Educación
18/3/2019
En Pilar también se derrumban escuelas
Es necesario un paro provincial continuado contra la precarización edilicia que pone en peligro vidas
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A poco más de 7 meses de la explosión en la escuela N° 49 de Moreno, que causó la muerte de Sandra y Rubén, y a días del comienzo del ciclo lectivo 2019, la emergencia edilicia de las escuelas de la provincia de Buenos Aires no deja de profundizarse. En la tarde del 14 de marzo, el derrumbe de la mampostería del techo del aula de primer grado de la escuela primaria N° 25 situada en B° Los Cachorros de Pilar, hirió a 2 niños que se encuentran hospitalizados, aunque fuera de peligro y las clases se suspendieron por ese día.
Ni hace un mes atrás, precisamente el 26 de febrero, el intendente de Pilar Nicolás Ducoté daba una conferencia de prensa en las instalaciones de Instituto Carlos Pellegrini. Allí, junto a miembros del municipio, del Consejo Escolar y jefatura de inspección enumeraba cínicamente las obras realizadas en su gestión educativa. En sus declaraciones resaltó que todos los edificios educativos estaban en condiciones para arrancar el ciclo lectivo en tiempo y forma así como la necesidad de lugares adecuados para que los alumnos estudien y los docentes puedan trabajar. Sus declaraciones están muy lejos de la realidad: en 2018 Pilar, como tantos otros distritos, fue afectado por la suspensión de clases. La tragedia de Moreno dio lugar a que se llevasen adelante relevamientos en las escuelas, quedando en evidencia la situación deplorable y de constante peligro en las mismas. Sin embargo, a poco tiempo la comunidad educativa regresó a las aulas sin que se resolvieran los problemas edilicios de fondo.
Pilar no está exento del brutal ajuste que recorta los fondos para educación pese a que es uno de los distritos de mayor recaudación, el distrito de los negociados inmobiliarios, de los countrys, de la exención tributaria al parque industrial. Lo que sucedió en Pilar está lejos de ser un caso aislado en la provincia de Vidal: este episodio es uno más que se suma a una larga lista que, en los primeros días de clases, ya cuenta con la explosión de una cocina en una escuela de la Matanza, que de milagro no dejó heridos.
En el distrito de Pilar, docentes y la comunidad educativa denuncian el calamitoso estado de las escuelas: en la EP 40, en la EP 14 y en la EP 23, el líquido cloacal inundó el patio por el desborde de los pozos; en la E.E.S 7 los alumnos se encuentran hacinados en un aula superpoblada a la espera de un urgente desdoblamiento. En la Escuela Técnica N° 1 hay un esquema de rotación de días de clases por falta de mobiliario, es decir que los chicos pierden días de clases por el vaciamiento presupuestario del gobierno provincial.
Estos episodios son solo un botón de muestra del deplorable estado edilicio de las escuelas de toda la provincia, que no deja de profundizarse en el marco del ajuste que Vidal y el gobierno nacional están llevando a cabo con el apoyo de todos los bloques patronales que garantizaron el presupuesto de ajuste para el 2019.
Un reciente informe de la Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) señaló que, tanto las provincias como la Nación, redujeron en forma significativa el presupuesto destinado a inversión en educación en los últimos años. En el ámbito nacional, la inversión educativa, según el reporte, cayó 9% entre 2016 y 2018. Además, de cumplirse el Presupuesto 2019, el retroceso llegará al 19%. Esto sin hablar de salarios, ya que el 70 por ciento de los docentes del país cobra salarios por debajo de la línea de la pobreza -muy lejos de los 49.200 pesos que mintió el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro. En el caso de la provincia de Buenos Aires, un docente de más de doce años de antigüedad recibirá de aumento cero pesos, estableciendo de hecho un tope de 20.100 pesos -es decir, 6.000 pesos por debajo de la canasta de pobreza. El panorama se completa con el derrumbe edilicio de las escuelas, de parte de un gobierno que prometió la creación de 3.000 jardines que jamás comenzó a construir.
Necesitamos un plan de lucha para enfrentar el ajuste que pone en peligro las vidas.
El viernes 15 el Frente de Unidad Docente de Pilar llamó a un paro distrital y un abrazo simbólico en la EP25. Acción insuficiente ya que la emergencia edilicia la sufre toda la provincia poniendo en riesgo todos los días la vida de miles de personas. El paro distrital aísla separando el conflicto y se pierde la posibilidad de llamar a un paro provincial.
Necesitamos urgentemente que Ctera llame a un paro nacional. El Frente de Unidad Docente bonaerense debe llamar a un paro provincial continuado. Reclamamos que se declare la emergencia edilicia distrital y un plan de obras urgentes que garantice condiciones de seguridad para toda la comunidad educativa.
▪ Asamblea de docentes y padres para resolver acciones para que estos hechos no se repitan.
▪ El Estado nacional, provincial y municipal es responsable por la seguridad de alumnos y docentes.