Educación
2/7/2021
Ituzaingó: la improvisación que antecede el desastre
A días de la explosión de una escuela en Neuquén, el gobierno de Kicillof arregla las estufas con estudiantes dentro de las escuelas y sin suspender las clases.
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Tribuna Docente Ituzaingó
Parece que la muerte de Sandra y Rubén y la reciente explosión de la Escuela 144 de Neuquén no le sirvieron al gobierno nacional ni al gobierno bonaerense liderado por Axel Kicillof para atender la emergencia educativa. En el Aupi (EES n°5) de Ituzaingó, en la zona oeste del conurbano bonaerense, se están arreglando recién ahora las estufas mientras la ola polar sigue azotando. Esto retrata la improvisación de un gobierno comprometido con el ajuste frente a la crisis potenciada por la pandemia que expuso la magnitud del derrumbe educativo.
Las estufas de los salones están siendo reparadas con los estudiantes tomando clases, no solo exponiéndolos a una evidente peligrosidad, sino que incumpliendo también con el plan jurisdiccional. Según el mismo, deben suspender las clases presenciales aquellas escuelas que se encuentren en obra. Pero parece que al gobierno de Kicillof y a la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) bonaerense les encanta jugar con fuego.
¿Por qué ahora y no antes?
Este grado de improvisación riesgosa responde a la presión de los gobiernos por imponer la presencialidad a cualquier costo. El frío polar torna imposibles las clases con las ventanas abiertas para que haya ventilación cruzada, pero la respuesta es el arreglo de estufas “sobre la marcha”. Desde hace mucho tiempo que es necesario un verdadero plan de obras y refacciones en las escuelas públicas de la provincia, pero el mismo es incompatible con los sucesivos presupuestos de ajuste de todos los gobiernos.
Así, en la provincia de Buenos Aires, se empezó por imponer el “acto de colación”, luego las “escuelas abiertas de verano” para ahora concluir con una presencialidad sin condiciones ante una tasa de contagiosidad muy elevada. No obstante, más allá de estas improvisaciones de última hora, la presencialidad en escuelas sin estufa en plena ola polar es una figurita repetida a lo largo y lo ancho ya no de la provincia, sino de todo el país.
Hay que volver a señalar que mientras el gobierno ha distorsionado los números de casos para imponer la presencialidad, no ha tenido interés en garantizar la conectividad ni el equipamiento para les estudiantes y docentes. Las condiciones sociales de la comunidad educativa empeoran cada vez más y esto se traduce en un total derrumbe del sistema educativo debido a la falta de inversión en dispositivos y conectividad, la desocupación, la pobreza y la inflación crecientes. Mientras las y los trabajadores sufren estas penurias, el gobierno ajusta en educación para garantizarle millonadas al pago de la deuda externa con el FMI y el Club de París.
Quién es quién en el ajuste educativo
De la burocracia de la celeste del Suteba lo único que se escucha es que “hay que hacer cumplir el protocolo”. Sin embargo, cuando dicho protocolo no se cumple delante de sus propias narices deciden mirar para otro lado. Una confesión de su completa integración al gobierno y su complicidad con el ajuste en marcha.
Desde Tribuna Docente, en cambio, llamamos a la docencia a organizarse contra esta presencialidad criminal, por un verdadero plan de obras y refacciones en las escuelas públicas que solo podrá darse a través de un inmediato aumento del presupuesto en educación, que sirva también para garantizar la virtualidad mientras sea necesaria brindando dispositivos tecnológicos y conectividad a estudiantes y docentes. Que la Ctera y el Suteba convoquen asambleas en todas las escuelas por estos reclamos.
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