero cuando todo auguraba que iba a ser un trámite rápido la cosa no fue tal y recién se va a estar tratando este jueves 22 de septiembre. Desde el 15 de junio a la fecha no solo se sucedieron tres ministrxs de economía, sino que la coalición gobernante viene llevando adelante un brutal ajuste sobre la clase trabajadora siguiendo los designios del FMI.

La Ley de Caducidad fue sancionada en diciembre de 2017, mes en el que se desarrolló una gigantesca movilización popular contra la reforma previsional del gobierno macrista. Esta ley, votada por macristas y kirchneristas, ponía como límite el día 31 de diciembre del 2022 para las asignaciones, que pasarían a ser directamente manejadas por el Tesoro Nacional, en el marco de un gobierno arrodillado al FMI que hace unas semanas ha recortado partidas en educación, salud y discapacidad.

Esta ley afecta directamente las asignaciones para el Incaa, el Instituto Nacional de la Música (Inamu), el Instituto Nacional del Teatro (INT), la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y el Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (Fomeca), poniendo en peligro la continuidad laboral de miles trabajadorxs y la producción cultural nacional.

Desde el Frente de Artistas, como parte del colectivo Unidxs por la Cultura, llamamos a sumarnos este jueves desde las 12 hs en el Congreso para exigir su inmediata aprobación.