Educación
12/8/2024
Joaquín V. González: nuestro Centro independiente contra el plan de Milei y Macri
Presidenta y secretario CEJVG, UJS-PO
Clases públicas en vísperas de marcha educativa.
Vamos por una segunda Marcha Educativa con estudiantes, docentes y no docentes de todos los niveles.
El primer cuatrimestre e incluso los meses previos a la cursada, estuvieron caracterizados por la constante lucha contra las medidas anti obreras y anti educativas del gobierno nacional y porteño.
Desde la UJS-PO en la Presidencia del CEJVG fuimos parte de esta lucha desde el 20 de diciembre, cuando obreros y estudiantes rompimos el protocolo antipiquete de Bullrich. En los meses de verano estuvimos en las jornadas contra la Ley Ómnibus y, apenas iniciado el curso de ingreso, tuvimos la primera asamblea del año con los ingresantes a quienes, como parte de la bienvenida, les dimos un pantallazo del contexto que atraviesa la educación pública en general y la formación docente en particular.
Desde inicio de año, el CEJVG estuvo en los cacerolazos y semaforazos educativos, en los molinetazos ante el desmedido aumento del transporte público y alzando el reclamo por el boleto educativo universal. Fue parte de las masivas movilizaciones del 8M, del 24M junto al ENMVyJ; encabezó la gran columna de los profesorados durante la Marcha Educativa del 23 de Agosto, que fue la movilización más grande de estudiantes de los 29 desde la lucha contra la Unicaba allá por el 2018; dijo presente en el Congreso mientras los senadores, tanto oficialistas como “opositores” daban paso a la Ley Bases, con todo el contenido antiobrero que representa, y luego alzó la voz en reclamo por los detenidos de aquella jornada.
Sumado a la participación en todas las luchas que ocurrían “fuera”, hacia dentro el centro convocó a asambleas mensuales como vía de expresión democrática del estudiantado; sostuvo con autogestión y organización las becas de apuntes y el comedor como respuesta a la creciente deserción; puso en pie clases públicas en defensa de la educación y como campaña de visibilización de los reclamos propios del Joaquín y de los ISFD; y también se sumó a las ollas populares en solidaridad con quienes luchan contra el hambre en los barrios, que son perseguidos sistemáticamente por el gobierno.
Para la segunda mitad de año el panorama dista de ser favorable: la profundización de la crisis golpea tanto a estudiantes, que deben dejar parcial o totalmente la cursada por el gasto que implica movilizarse y alimentarse, y/o tomar más horas de trabajo para llegar a fin de mes; como a los docentes, que a lo dicho se le suma la falta de titularizaciones y el ya erosionado salario.
No bastando con lo económico, el miércoles 14 se debatirá en el Congreso la esencialidad educativa que representa un atentado directo al derecho básico a la huelga para los trabajadores de la educación. Frente a esto, brilla por su ausencia y pasividad UTE-CTERA, gremio docente mayoritario de CABA que, además de tener en su haber no haber llamado a paro ni para la gran marcha educativa del 23 de agosto ni para el debate en el Senado de la Ley Bases el 12 de Julio (jornada que terminó con un brutal despliegue represivo, donde al día de la fecha dos personas que continúan detenidas), tampoco parece tener intenciones de enfrentar este mutilamiento de los derechos laborales.
Los centros de estudiantes independientes y los sindicatos combativos, como Ademys que ya tiene convocatoria al Congreso el miércoles o el Sutna que sostiene una larga lucha contra los despidos, y el Movimiento Piquetero que lucha contra el hambre y contra la persecución estatal, judicial y mediática, tenemos que retomar el camino de la movilización y ser una alternativa ante la pasividad cómplice de las burocracias sindicales y estudiantiles.
Al igual que en el 23A, los estudiantes y toda la comunidad educativa tenemos que tomar las calles en una segunda Marcha Educativa en defensa de la educación pública. Por presupuesto, por salario docente y por el derecho a huelga.