Mientras en la Quinta de Olivos el ministro Nicolás Trotta encabezaba la reunión del Consejo Federal de Educación, con funcionarios de todas las provincias, para avanzar en la imposición de la vuelta a las clases presenciales, se concentraron en las puertas de la residencia presidencial representantes de sindicatos docentes combativos para expresar su rechazo a la reapertura de los establecimientos educativos sin que se garanticen condiciones seguras. También se realizaron acciones en distintos puntos del país.

Referentes de las seccionales de Suteba conducidas por la Multicolor como Matanza o Tigre, de Ademys, de la AGD-UBA, y de distintas agrupaciones, realizaron una clase pública para poner de manifiesto la preocupación que crece entre los docentes ante la presión del gobierno nacional y los gobernadores por volver a la presencialidad.

“No están garantizadas las condiciones para volver a la presencialidad sin riesgo. En estos días verificamos que no hay condiciones epidemiológicas, sanitarias, edilicias ni laborales en las escuelas. No hay un cronograma de vacunación ni de la docencia ni del resto de la comunidad educativa, no llegan los elementos de limpieza y desinfección a los establecimientos”, sentenció ante los medios de comunicación Romina Del Plá, secretaria general de Suteba Matanza.

“Lo que han destinado los gobiernos a la educación son presupuestos de ajuste. Lo demuestra el intento de imponer paritarias del 29% cuando la inflación se proyecta arriba del 50%. Desde la docencia universitaria nos sumamos a este movimiento de lucha, porque defendemos la presencialidad pero cuando estén dadas las condiciones. Tampoco podemos tener otro año de una virtualidad que se descarga sobre la espalda de los docentes, y por exigimos un inmediato reintegro de los gastos que debimos hacer para sostener el contacto con los estudiantes. Planteamos la necesidad de la puesta en pie de comités de trabajadores, estudiantes y toda la comunidad educativa para controlar las condiciones de la vuelta a clases”, agregó Ileana Celotto, secretaria general de la Asociación Gremial Docente de la UBA.

La docencia organizada contrastó así con lo sostenido por el ministro Trotta y los funcionarios provinciales, decidido a avanzar a costa de la salud de toda la comunidad. Es una pulseada que tendrá próximamente nuevos episodios. El caso de la Ciudad de Buenos Aires, donde en pocos días ya se registran contagios de coronavirus y donde una asamblea masiva de Ademys votó convocar a una medida de fuerza para imponer un no inicio de clases de 72 horas, aparece como un caso testigo para el resto del país.