Educación

10/6/2024

Cambios en el régimen académico de secundaria de Buenos Aires

Repitencia y abandono escolar, dos caras de la devaluación educativa.

Kicillof y Sileoni.

El ministro de Educación bonaerense, Alberto Sileoni, anunció la modificación del régimen académico de la educación secundaria en la provincia, de la noche a la mañana, sin conocimiento previo de parte de la docencia ni de la comunidad educativa.

A partir de ahora, solo se repite la materia no acreditada, aquella en la que no se haya alcanzado una nota de 7 como mínimo en el cuatrimestre, en un esquema que permite tener pendientes hasta cuatro materias por año que, para aprobar, obliga a lxs estudiantes a desenvolver un breve período de “intensificación” en cuatro instancias (lo que hasta ahora solamente era en los periodos de diciembre-febrero). Luego de la “intensificación”, hay que aprobar la materia con un mínimo de 4.

Esto permite que lxs estudiantes cursen el resto de las materias de años siguientes, en un mecanismo –solo en esto- similar al de la universidad. Al año siguiente, el estudiante no podrá cursar más materias de las establecidas. Son 10 en los primeros años y 12 en el último. Así, toda materia que debe ser recursada le saca lugar a una nueva por cursar. La organización de ese entramado de materias se organizará para cada estudiante en esa situación por un nuevo “Equipo de Definición de Trayectorias Educativas”, conformado en cada turno por el equipo directivo de la escuela, todas/os las/os integrantes del Equipo de Orientación Escolar (EOE), una/un preceptora/or cada seis secciones, una/un docente cada seis secciones, que, junto al estudiante y la familia, establecerán qué materias se dejan para más adelante. Obviamente, esto también tiene el riesgo de que se acumulen muchas materias, algo que generará un inconveniente muy complejo de resolver.

La iniciativa de Kicillof fue duramente criticada por el gobierno reaccionario de Milei, que carece de cualquier pergamino educativo, y que es partidario de que los padres no envíen a la escuela a sus hijos si así lo deciden: es decir, un agente confeso de la eliminación de la educación pública obligatoria.

Pero también, fue denostada por la derecha del PRO que, en la voz de Alejandro Finocchiaro, afirmó que “eliminar la repitencia es una decisión política de Kicillof y apunta a acentuar la decadencia en el sistema educativo argentino”. Finocchiaro es el muerto que se ríe del degollado: al final de su gestión tuvo los índices de abandono y repitencia más altos hasta ese momento.

La indignación de esta derecha asimilada por completo a Milei, sin embargo, es solo una puesta en escena. Los cambios en la secundaria bonaerense fueron aprobados por unanimidad en el Consejo de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, integrados por el oficialismo peronista y por toda la oposición, con el voto de consejeros de la UCR y del PRO.

El exministro macrista Mariano Narodowski, por su lado, al revés de sus ex compañeros de gobierno, salió a defender la iniciativa de Kicillof-Sileoni.

El formato de acreditación por materias en vez de por años no resuelve las dificultades que sufre el alumnado, en particular de las/os chicas/os de menores recursos, que son quienes abandonan en un mayor porcentaje, ni elimina la repitencia, pero es claramente más racional, no obliga a volver a cursar todo un año en el cual se han aprobado la mayoría de las materias, y aminora la tendencia al abandono escolar.

Currícula más devaluada, mayor precarización docente

Los documentos dados a conocer por la Dirección General de Cultura y Educación señalan que este cambio de régimen académico garantiza para las y los estudiantes la “justicia curricular”. Puro verso. Esa “justicia curricular” no es otra cosa que aceptar que los que más dificultades tienen accedan a aprendizajes de menor alcance, en lugar de resolver los inconvenientes que impiden un normal desempeño escolar, tales como la falta de viviendas dignas, alimentación, becas que permitan sostener la cursada, etc, etc, etc.

Efectivamente, el objetivo es explícitamente mezquino: “Desarrollar propuestas de enseñanza que contemplen las diferencias, la búsqueda de la igualdad, la inclusión de todas/os para propiciar una formación que les permita participar como ciudadanas/os activas/os, en las sociedades de las que forman parte. Igualdad no en el sentido de “lo mismo” sino como la búsqueda de que cada estudiante aprenda lo máximo posible” ( Principios y definiciones generales, DGCyE). Es decir, armar “trayectorias educativas” que no superen los límites de aprendizaje de los más desfavorecidos sino que se adapten a ellos.

