Milei declaró a la educación como servicio esencial, regimentando de ese modo el derecho a huelga en un país donde la docencia vive con salarios que están por debajo de la línea de pobreza, donde las escuelas no están en condiciones edilicias, donde no llega la copa de leche a pesar de la extensión horaria en primaria, donde las condiciones laborales son de sobreexplotación al punto de llevar a los docentes a trabajar dos o tres cargos para poder poner el pan en la mesa.

De la pobreza peronista, a la pobreza regimentada liberal

El plan de Milei ataca al conjunto de la clase obrera y la docencia no es la excepción. Si el peronismo dejó a la educación en crisis, los liberfachos vinieron a dar la estocada final. Resulta que pasado el gobierno de Alberto, el salario de la docencia no sólo perdió frente a la inflación, sino que, además, no hay un solo distrito o provincia donde el salario inicial no se encuentre por debajo de la línea de pobreza, situación que se profundizó con las medidas económicas que tomó Milei en sus primeros días de gobierno y que se agravará en los próximos meses producto de una inflación descontrolada y ninguna mesa de negociación paritaria a la vista.

Es en este cuadro de situación que Milei anuncia dentro de su paquetazo de ajuste contra la clase obrera que pretende declarar a la educación como servicio esencial, regimentando así el derecho a huelga de las y los trabajadores de la educación. En su decreto, el gobierno nacional sostiene que se debe garantizar la cobertura del 75% del servicio, pero no anuncia en ningún lugar cómo va a solucionar los graves problemas del sistema educativo, comenzando por los salarios de miseria que cobra la docencia.

No es de extrañar que el DNU trate al sistema educativo como si fuese una empresa fabril, hablando de garantizar un 75% del servicio (léase producción), cuando su primera medida fue crear un ministerio de “Capital Humano” que incluye al desjerarquizado Ministerio de Educación.

Un antecedente de la regimentación de la huelga docente

Este año, en Santa Cruz, durante el gobierno de Alicia Kirchner se dio una huelga docente durísima que buscó sacar los salarios de la línea de pobreza. A mediados de año, el gobierno interpuso una cautelar ante la Justicia y semanas más tarde obtuvo un fallo que regimentaba el derecho a huelga de la docencia y declaraba la educación como servicio esencial (sin que pase la reforma por el poder legislativo), estableciendo que sólo un 20% de docentes podía hacer de medidas de fuerza; una especie de DNU peronista recargado a través de la Justicia.

Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia dictaminó que la resolución del juez de primera instancia, Marcelo Berzanelli, era inconstitucional y que violaba el derecho de las y los trabajadores a ejercer su derecho a reclamar y declaró la nulidad de la misma.

El peronismo le preparó el terreno a Milei

Esta barbaridad que llevaron adelante en Santa Cruz, incluyendo el procesamiento de trabajadores por exigir que les paguen el salario, las multas millonarias al gremio por hacer huelga contra el ajuste feroz de Alicia contra la docencia, prepararon el terreno del ascenso de Milei. También lo hizo Cristina Kirchner cuando atacaba a la docencia, mintiendo sobre sus supuestos privilegios laborales, o haciendo declaraciones contra las manifestaciones -siendo aplaudida por Patricia Bullrich en el Congreso.

Construir Tribuna Docente para defender la educación pública

Preparemos desde ahora el Congreso Nacional de Tribuna Docente. Se vienen tiempos difíciles y la docencia necesita una dirección firme y decidida a defender la educación pública y los derechos de las y los trabajadores de la educación, bajo una política de frente único de lucha que marque un camino de unidad para enfrentar el ajuste no solo en defensa de la docencia, sino de la clase obrera toda.

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