El pasado lunes las autoridades, docentes y estudiantes de la EES N° 5 de Azul se encontraron con el hall de la escuela lleno de escombros. Durante el fin de semana se había desprendido parte del cielorraso de dicho sector de la escuela. Afortunadamente el episodio ocurrió fuera del horario escolar y no hay que lamentar mayores daños. Podría haber sido mucho peor teniendo en cuenta que allí funciona un colegio secundario y un terciario con lo que el tránsito de docentes, autoridades, estudiantes, trabajadores auxiliares es constante.

El estado de las escuelas en el distrito es calamitoso y este hecho es sólo un botón de muestra del deterioro de los edificios educativos. El ex colegio Nacional derrumbándose, numerosas escuelas con desprendimiento de la mampostería, y los repetidos casos de presencia  de roedores en las escuelas de la ciudad son moneda corriente. A este cuadro le debemos sumar la ya tristemente típica falta de calefacción en varios establecimientos.

En varias escuelas las tareas de mantenimiento han corrido por parte de la buena voluntad de los docentes y algún vecino que se solidarizó cortando los largos pastos antes del inicio de clases. Una tarea que claramente le cabe al Estado.

La situación del centenario colegio es una representación acabada del estado de abandono de las escuelas y de la crisis edilicia que se vive en toda la provincia. Las autoridades del Consejo Escolar relativizaron el derrumbe y dispusieron la clausura del hall, sin suspender las clases en el establecimiento. A contra mano de esto, docentes y estudiantes sostienen que los arreglos que están realizando en dicho sector, hacen que comience a agrietarse otras partes del yeso.

Esto es consecuencia directa del desfalco en el presupuesto que se destina a las escuelas, que tiene su punto más alto en el crimen social de la Escuela 49 de Moreno. Hoy no tenemos que lamentar víctimas, pero el estado actual de los colegios los convierte en verdaderas trampas mortales.

Mientras tanto Vidal continúa con su política de rebaja salarial y de guerra contra la educación. La oferta presentada como superadora es una farsa.

Sueldo por debajo de la línea de pobreza, recorte en los comedores, obras inconclusas, deficitarias y no iniciadas en las escuelas “bomba”; disolución paulatina de la educación de adultos, de la especial y de los EOE (Equipos de Orientación Escolar); muerte de docentes por la falta de cobertura de Ioma; modificación de los trámites jubilatorios, cierres de cursos y carreras y recortes en las materias y en los contenidos tanto en terciarios como a partir de la Secundaria 2030. Es la hoja de ruta de un gobierno que despliega todo su ataque sobre los docentes y la educación.

Frente a la parálisis de las direcciones sindicales sigamos el ejemplo de los Suteba Multicolor que en gran parte de la provincia trazan un camino de acción para el conjunto de la docencia.

Por un plan de obras integral, con presupuesto asignado; por una comisión de control del conjunto de la comunidad educativa (padres, alumnos, docentes). Que sean los docentes padres y auxiliares los que verifiquen el cumplimiento de las obras. Por un plan de lucha en defensa de la educación y de las condiciones laborales y salariales de los docentes.