Este “te enseño lo que se pueda” y no lo que necesites será desenvuelto con docentes que harán un mero “acompañamiento” y que serán parte de los que actúen como profesor de apoyo en los breves períodos de “intensificación”, igual que lo que se hizo durante la pandemia que, Sileoni y Kicillof, señalan que hay que poner en “valor”. Eso serán los docentes Forte de esta nueva etapa (Programa especial para el Fortalecimiento de las Trayectorias Educativas), fuera del Estatuto Docente, sin continuidad y con desempeño a término. Así también se barre con los actos públicos de designación de cargos, ya que los llamados “Equipo de Definición de Trayectorias Educativas” van a ser designados por los directivos, una elección arbitraria violentando los actos públicos para la toma de cargos que es un derecho de nuestro Estatuto Docente.

Además, el sexto año será enteramente destinado a la realización de pasantías, una repetición del esquema impuesto por Macri con el llamado “Plan Maestro”, que eliminó el 5° año y lo transformó en entrenamientos de explotación vil de los y las estudiantes en todo tipo de empresas y hasta en la represora Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

Más autoritarismo

La precariedad de la infraestructura escolar bonaerense y la falta adecuada de instituciones educativas, la falta de presupuesto, los salarios de pobreza, hacen imposible ordenar este caleidoscopio que propone Sileoni.

¿Dónde y cuándo volverán a cursar quienes tengan varias materias para acreditar, sin aulas ni docentes que se puedan hacer cargo? ¿En qué condiciones y con qué salario trabajarán las y los docentes? ¿Cuántas escuelas serán construidas para desenvolver esta casi duplicación del servicio educativo que se plantea?

Sileoni no tiene la respuesta, salvo el planteo de la improvisación: “Las escuelas organizarán, algunas a contraturno, otras los días sábados, en otros edificios ajenos a las escuelas”, dice el ministro bonaerense. Pero lo que sí está claro es la eliminación de las condiciones laborales docentes que de hecho se viene impulsando con el ataque al Estatuto Docente.

Para hacer posible esto, siguiendo los consejos de Narodowski, que coincide con la idea pero indica la dificultad instrumental de llevarla a cabo, Sileoni anunció la titularización de 3.000 directivos para el 2025, y el fortalecimiento de sus prerrogativas, que permitan una escuela más autónoma, que pase por alto de los derechos laborales de la docencia.

De más está decir que esta ofensiva cuenta con la aprobación y colaboración de la dirección de Suteba.

Un planteo de salida

Ni “la letra con sangre entra” que promueven los derechistas, ni el falso esquema de Kicillof-Sileoni buscan potenciar la educación de los hijos de los trabajadores.

Si las/os estudiantes no tienen las condiciones materiales y sociales básicas se chocarán con la misma piedra de las dificultades, materia por materia. Si las familias están cada vez más hundidas en la pobreza y/o la indigencia no contarán con los elementos básicos para colaborar con la educación de sus hijos, y sin escuelas y con docentes bajo la línea de pobreza no existe educación posible.

Luchamos por una educación al servicio de las necesidades de la clase obrera y en ese camino planteamos: fuera la motosierra antieducativa de Milei y los gobernadores; fuera el FMI. No al pago de la deuda externa usuraria; aumento del presupuesto educativo; inmediata reposición del Fonid (remunerativo, permanente e integrado a un salario inicial que cubra la canasta básica indexada por inflación) y de todos los fondos nacionales recortados por Milei y que, mientras tanto, las provincias lo paguen; educación pública, gratuita, laica, científica, no dogmática; no a las reformas antieducativas y privatistas de ayer y de hoy; defensa de la educación media y superior. Acceso a todos los niveles educativos para las/os hijes de las y los trabajadores; elaboración de políticas y programas educativos en manos de la docencia y la comunidad educativa, no a sus espalda, como esta reforma de Sileoni-Kicillof; promover un Congreso pedagógico; no a la esencialidad en la educación; construcción de todas las escuelas necesarias para todos los niveles; comedores escolares universales y con dieta que sostenga las necesidades alimentarias de las y los estudiantes; por un salario docente igual a la canasta familiar por cargo indexado por inflación, respeto de todas las categorías salariales estatutarias. Basta de precarización a los trabajadores de la educación y ataque a los derechos conquistados en el estatuto; canasta educativa universal de $ 60.000, indexada por inflación para cada alumne; transporte gratuito para alumnes y docentes; distribución gratuita de libros escolares y de lectura para estudiantes y docentes; equipos de orientación en todas las escuelas.

Por un plan de lucha con paros progresivos hasta derrotar el ajuste de Milei y de todos los gobernadores.

El 12 de junio seamos miles y miles en el Congreso contra la Ley Bases, la persecución y la represión
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Abajo la Ley Bases: por un plan lucha para derrotar todo el plan de Milei
Conferencia de prensa el lunes 10 a las 17:00 en Congreso. El miércoles 12 movilicemos a la Plaza de los Dos Congresos. –
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